Mis días con Stiles (editando)

**FLASHBACK(Hermanos Robertson)**

Los eventos siguientes, suceden antes de que la lista fuera "desactivada".

-Ezra...por favor-pidió su esposa, pero el no estaba del todo seguro, algo en él decía que ir a visitar a su familia en esos momentos era mala idea.

-No lo se, algo me dice que no debemos ir ahora-respondió él, recalcando la palabra "ahora".-Tal vez podamos ir en otro momento a visitar a mis padres y a mi hermana, no es que...-estaba por continuar cuando una vocecita lo interrumpió. 

-¿Vamos a visitar a los abuelos?-hablo la pequeña Sarah. 

-¿Y a la tía Dany?-preguntó su gemelo, Nico. 

-No...- respondió firme Ezra, Anna le lanzó una mirada fulminante-...aún no esta decidido.

-Lo más probable es que vayamos- la pelirroja se acerco a su esposo y lo abrazó por los hombros. Ezra rodó los ojos.

-No vamos a...-Ezra fue callado por un beso. 

-¿Cuál es tu respuesta ahora?- pregunto Anna con una sonrisa en su rostro. 

-Sigo considerándolo-respondió él, pero la respuesta ya era definitiva.

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Daniela respondió el teléfono de mala gana.  Eran las 9:00 de la mañana de un sábado muy prometedor y su hermano ya estaba molestando. 

-¿Qué quieres?- respondió por la línea. 

-Hola, si, estoy muy bien. Mis hijos están bien, Anna igual.- dijo el chico. 

Dany suspiró y se acomodó bien en la cama para no quedarse dormida de nuevo, llevaba varios intentos para pararse y siempre volvía a quedarse dormida. 

-Mira que gusto...-dijo con sarcasmo y bostezó-Ahora si ¿Qué quieres? 

-Vamos para allá-respondió con cierto enojo en su voz, automáticamente Daniela se sentó y abrió los ojos totalmente. 

-¿Qué? No, no pueden- dijo casi en un grito. La madre de ambos era una Ondina, el padre no era el mismo, pero había cierto peligro para Ezra y sus hijos en esos momentos, la lista estaba en su apogeo y ella no pondría en riesgo a su familia.  

-¿Porqué no?-preguntó Ezra confundido.

-Algo esta mal aquí- respondió la rubia mientras se paraba de la cama. 

-Sabía que no debíamos ir...-refunfuño él chico por lo bajo para que su querida Ana no lo escuchara. 

-¿A qué te refieres?-preguntó intrigada Daniela. 

-A que tengo un mal presentimiento...

-Oh vamos amor, no es que nos vallan a comer tus padres.-la voz de Anna se hizo presente en el teléfono. 

-De hecho, nuestros padres no están. 

-¿No están los abuelos?-gritaron los niños. 

-¿Qué no puedo hablar por teléfono en paz?-refunfuño Ezra. Se escucharon pasos por la línea y luego un silencio absoluto.-¿Cómo que no están nuestros padres?

-Ellos...-Daniela se detuvo, no sabía si continuar con la verdad o no, justo cuando iba a decir su excusa, se escucharon golpes sordos, como si golpearan una puerta y la llamada se corto. 

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Los niños corrieron al interior de la casa y abrazaron a su tía, dejándola casi sin aire. Se agacho para poder abrazarlos a ambos, esos niños eran los más lindos que había visto, no porque fueran sus sobrinos, tenían un rostro con rasgos finos, sus ojos eran de un azul muy parecido al color de la piel de una Ondina y eran pelirrojos, igual que su madre.