Nota de inicio: Hola y disculpa, si no he estado gran parte para completar las historias, sé que debo muchas explicaciones y debería darlo, pero creo que sería repetir el ciclo de disculpas y desaparecer. Solo me limitaré a decir que trataré de hacer unos cambios y mejorar algunas cosas. Con este dicho, espero que disfruten el capítulo.
Poppy podía ver como su versión gris no dejaba de besar a su novio y eso no era la peor parte, lo peor era que su novio no hacía nada para quitársela de encima, ni siquiera un sonido para que se separen. Aunque no se podía culpar al pobre troll, él estaba tan paralizado y confundido como cualquiera. Poppy gris enrollaba más a gusto los brazos alrededor del cuello de Ramón, continuando aquel beso y manifestando aquel evento que una vez significo una esperanza y que ahora por curiosidad representaba algo negativo para nuestro dúo protagónico.
—¡Recupero sus colores! —gritaron todos al ver a Poppy salvaje, rosa y brillante.
Era como ver a la clásica reina Poppy solo que esta contaba algunas cicatrices en sus mejillas que la delataban por suerte. Cuando ella por fin separó sus labios, se dio cuenta de que algo era diferente dentro de ella, su corazón latía con más alegría, podía sentirse menos adolorida y lo mejor de todos, sentía que podía darse la libertad de sonreír un poco.
—Así que esto se debe sentir la felicidad. —comentó con una sonrisa en su bello rostro.
—Bah... bah...
—Je, je, je. Descuida Ramón, no tienes que decir nada.
Poppy salvaje da media vuelta y esquiva la embestida de su contraparte alegre. La Poppy tierna intenta atrapar a su otra yo, pero está al tener experiencia a ese tipo de enfrentamiento la esquivaba con los ojos cerrados.
—¿Por qué besas el novio de otros? Tú tienes a tu propio Ramón. —Poppy se agota por lo que recuesta a una pared.
—Es verdad que tengo un Ramón, pero este es tonto, irritante, inmaduro, ingenuo y hasta suicida por el caos que hace sin medir sus consecuencias. Sin ofender Ramoncito bonito. ¡Ja! ¡¿Vieron eso?! Dije un apodo sin querer vomitar.
—Ok, no me ofendo. —Poppy salvaje le besa la mejilla.
—Como soy tu versión madura y naturalmente más lista. Te seré sincera y lo diré con las mejores palabras para no autoinsultarme. Tú y Ramón no están hechos para estar juntos, pero yo sí puedo ser la pareja ideal para él.
—¡Qué! —dijeron Ramón y Poppy sorprendidos.
—Aww, mira esa carita tan linda y adorable cuando te sorprendes. De verdad debo decir que mi otra yo no pudo elegir al mejor como su pareja. Era lógico, aun así, lo que no entiendo es que si tú eres como yo. ¿Qué es lo que viste en ella para aceptar ser su novia? Digo, no vivo aquí, pero podría apostar que esta versión mía provocó el regreso del trollsticio, un caos por no escuchar con otros y probablemente al ver estos trolls tan diversos, alguna tontería nueva que debe aprender cada día de alguna tonta lesión —PoppySalvaje recibe una moneda por cada apuesta acertada.
—¡Porque nos amamos! —gritó Poppy.
—Lo entiendo, pero, ¿por qué?
Ramón se disculpa de la Poppy salvaje y se acerca a su grupo, primero para susurrar a Poppy si así fue su primer beso con ella, porque como la Poppy salvaje nunca había besado, él pudo sentir cierta torpeza inocente en ella. Poppy responde que el beso de él fue diferente, lindo y tierno, para luego rodar los ojos esperando que Ramón no preguntara más por qué no quería lastimarlo y ella lo disfrutó, pero sabía que ese tipo de preguntas era mejor evitar.
—Escucha Poppy.
—¡Sí! —responden ambas.
—Amor, hablo de ella para aclarar las cosas.
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Armonía de dos trolls II
FanficSeries de relatos y minis capítulos trolls donde todo puede pasar y en donde tú lectora eres parte de la creación de estas historias.