4. Demasiados grados.

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Nos tuvimos que presentar a todos los vecinos.

Sí, a TODOS.

Y esto es un pueblo por lo que todos somos vecinos. Vamos, que fuimos haciendo propaganda de nuestro apellido por todo el pueblo.
Como si fuésemos los que dejan propaganda en el buzón. Sólo que en vez de eso nosotros dejábamos bombones.

Por suerte todo esto lo estoy pensando en casa. Tumbada en la cama, sin zapatos. Nada más que el biquini. Hace un calor de caerse para atrás. Me fijo en el termómetro

-treinta y dos grados

Me digo a mi misma que puedo ir a la piscina si me apetece. Me doy media vuelta en la cama. No soy vaga. Es simplemente que hace mucho calor.

-Esto no puede ser - me digo a mi misma. Me levanto y preparo la toalla y las chancletas.
Me voy a la piscina. Bajo al jardín y...

SORPRESA.

No hay piscina. No recordaba ese pequeño pero gran factor. En mi antigua casa teníamos una piscina.

Ahora no.

Antes si.

Ahora no.

Vale. Me estoy comiendo la cabeza. Pero no puedo moverme. Me he quedado de piedra tan sólo de pensar que tengo que ir a una pública.

Igual no hace tanto calor y es solo cosa de mi imaginación. Vuelvo a mirar el termómetro. Treinta y cuatro grados. Bueno. Este está más al sol y...

Me dejo de excusas. Hace calor. Hace calor por narices. Así que me voy a la piscina y no se hable más.

Espero que no haya mucha gente.

-¡Adiós!- Grito por el hueco de las escaleras.

La voz de mi madre me responde.

-¡¿A dónde vas?!

-¡A la piscina!

Creo que se ha enterado todo el pueblo de la conversación ya que tengo que entrar a beber agua de los chillidos que he pegado.

De repente me salta una duda.

¿Y mi hermana?

Justo estoy pensando eso cuando me suena el móvil.

*WhatsApp*

FLAVIA: Ven a la piscina.

YO: Voy.

FLAVIA: Deprisa

YO: ¿Tanta hay?

*Fin de la conversación*

Digo fin porque ella no responde así que voy lo más rápido que puedo a la charca del pueblo. También llamada piscina común.

Me la imaginaba pequeña. Pero he de reconocer que es bastante grande. Además está al lado del río y de unas termas de agua caliente... ¡Y públicas!

*WhatsApp*

FlAVIA: ¿Donde estas?

Miro donde estoy. Vale. Estoy al lado de los vestuarios de chicos.

YO: Estoy al lado de los vestuarios de chicos... ¿a donde voy?

FLAVIA: Espera. Ya vamos nosotros.

YO: Espera... ¿quienes sois vosotros?

*Fin de la conversación*

Y vuelvo a decir fin porque ahí se da lo que se daba. Flavia no contesta.

Me doy la vuelta. Ya la veo. Viene con dos chicos y una chica. No los veo bien.

De repente me acuerdo de como se quedo el chaval ese cuando le vio. Me tiene que contar su secreto.

La veo llegar. Un chico es el vecino y a los otros no los había visto en mi vida.

¿EL VECINO? ¿HAN QUEDADO YA?

Me hago un montón de preguntas entre ellas por que mi hermana no me lo ha dicho.

¿Será un secreto inconfesable?

De momento si. Ya que la muy... (solo se me ocurren insultos así que lo dejo ahi) no me ha dicho nada de nada. Va viene y desaparece de casa.

Bueno esta noche le pediré cuentas. Como ella hizo conmigo.

Cada vez están más cerca de mi y yo cada vez estoy más nerviosa.

¿Les caere bien? ¿cual será el secreto de mi hermana?

la fórmula de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora