-y eso es todo
Flavia suspira después de pronunciar su frase.
-Perdona guapa, aun no has empezado
Llevamos así media hora. Siempre me cuenta todo. Siempre le cuento todo. Siempre nos contamos todo. ¿Por que ahora no?
-que si, es todo porque no hay nada que contar.
-Ah ya... ¿por que te quedaste pasmada cuando viste a Javier?
-¿es el chico con el que corriste ayer?
Suspiro
-No te hagas la tonta y empieza a soltar secretos.
-Sí no quieres que un secreto se sepa... no lo cuentes.
-Vamos. Que tienes un secreto.
La he pillado y ella lo sabe. Se ríe y asiente. Vale, estoy ganando terreno.
-explicame por lo menos lo que te pregunte y yo te cuento dos secretos.
-Vale
A Flavia le encantan los secretos, al igual que a mi. Lo malo es que yo no tengo nada que contarle. Bueno, ya pensare algo.
-¿entonces te cuento?
-¡SÍ!
Termino chillando porque ya estoy fuera de mis casillas.
-Vale, vale... tigresa.
Esto último lo ha dicho por lo bajo. Pero lo he oído. Ella se ha dado cuenta de algo y yo también. Javier el primer día también me llamo tigresa.
Sonrio malignamente. Y le exijo que empiece a contar.
-Pues bien. Ayer. Cuando te fuiste a correr vi a Javi. Yo estaba preocupada. Sabía que te ibas a perder.
-¿Y qué?
-calla y escucha.
Suspiro pero le hago caso. Hago como si cerrase la boca con una cremallera y tiro la llave invisible al vacío.
-Bueno. Como iba diciendo... Javier vino a preguntar... bueno que quien eramos. Y sobretodo que quien eras.
-¿Yo?
-No interrumpas.
-Perdona.
-Bueno pues eso. Que estaba iteresadisimo. Nos había visto por la ventana o algo así. Me dijo que donde estabas y tal. Y le dije que te habías ido a correr, aproveche a decirle que no te conocías el pueblo y tal. Por si te pérdias para que te encontrara.
-Vale. ¿por que te quedaste de piedra al verle?
-sin más, cuando volvisteis tu te fuiste directa a la cama pero yo antes fui a darle las gracias. Me pregunto que si queriamos ir al día siguiente a la piscina. Con sus amigos. Le dije que yo si pero que tu no sabía si querrías.
-¿Y eso explica que...?
-explica que al día siguiente le vi y no le había dado respuesta porque ni me atreví a preguntarte. Así que el y yo planeamos que yo iría a la piscina sin ti y tu cuando vinieses, había mirado el tiempo y sabia que no lo ibas a soportar así que vendrías, pues nos encontraríamos todos. Por eso cuando nos vimos más tarde por lo de presentarnos y tal... pues nos quedamos Mudos mirándote. Sobretodo para que no sospechases.
-disimulas fatal y lo sabes.
-lo he intentado.
-lo se.
-¿eso es todo?
Suena el timbre.
-por ahora si, es maitane la oigo desde aquí. Vamos a ver que quiere. Luego seguimos.
-salvada por la campana. O por el timbre.
Se ríe de su propio chiste y juntas bajamos a todo correr las escaleras.