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Durante el trayecto voy recordando cosas de las infancia que viví en esa casa, todas y cada una, comentándole a mis padres algunas de las más significativas. En algunas, siento los ojos calientes pero lucho para que no salgan las lágrimas, estoy a punto de llegar a la escuela y no quiero llorar hasta decirles el adiós definitivo

-Llegamos-me dice mi madre en cuanto aparca el coche cerca de la puerta del instituto-2 horas.

Me bajo del carro y entro al colegio mientras veo como se aleja el coche. Hay algunos alumnos entrando, son los de los primeros años, entran a esta hora. Voy a dirección y pido mis papeles. 

-Y ¿porque te vas?-me pregunta la secretaria.

-A mis padres les ofrecen trabajo en Beacon Hills.

-¿Beacon Hills? -dice mientras escupe una parte de su café en el escritorio.

-Ah... Si ¿porque?

-Yo viví allí, hace unos años se empezaron a presentar supuestos asesinatos provocados por animales así que me mude. 

Trago demasiado fuerte. Entonces si hubo asesinatos y seguirán habiendo, eso es seguro.
Tomo mis papeles y salgo de dirección no puedo seguir escuchando mas cosas sobre ese lugar.
Estoy aterrada, no quiero vivir ahí, no puedo. 

Me dirijo a mi antiguo salón y ahí está la mejor maestra que he tenido en toda mi vida. Mi mente me pide que me valla para tener más tiempo con mis amigos pero no puedo irme sin despedirme de ella. 

-Robertson ¿que haces aquí? -me pregunta sonriente.

-Vengo por mis cosas. Voy a mudarme-me tiembla un poco la voz.

-¿Vas a mudarte?

-A mis padres les ofrecen buen trabajo, pero yo no quiero irme-de pronto siento la necesidad de ser sincera con ella.-No quiero irme, quiero quedarme aquí, en esta escuela, en mi casa, con mis amigos. 

-Los cambios siempre son buenos...

-Ha habido supuestos asesinatos ahí.-la interrumpo

-No hay de que preocuparse, ven siéntate. 

Platique con ella unos 30 minutos mas el tiempo que tarde en hacer los tramites para sacar mis papeles y desinscribirme de la escuela, eso suman unos 50 minutos. Tengo 1 hora 10 minutos para irme.

Tocan el timbre y salgo corriendo al patio, ahí deben de estar mis amigos, siempre salen antes a receso. Los encuentro fácilmente en las bancas de siempre-

-Chicos tengo que decirles algo-comento en tono serio, todos guardan absoluto silencio y me escuchan.-Me mudare a Beacon Hills...

-¿Que, que?-dice mariana 

-No puedes irte-dice Fabrizzio.

-Creanme, no quiero irme.-hablo tratando de aguantar mis lágrimas. 

-Y ¿no hay forma? -preguntan las gemelas al unísono.

-No, trate de convencerlos pero es imposible.

-Tranquila nena, te ira bien, ya veras- me anima Daily, ella es mi mejor amiga. De las pocas personas a las que confiaría mi vida. 

-Lo se pero no quiero irme-los sollozos comienzan a invadir mi garganta y todos se amontonan para abrazarme. 

-Ya no llores todos te extrañaremos pero debemos ser fuertes y te ira muy bien, conocerás nuevas personas y serán tus amigos, conocerás a una nueva mejor... Ami...-empieza a llorar y yo la abrazo mientras nos decimos tonterías para animarnos, que no funcionan. 

El abrazo dura mucho unos 10 minutos. Se despega de mi y se seca las lagrimas al igual que yo.
Me despido de los demás y me siento terrible, lloro demasiado con cada abrazo.
Al final Daily me pide que vayamos solas a caminar y yo la acompaño.

-Bueno es hora de que se despidan tu intento novio y tu.-me dice. Vamos por David. 
Le explicamos todo y el me abraza.
Y comienza a decir cosas, muchas cosas que bien podrían pertenecer a algún libro muy cursi. 

-No quiero que esto quede a medias-lo interrumpo.

-¿Qués estás diciendo...?-su expresión cambia drásticamente. 

-No puedo dejar cosas atrás sin cerrar el ciclo, se abre uno nuevo David, lo siento pero debemos...

-Entiendo...- susurra  y yo me voy antes de que la falta de lágrimas puedan delatar lo poco que siento realmente por él.

La despedida más dolorosa de todas, llega sin poder detenerlo. La persona que ha estado ahí en los peores momentos, a la persona a la que sin duda confiaría mucho más que mi vida.

-Te extrañare ¿sabes?-le digo llorando, de nuevo. 

-Y yo a ti, demasiado

Volvemos a abrazarnos tratando de alargar el momento, tratando de hacer que todo esto duela menos. 

-Escríbeme, mucho, en cuanto llegues, cuando comas, cuéntame sobre tu primer día en tu nueva escuela, sobre los chicos, sobre tus amigas, mándame mensajes cuando vayas a dormir y cuando te despiertes, los fines de semana hablaremos todo el día. Por favor.

-Por supuesto que lo haré, te llamare todos días con novedades. 

2 minutos.

-No quiero que te vayas-se seca las lagrimas.

-Yo tampoco.

-Recuérdame siempre como tu mejor amiga, recuérdame, jamás me olvides...

-Te volveré a ver, pronto, muy pronto, lo prometo.

1 minuto.
Me separo y alguien toca mi hombro, es mi madre.

Le quito la mano y beso a mi amiga en la mejilla, me besa a mi y nos abrazamos, por ultima vez.

Me volteo y sigo a mi madre por el pasillo. Me detengo, volteo y corro de nuevo a los brazos de mi amiga. 

-Adiós-le digo.

-Adiós-me responde y me voy con mi madre secándome las lagrimas.

Mis días con Stiles (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora