Mis días con Stiles (editando)

Capítulo 18

Dormir con Stiles no es cosa fácil. Soportar sus ronquidos y repentinos movimientos no ayudan a que duermas, además cada que vez que te mueves, aunque sea solo un poco, una parte de el termina sobre ti, impidiendo que respires o haciendo que la parte de ti en donde esta la parte de Stiles se entuma.  Lo único que impide que me vaya al sillón a dormir, son sus ojos, lo se, están cerrados, pero se ven rodeados de una inmensa paz, aunque se mueva como poseído. 

Su cama huele bastante bien, es una combinación de jabón con dulce de limón. Sus almohadas son bastante cómodas, sin mencionar su colchón, quisiera robarlo. Me mantengo con los ojos cerrados pero no dormida, no tengo sueño, no he parado de pensar en que Gabriela sabe lo que somos. Ni siquiera se como voy a explicarle lo que hago.

De pronto siento una patada en la pierna, abro los ojos y miro a Stiles, quien yace con la boca abierta, escurriendo un poco de baba. Vuelvo a cerrar los ojos y al instante, un brazo se posa en mi cuello, impidiendo que respire. 

-Stiles- susurro. Él se mueve en señal de protesta- Mi cuello, no respiro 

-¿Ehh...?- dice aún con los ojos cerrados. Tomo su brazo y me lo quito de encima.El reacciona y abre sus grandes ojos cafés lentamente.- Perdón, es solo que...normalmente duermo en medio. 

-No puedo dormir- digo mientras jalo la cobija hacia mi. 

-Yo tampoco- volteo a verlo y levanto una ceja.- Bueno, no demasiado. 

Ambos nos volteamos, dándonos la espalda pero la cobija es bastante pequeña así que terminamos jalándola, como en una competencia por quien se cansa primero. Suspiro un tanto rendida, mientras volteo de nuevo hacia Stiles, el hace lo mismo y me sonríe. Me toma por la cintura y me acomoda de tal forma que siento su respiración en mi oreja, lo que hace que quiera rascarme. Saco mi brazo de debajo de las cobijas para rascarme, trato de no hacerlo, pero el peso del brazo se me va, lo que hace que le pegue en la cara con el codo a Stiles. 

-¡Au!- exclama y lleva su mano a su rostro. 

-Lo siento- me siento y me rasco la oreja- No puedo dormir así. 

-Hay que intentar- me dice y se sienta a mi lado. Toma mi mano, después me besa lentamente. Sonrío y lo beso con mayor intensidad. Después de un rato logramos encontrar una posición cómoda para dormir: el viendo hacia el techo y o de lado, con la cabeza muy cerca de su pecho. 

Me quedo dormida mientras el pasa su cálida mano por mi brazo. 

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-Así que...estamos aquí...¿ahora qué?- le pregunto a Stiles mientras entramos a la casa del lago de Lydia. Ayer llegamos a la conclusión de que Brunski, uno de los doctores de Eichen House, se llevó a Lorraine, la abuela de Lydia, a la casa de lago para matarla pero ella ya sabia lo que iba a pasar ya que era igual que Lydia: Una Banshee. Ella predijo no solo la muerte de una persona, si no, la de muchas, todas esas muertes estan en una hoja: La lista de muertes.

Stiles y yo creemos que si la abuela de Lydia aseguro la muerte de su propia nieta, debe haber algo en la casa, en el estudio, para detenerlo. 

-Vamos al estudio- me dice y me conduce por las escaleras. De reojo veo la puerta que te lleva hacia el sótano y recuerdo cuando estuve aquí la ultima vez. Llegamos al estudio y Stiles prende el toca discos mientras yo observo lentamente lo que esta alrededor, muy de cerca. Me acerco cuando veo que esta tratando de escuchar...algo. 

Después de un rato de escuchar cosas sin sentido. Stiles se para y se queda mirándome. 

-No tenemos nada que hacer aquí. Esto fue hecho para Banshees, para Lydia. No para nosotros.-dice rendido.-Seguimos reproduciendo algo que ni siquiera se reproduce.-apaga el toca discos y se dirije a la puerta.