(Capitulo 10)

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"Solo nosotros sabemos estar distantemente juntos"

>>~•~<<

L

Ahora estábamos en Barcelona, la última ciudad de nuestra gira, sorprendentemente fue todo un éxito, las entradas se vendían en menos de 3 horas, los fans gritaban incluso antes de que saliéramos al escenario.

La adrenalina que me recorría cuando estaba en el escenario era increíble, y ahora tenía una última oportunidad para aprovecharla antes de que todo esto terminara y yo volviera a Tailandia.

Frederic también estuvo en algunos de esos conciertos, me alegró tenerlo ahí, apoyándome.

Sin embargo Jennie siempre se ponía rara cuando el estaba cerca, ella se alejaba de mi y ni la hora me daba, pero intenté no concentrarme en eso.

Y bueno, creo que está demás decir que las cosas entre nosotras no han estado realmente bien, sentirla tan cerca y no poder tenerla me estaba volviendo loca, cada noche sentía como la grieta de mi corazón se abría un poquito más por el dolor que me causaba todo esto.

- Lisa, prepárate para salir al escenario - Escuché la voz de mi manager detrás de mi, sin embargo no pude quitar la mirada de la pantalla que nos mostraba el estadio, Jennie estaba especialmente hermosa esta noche...

El show fue todo un éxito, terminamos cansadas pero extasiadas, la adrenalina aún corría por mis venas, incluso si ya había regresado al hotel que estaba cerca de la playa y ya me había bañado.

El hotel era increíble, tenía la forma de una vela y una gigante W resaltaba cuando lo mirabas, la playa estaba a no más de dos minutos caminando.

Decidí salir a caminar sin importar si era de noche, era día de semana así que no iba a haber mucha gente por la playa.

Mientras caminaba por la arena y las olas golpeaban mis pies vi a lo lejos una silueta familiar, entrecerré mis ojos para poder ver mejor y después de un tiempo la distinguí, era Jennie caminando con sus zapatos en la mano y su pelo suelto.

Por un momento dudé sobre que debía hacer, estaba debatiendo entre devolverme o seguir caminando, estaba tan metida en mi misma que cuando ya había decidido Jennie ya estaba delante de mi.

Sus ojos me miraban de forma curiosa, tenía su ceño fruncido y sacudía la mano al frente de mi cara.

- Oye, ¿Estás bien? - Su voz sonó más suave de lo normal.

- ¿Que? Ah, si, lo siento, estaba pensando. ¿Que haces aquí a esta hora? - pregunté mientras sacudía la cabeza intentando centrarme en el momento.

- Bueno, lo mismo que tú, caminar y pensar. ¿Quieres caminar y pensar conmigo?

Por un momento lo pensé y cuando me decidí a declinar la oferta miré su rostro, sus ojitos brillaban mientras detallaba la luna que se reflejaba en ellos. No sé si fue el sonido del mar, el hecho de que era de noche, sus ojos que me tenían hipnotizada o su forma de pedirlo con esa voz tan suave, pero acepté.

Comenzamos a caminar mientras mirábamos la arena entre nuestros dedos de los pies, el sonido del mar se escuchaba de fondo, nuestras respiraciones se escuchaban fuertes.

- ¿Como has estado? No me refiero a la gira, si no que respecto a lo que sientes - La pregunta me tomó por sorpresa, por un momento no supe que decir.

Mi corazón retumbaba en mi pecho casi como si se fuera a salir, mi estomago se revolvió por los nervios.

- Bien, supongo. Una parte de mi sigue queriéndote en mi vida pero la otra me dice que no sea tonta, me siento confundida la mayoría de las veces. ¿Por qué preguntas? - dije mientras la miraba de reojo.

- Es que te he visto siendo muy cercana con Frederic y pensé que quizás tu... - Murmuró dejando la frase en el aire.

- ¿Que yo...? - Insistí mientras detenía mi andar.

- Que quizás tu te habías olvidado de mi...

Su forma de decirlo me pareció tierna, un poco egoísta, pero tierna.

- Jennie, créeme que olvidarte no sería así de fácil - Ella levantó su cabeza mirándome a los ojos.

Sus pupilas se dilataron mientras bajaba su vista a mis labios, por un momento, por un solo segundo, pensé que iba a besarme, eso hasta que recordé que sus sentimientos no eran los mismos que los míos.

- Lisa, ¿Por qué te ves tan linda hoy? - Mi corazón se aceleró, mi respiración se entrecortó y mis manos temblaron ligeramente.

- No lo sé, creo que es la noche la que te tiene a ti tan agradable y a mi tan linda - Dije con un tono de burla intentando alivianar la tensión del ambiente.

Ella me miró fijamente mientras levantaba su mano derecha y la posaba en mi mejilla.

- Si, creo que es la noche la que me tiene así - Su rostro se fue acercando al mío y cuando menos lo esperé, me besó.

Pero no lo hizo de la misma manera que en Amsterdam, esta vez lo hizo con cariño, con calma y tranquilidad, solo la luna siendo testigo de este momento.

Nuestros labios se entrelazaban reacios a soltarse, con mi miedo de soltarla y perderla más presente que nunca.

Cuando nos separamos yo todavía tenía mis ojos cerrados, solo escuchando nuestras respiraciones entrecortadas y el sonido del viento y las olas.

- Creo que me estoy volviendo loca Lisa, loca porque no sé que siento, y cuando quiero creer que solo era lujuria me pongo celosa cuando te veo siendo cariñosa con el, a veces no entiendo a mi corazón y no espero que tu lo hagas, solo pido que si llego a poder quererte me permitas hacerlo - Mis ojos se abrieron de golpe, no podía creer lo que acababa de escuchar.

Un día me dice que solo fue sexo y unas semanas después me dice que quiere quererme y que no sabe que siente.

Todo era tan raro en nuestra historia, pero creo que eso solo lograba hacerla más especial de lo que ya era.

- Solo te pido que si puedes quererme no me hagas daño y no te arrepientas, ¿Sabes lo loca que pareces diciendo un día que era solo sexo y al otro mencionando el amor? - Ella soltó una risa mientras negaba con la cabeza, su mano aún estaba en mi mejilla haciéndola sentir cálida.

- Lo sé, créeme que lo sé, es solo que sigo confundida con lo que siento, y lo que podría pasar si nos llegan a descubrir también me da miedo, sin mencionar que prácticamente estoy engañando a Taehyung contigo.

Dijo mientras su expresión cambiaba a una de preocupación, entendía su punto, pero también entendía que cuando estamos enamorados hacemos cosas sin sentido solo por lo que sentimos.

Yo estaba dispuesta a esperar a Jennie el tiempo que fuera necesario hasta que su contrato acabara al igual que el mío y pudiéramos amarnos libremente.

Así de fuerte la quería.

Cuando apreciamos a alguien, a
menudo cedemos gustosamente a
sus peticiones sin necesidad de que
nos convenza con argumentos...

•Cuando Nadie Ve• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora