10. Encontrando a nemo

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Llegamos al lago en cinco minutos. Si somos exactos siete. Que tira más a diez, pero bueno.

Veo a lo lejos a mi hermana llorando y a Pablo abrazando la y tratando de consolarle.

Nos bajamos y nos acercamos corriendo a ellos. Que se separan al vernos llegar. Flavia se levanta y corre hacia mi.

-¡Ay Mery!

-¿Qué os ha pasado? ¿estáis mal?

Flavia intenta hablar pero solo le salen sollozos, así que me dirijo hacia Pablo que se ha acercado. Le hago la misma pregunta.

-Mira, estábamos aquí tumbados y sobre las dos y media nos robaron la moto.

-¿quienes?

-Unos chavales del pueblo de al lado.

Pablo hace un gesto con la mano como si estuviesen atrás suyo.

-Bueno... ¿Y?

-La hemos estado buscando desde las dos y media hasta hace un cuarto de hora.

Flavia le interrumpe.

-estábamos cansados y no habíamos traído los móviles. Los habíamos dejado en casa. Cuando fuimos a por la moto.

-¿Por qué?

-No llevamos bolsillos.

Estuve apunto de decirle que haber cogido un bolso pero por la situación no se lo dije.

Flavia se volvió a echar a llorar.

-¡Ay Mery! ¡que he perdido tu moto!

Pablo estaba cada vez más nervioso y temia de que se echase a llorar pero no sabia que decir. Por suerte Christian se adelantó a que soltase alguna burrada.

-Ya la hemos encontrado. Esta a medio camino de nuestro pueblo.

Javier sonríe y añade.

-Ente los chicos la arreglaremos. Si quieres puedes ayudar Chris...

Los dos chocan las palmas.

-La arreglaremos para el martes.

-Estamos a lunes

Dice Maitane

-Bueno, para el miércoles. Trabajaré duro. Prometido.

-Ante todo, tenéis que saber que no ha sido culpa vuestra.

Les digo. Sólo quiero tranquilizar, y Maitane no está ayudando con sus precisiones.

-¿no estas enfadada?

-algo, pero no con vosotros. Con los que me han robado la moto.

-¿ni por haberla cogido sin permiso?

Me dice Flavia esperanzada.

-Tampoco te pases.

Le doy unas palmadas en la espalda lo que hace que se ría. Su risa nos alivia a todos.

Me llaman al teléfono. hablo rápido y cuelgo.

-¿quien es?

-Papá, que si te hemos encontrado.

-Ah vale. ¿ha dicho algo más?

-que volvamos rápidos a casa.

-Vamos pues.

Hay un pequeño problema. Somos siete y hay tres motos.

Al final lo resolvemos yendo tres en una. Son luis, Pablo y Maitane. Al parecer ya lo han hecho más veces.

A medio camino se bajan Javier y Luis.

-¿Qué hacéis?

Les pregunto

-Alguien tiene que recoger la moto.

Dice Javier. Se me había olvidado.

-Venimos mañana.

-No Mery, los que la robaron pueden volver.

-sin rueda no vais a hacer nada.

Me dan la razón y vamos a casa. Nos dejan a las chicas en nuestras respectivas casas y se van los cuatro a por la moto. Con una rueda, claro.

Me ducho y me preparo para acostarme. Miro el móvil antes de nada, es una costumbre.

Hay notificaciones.

**INSERTAR NOMBRE DE GRUPO**

MAITANE: añado a Chris?

LUIS:

JAVIER: como quieras

MAITANE: le añado.

*CHRIS HA SIDO AÑADIDO AL GRUPO*

Sonrio. Pero sonrio mad a la media hora que es cuando me llega la noticia de que ya está la moto en el garaje de Christian. Además no la recibo por WhatsApp. Sino que me llama.

-¡Hola! Ahora que lo pienso... ¿te he despertado?

-Hola, no que va. ¿Qué pasa?

-Ya está la moto en mi garaje. Mañana empezamos a arreglarla. Hemos quedado a las tres.

-Hoy.

-Eso.

-Gracias Chris. Dales las gracias a los demás. Bueno ya se las mando por WhatsApp.

-Bien, hasta mañana.

-¿Chris?

-¿si?

-¿puedo ir mañana a ver lo de la moto?

-Claro. Pasate cuando quieras.

-Genial. Bueno, hasta mañana.

-Hoy.

Me rio.

Se ríe.

Nos reímos.

-Vale, hasta luego.

-Besos.

Y son muchos los besos que le mando. Pero el no lo sabe.

Me duermo con la ilusión de ir al día siguiente a ver como trabajan en la moto. Bueno, luego.


la fórmula de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora