"Estaba jodida porque no me enamoré de sus virtudes, me enamoré de sus defectos">>~•~<<
L
El timbre del teléfono sonaba de forma repetitiva mientras esperaba a que atendieran, era bastante temprano aún pero necesitaba tener esta conversación con alguien, Jennie no era buena opción porque el tema la involucraba a ella así que por eso me encontraba llamando a Rosé.
Cuando contestó sentí un peso menos en mis hombros.
- ¿Sabes la hora que es Lalisa Manobal?, tu definitivamente quieres que yo te mate - Su voz sonaba rasposa y bastante enojada.
- Lo sé, lo sé, es solo que necesito hablar con alguien y no puedo hacerlo con Jennie porque es una sorpresa para ella. Rosie, mi querida amiga, por favor ayúdame - Rogué con dramatismo mientras comenzaba a dar vueltas por la habitación con cuidado de no despertar al pequeño gatito dormilón que estaba en la cama.
- Bien, lo haré, ¿De que se trata esta vez?, y te juro que como me digas que quieres que te lleve mariachis o algo así iré hasta Tailandia solo para patearte el trasero - Me reí recordando la vez que me declaré a un viejo amor de instituto con Rosé cantando una serenata que era tocada por mariachis detrás de mi.
Si, lo romántica viene de nacimiento.
- No, no es nada así, es solo que quiero pedirle a Jennie que sea mi novia pero estoy jodidamente nerviosa a pesar de que ya me dijo que me amaba, ninguna idea viene a mi mente y no quiero recurrir a la típica cena aburrida a la luz de la luna. Quiero hacer algo que yo sepa que recordará, algo inolvidable - Escuché un suspiro pesado venir de la otra linea, mis ideas se agotaban rápidamente.
- ¿Y si haces algo más personal para ambas?, algo que tenga un significado especial, ¿Sabes lo que le gusta a tu enamorada?.
- Claro que lo sé, le gusta lo hogareño, las cosas cómodas y simples - Respondí mientras caminaba hacia la cama y me sentaba cerca del cuerpo desnudo de Jennie que estaba durmiendo boca abajo. Su cuerpo solo era cubierto por la delgada sabana, mirar esa escena era como ver la piel de un bebé ser acariciada por una pluma, sin poder evitarlo recorrí su cuerpo con mi mano desde la curva de su trasero hasta su espalda alta en una caricia suave.
- Entonces has algo hogareño y simple - Y como si fuera arte de magia mi cabeza se iluminó con una idea perfecta.
Recordaba vagamente como Jennie me había dicho ayer después de comprar comida (y antes de que los suaves besos se descontrolaran) que tenía ganas de comer una tarta de chocolate, me comencé a vestir rápidamente mientras le decía a Rosé que era la mejor amiga del mundo, para cuando ella ya estaba diciendo un "Lo sé" arrogante yo ya había salido del edificio en dirección a la pastelería que tanto me encantaba de pequeña.
Cuando llegué me acerqué al mostrador encontrando exactamente lo que buscaba, una tarta de chocolate medianamente pequeña. Miré a la chica que atendía y con una sonrisa en mi rostro apunté con un dedo la tarta.
Ella asintió y la sacó del mostrador, cuando me acercaba para pagar vi al costado de la caja las típicas tarjetas para regalar, solo que estas eran completamente blancas, saqué una y la puse al costado de la tarta que la chica ya estaba cobrando.
- Esta también - Saqué mi tarjeta de la billetera y pagué, antes de que pudiera agarrar mis cosas la chica habló.
- ¿Quieres un rotulador para escribir algo? - El mundo estaba a mi favor hoy.
Asentí con la cabeza, ella fue y volvió de lo que supongo era una oficina y me dió el rotulador, pensé en que escribir y cuando ya lo tenía no dudé ni un segundo, le di las gracias y salí a paso rápido de la tienda, si no estaba equivocada Jennie estaba a nada de despertarse.
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•Cuando Nadie Ve•
FanficEscaparse de la casa de tus padres para ir a ver a la chica que te gusta suena romántico, ¿Cierto? ¿Pero que pasa si llevamos ese amor adolescente a un romance entre dos estrellas de la música?. Jennie, queda totalmente fascinada por su nueva compa...