Llegamos.
Estoy medio dormida. No es muy largo el trayecto pero si no soy yo la que conduce me muero de sueño.
-¿te ayudo a bajar?
-¿Mmm?
-¿siempre respondes eso cuando estas adormilada?
Suspiro. Me quito el casco y bajo yo sola de la moto. Una vez abajo choco la mano que chris me tendía para ayudarme a bajar.
Suspira.
-en fin...
-¿Vamos?
-¿no íbamos de compras? Mery, Decídete.
-Vamos de compras
Le corrijo. ¿a donde creía que nos íbamos? Sobretodo en una ciudad tan pequeña.
-aaah... vale, vamos
-¡¡Genial!!
-no grites, nos están mirando todos.
Sonrio. No hay nadie, pero chris odia que le miren... ¡como yo!
Le cojo de la mano y le llevó corriendo hacia el centro comercial.
-así que para esto sirve nuestro entrenamiento.
Me dice a mitad de carrera.
-¿eh?
-Sí, cada vez que salimos a correr... ¿es para esto?
Me río.
Al cabo de un rato no puedo más.
Me siento en el suelo
-¿Qué haces Mery?
-sentarme
-va, te llevo...
-Guay, pero sacudete el sudor.
Le digo de broma. El pone los ojos en blanco y se ríe.
Después me monta a caballito y corre hacia el centro.
Hemos llegado.
-Vale, ¿a que tienda quieres ir primero?
Le pregunto
-no se, aquí tu eres la reina de las tiendas.
-ja. Ja. Ja. Que gracioso, pero cierto.
Digo con cierta ironía.
Al final decidimos ir a una que tenemos delante.
-¿este?
-me encanta
Estoy delante de él con el vestido más mono del mundo... ¡Y solo dice eso!
-¿Qué?
-¿solo me encanta?
-Sí
-con el bikini no has dicho solo eso.
Se pone colorado, con el bikini ni ha llegado a hablar.
Me rio.
-Puedes encontrar mejores. Sólo es eso
Me dice muy serio.
-Vale, ¿entonces nada?
-Bueno, como quieras.
-No estoy segura. Me lo pienso.
-va
Me meto en el probador.
Al cabo de un rato ya hemos estado en algunas tiendas. La mitad de todo el centro comercial.
Chris lleva mis bolsas y las suyas, que también se ha comprado ropa.
-¿te ayudo?
-No, ¿y si comemos algo?
-va, pero solo si me dejas Ayudarte.
-No...
-Pues nada
-tengo una idea
Se dirige hacia unas cabinas. De esas que si hechas un euro puedes dejar las cosas.
Las deja ahí, coge la llave y vuelve hacia mi.
-¿comemos?
-Guay, me muero de hambre
-Mery, cariño...
-dime
-¡¿no podrías haberlo dicho antes?
-es que te quedaba tan bien esa camisa...
Se ríe
-¡y el traje de baño! Bueno, menuda figura
Hago como si me desmayo.
-Anda vamos a comer antes de que te desmayes de verdad... empiezas a delirar...
Me rio y le doy un puñetazo en el hombro.
Vamos a una cafetería. Cuando acabamos vamos al resto de tiendas del centro comercial.
-¿Y ahora que hacemos?
Estamos sentados en un banco con un montón de bolsas al rededor.
Mínimo veinte.
-¿Qué hacemos con que?
Me pregunta chris.
-con las bolsas.
-pediré que las lleven a tu casa. ¿bien?
-¿eso no cuesta un montón?
-bah
Se dirige hacia el apartado del centro donde te trasladan la compra a casa.
-ya está
Dice cuando vuelve.
-chris...
-dime
-te quiero...
-y yo a ti, princesa.
Me sumerjo en un beso largo y tierno.
Sinceramente, uno de los mejores.
-mira
-¿El Qué?
-aquí
Se pone de rodillas, abre una caja pequeña con un colgante dentro en forma de clave de sol.
-Mery, ¿quieres ser mi compañera de breack dance en Londres?
-Sí, sí quiero.
Se pone en seguida de pie y ahora parece que no le imprima que todos nos miren porque me da un beso cálido y ardiente.
Vale, este es el mejor.
-Sí, sí quiero.