Poppy vs ¿¡Poppy!?

357 25 5
                                    

*Hola otra vez y nuevamente sean bienvenidos a leer otro capítulo interesante de esta obra que trabajo con mucho cariño*

Poppy siempre había sido una troll alegre y optimista. Sin importar el tipo de situación o peligro, esta valiente chica amante de la brillantina siempre lograba mantener su sonrisa llena de esperanza y lograba traer un milagro que la ayudara a ella y su comunidad.

Ramón, era antiguamente un troll triste y desconfiado que después de abrir su corazón a Poppy, poco a poco recuperaba su razón para ser feliz y amar a otros. Aunque aún le costaba ser un troll como los demás, nunca dejaba de lado a sus compañeros o amigos. Sin mencionar de que él siempre estaba ahí para su querida Poppy aun si peleaban.

En la bella Trollstopia, todo era alegría, diversión y fiesta. Era un lugar sin igual porque era el único lugar por ahora en donde todos los trolls de diferentes tribus podían vivir y mezclar sus ritmos y músicas para crear unas piezas maravillosas para los conciertos y fiestas.

—¿¡Qué mierda de sitio es este!?

—¿Quién dijo eso? —pregunta el narrador.

En las colinas, cerca de Trollstopia, estaba una Poppy gris, con vestido hecho a mano de diferentes tipos de telas y una expresión que recordaría a cualquiera al viejo Ramón. Ella miraba su hogar o lo que alguna vez fue su hogar convertido en una especie de collage de diferentes terrenos y colores en un solo sitio, cosa que ella odiaba. 

—¿Quiénes son todos estos idiotas? ¿Acaso el rey Ramón otra vez quiso organizar otras de sus patéticas y molestas fiestas de alegrías sin razón aparentes? —Da un fuerte pisotón en el suelo —. Le tengo una o dos palabras que decir a ese cabeza hueca, sonriente y despreocupado. 

La troll gris caminaba con gran enfado y disgusto como su hogar ya ni era reconocible para ella. Ya era bastante molesto, era su hogar original, pero con este nuevo gentío de diferentes tamaños, formas y colores Villa Troll se había vuelto un verdadero manicomio. Muchos de estos trolls desconocidos para ella lo saludaban y le lanzaban comentarios divertidos como si ellos fueran amigos de esta malhumorada chica. La respuesta de tales comportamientos debía ser porque Poppy pensaba que estos nuevos habitantes debían estar cumpliendo esa ridícula regla del rey Ramón de fingir ser amigos de ella para que se sintiera bienvenida y si de alguna manera influyera en que ella participara en las ridículas actividades de la villa.

—¡Ramón, necesito tu ayuda para preparar estas piñatas para la gran competencia de la batalla de piñatas! —dijo una troll parecía a con caballo de cabello azul celeste y piel durazno.

—Ya te ayudo Holly, será una gran alegría ayudarte.

—¡Aja! Ahí estás, rey de los idiotas.

Poppy gris corría preparando un largo y bien elaborado discurso, sobre todo el daño acústico, posible riesgo de asfixia con trozos de confetis de kas piñatas y lo idiota que era construir piñatas solo para que pelearan a muerte sí de todos modos los trolls son criaturas que le gustaban romper piñatas aun si estas ganaban. 

—¡RAMÓN!

Gritaron las dos Poppys llevándose la loca sorpresas de sus vidas. Bueno para toda la comunidad, Poppy después de dos ocasiones, una con los agujeros de gusanos y la competencia de búsqueda multiversal de Sonoro Jones, ya tenía más que normalizado la aparición de otras variantes de ella. Poppy gris sintió asco y confusión por verse tan rosadita y tonta como Ramón. 

—¡DOS POPPYS!

—No debería sorprenderme, pero siempre es divertido actuar sorprendida, así que. —Pensó la Poppy rosa —¡Otra yo!

Armonía de dos trolls IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora