Epilogo

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"Te voy a querer de lejos, porque de cerca dueles más"

>>~•~<<

J

Dos años, dos años habían pasado desde la última vez que la vi, sin embargo, se sintió como una eternidad.

Eso me llevó a estar conduciendo hacia su casa en Corea, no podía creerlo, debía estar loca para ir hacia allí a las diez de la noche en medio de una tormenta mientras escuchaba "If This Was A Movie" de Taylor Swift y actuaba como si no fuera una famosa cantante.

Las luces de su casa estaban encendidas, lo podía ver desde la acera de enfrente en donde había aparcado mi chofer.

Había movimiento en el interior de la casa, pero no pude evitar sorprenderme cuando la puerta principal se abrió y de ahí salió ella con una bolsa de basura en la mano.

Yo, que ya me había bajado del coche y estaba empapada por la lluvia a pesar de los gritos de Felix que venían del interior del coche diciéndome que tomara el paraguas que me ofrecía, tuve la intención de acercarme, pero sabía que resultaría peor así que me quedé en mi sitio.

Mi corazón latía fuertemente, después de tanto tiempo ella seguía igual de hermosa, o incluso más que antes.

Su flequillo estaba pegado a su frente por las gotas de agua, su sudadera estaba mojada y sus zapatos hacían ruido al caminar.

Cuando levantó la vista del contenedor de basura me congelé en mi sitio, sus ojos se encontraron con los míos, pero contrario a lo que pensé su vista se desvió rápidamente, como si no me hubiera visto. Estaba segura de que no lo hizo, me negaba a la idea de que después de tanto tiempo nuestros ojos se volvieran a encontrar y que eso no generara nada en ella.

Ella solo se quedó allí, debajo de la lluvia igual que yo, su mirada estaba perdida, como si estuviera esperando algo que ella sabía que nunca pasaría.

Miré fijamente como se daba la vuelta y entraba a la casa, la seguí de lejos hasta que ya había entrado y yo estaba parada a solo unos metros de la puerta principal, mientras me acercaba a la puerta pude ver su sombra en la ventana del segundo piso moviéndose por la que supongo era su habitación.

Di dos pasos más y esta vez vi otra sombra moviéndose, de repente, me olvidé de como respirar. La silueta de un hombre, que supongo que era Frederic, se acercó a Lisa, la rodeó con sus brazos y le besó la cabeza después de que ella se acurrucara en su pecho de forma perezosa.

Las siluetas se quedaron allí, abrazados de forma cariñosa mientras yo era incapaz de moverme de mi lugar, dejándome como una espectadora involuntaria de como se susurraban palabras cariñosas mientras intercambiaban ligeras caricias en sus rostros.

Una pequeña lagrima se deslizó por mi mejilla mezclándose con la lluvia cuando mi boca se curvó en una sonrisa sarcástica, el había hecho lo que yo no fui capaz de hacer, el la había amado sin temor, sin miedo al que dirán. El la había amado de la forma en la que ella se lo merecía, y me dolía mucho saber que yo tuve la misma oportunidad, solo que yo no la había aprovechado.

De alguna u otra forma, saber que nada malo le había pasado, aparte de mi, me sirvió como consuelo. Mis lagrimas salían como cascadas de mis ojos mientras observaba claramente como se besaban con ternura, si esto fuera una pelicula ella estaría ahora a mi lado, pero es la vida real, y en la vida real los sueños se quedan como lo que son.

Un fuerte "Crack" retumbó en mis oídos, tardé un buen rato en darme cuenta de que no había sido una rama o algo parecido, había sido mi corazón rompiéndose en mi interior. Antes, imaginarla lejos de mi y solo ser una espectadora más de su vida sin ser parte de ella me parecía algo imposible, y ahora era algo que estaba obligada a vivir aunque no lo quisiera, y eso dolía demasiado.

Con fuerza me limpié las lagrimas y me di la vuelta, incapaz de seguir mirando me subí al coche y le grité a Felix que arrancara después de mirar por ultima vez esa ventana.

Extrañarte es como respirar bajo el agua, y esta noche estoy en el fondo del océano...

°°°°°°°°°°

L

Frederic me besó suavemente después de decirle que había visto a Jennie parada en frente de la puerta de nuestra casa, sus brazos me envolvieron con delicadeza mientras me permitía llorar.

Cuando la vi allí, parada en medio de la lluvia mirando con nostalgia y tristeza como el me abrazaba, lo único que quise hacer era correr hacia ella y gritarle que me perdonara por no rogarle que se quedara, decirle que los abrazos de el nunca serán como los que ambas compartíamos antes, que nunca podré amarlo tanto como la amé a ella, que nunca ocupará todo mi corazón porque hay una parte de mi que se niega a soltarla.

No sabía porque había venido, y aunque una pequeña voz en mi cabeza me decía con ilusión que era porque había decidido amarme, había otra que me decía que dejara de pensar en imposibles, que ella nunca sería capaz de dejar atrás el miedo, que su amor por mi no era tan fuerte como yo pensaba, que lo nuestro no tenía solución en este momento por culpa de ambas.

Me sentía tonta, incluso mientras estaba entre los brazos de otra persona siendo consolada con amor, no podía dejar de pensar en ella y todo lo que eso involucraba.

Miré a través de la ventana cuando escuché el sonido de un coche arrancando, nuestros ojos se encontraron como cuando salí a botar la basura, solo que esta vez no fingí no verla. Ambas teníamos nuestra mirada cubierta de lagrimas, solo despegamos nuestros ojos cuando el coche comenzó a acelerar alejándose de mi casa.

Esa iba a ser la ultima vez que iba a ver sus ojos mostrando con sinceridad lo que ella estaba sintiendo, fue la ultima vez que vi su mirada gatuna en persona, fue la ultima vez que la vi a ella en persona también.

Tiempo después, cuando Frederic me propuso matrimonio y nos casamos, salió una entrevista de ella, la vi completa mientras me acurrucaba en mi cama con una sudadera que ella había dejado en mi antiguo departamento, y cuando ya estaba llegando al final me sorprendió con lo que dijo.

- Tambien quería enviar un mensaje a alguien muy importante para mi. Lisa, sé que es un poco tarde pero, felicidades por tu boda -Para los demás era imperceptible, pero sus ojos mostraban un dolor muy profundo mientras sonreía y sus palabras sonaban vacías.

¿Así se sentía un amor imposible?, ¿Dolía tanto?.

Una pregunta pasó por mi mente mientras una lagrima bajaba por mi mejilla.

Me tocó el alma antes que la piel, dime, ¿Como olvido eso?.

•Cuando Nadie Ve• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora