Suelen decir que los lunes son el peor día de la semana, pero no. Para mi este lunes iba a ser genial.
Suena el despertador. Las siete.
Me arreglo por si acaso esta Christian y bajo. Ya son las ocho.
Salgo al jardín con el desayuno. Y ahí está. El chico más guapo del mundo plantado en la verja de la casa.
-¡Hola!
--Hola, ¿te vas a quedar ahí parado?
-No. ¿Me abres?
-Arreglatelas
Digo lo último entre risas mientras voy a abrir la puerta. Pero de repente el chaval desaparece, y lo veo encaramado al muro que delimita la casa con la de al lado. Salta.
Ahogo un grito, pensaba que se iba a hacer daño. Pero no, cae de pie. Como los gatos.
-Bueno, ¿que hay de desayunar?
-¿como has hecho eso?
-Saltando, ¿Vamos a desayunar?
-eh si...
-Ah, espera.
Chris abre la verja y coge un libro. Sonríe y corre hacia mi. Lo último que veo es el suelo bastante más bajo que mis pies. Y luego, vueltas. Chris me ha cogido de la cintura y me esta dando vueltas en el aire. Sólo puedo gritar que me baje.
Una vez en el suelo casi me caigo, estoy super mareada. Christian me coge a hombros y me lleva a donde tenía el desayuno. Ahora solo puedo reír.
-Venga, bajame ya.
-¿Ya? ¿no estas agusto?
-Muy agusto. Pero tengo hambre.
-Vale. ¿Qué vamos a desayunar?
Me río y salto al suelo.
-¿no desayunas en casa?
-Claro. Pero me gusta estar aquí contigo y la última vez estaba Flavia y no me pudiste preparar nada.
-¿como?
Me río.
-Anda, ve a la cocina
Voy obediente a la cocina, seguida de el. Ahí está maitane con unas tortitas.
-¿pero que demonios?
-¡Hola Mery!
-Chris me ha pedido que te haga unas tiritas porque el no sabe.
-Sí que se.
-Hazlas.
-Vale, no se.
Me rio. Les digo que no hacia falta. Nos sentamos a la mesa y a comer. Sabe delicioso.
Las diez.
-¿Vamos a ensayar?
Esta vez es luis el que aparece en casa.
-Javi ya está en el garaje.
Mai se entusiasma
-voy volando.
Maitane desaparece por la puerta como un torbellino
Luis se sienta a la mesa con la excusa de que lo que ha dejado mai no hay que desaprovecharlo.
Las once.
Nos vamos a ensayar. Y ahí estamos hasta las dos. Que es cuando nos vamos todos juntos a comer a casa de Pablo. Muy espaciosa por cierto.