"La luna sabe más de deseos que las estrellas fugases">>~•~<<
J
¿Nunca han tenido esa sensación de celos? Esa que te aprieta el pecho en dolor y angustia de que te alejen de lo que más quieres, ya saben, esa que causa enojo.
Bueno, así me sentía yo al ver a Lisa siendo muy cariñosa con el idiota de Frederic.
El había llegado de sorpresa a Barcelona después del concierto, y Lisa como la persona tan amable que es lo invitó a que cenara con nuestros managers y nosotras.
Mientras cenábamos y yo miraba con odio al chico mi móvil sonó, en la pantalla aparecía el nombre de Taehyung, me excusé y me levanté de la mesa mientras me alejaba un poco.
Cuando ya estuve lo suficientemente lejos contesté.
- Hola Jen, ¿Como va todo por allá? - Su voz sonaba nerviosa.
Suspiré rememorando todo lo que había pasado en este último tiempo y contesté.
- Bien, todo va bien, de hecho quería hablar sobre algo contigo - Dije mientras pensaba en mis palabras, sin embargo algo que vi a lo lejos me descolocó.
Frederic, que estaba excesivamente cerca de Lisa, acomodaba un mechón de ella detrás de su oreja, Lisa, quien parecía nerviosa, se sonrojó.
Apreté mi puño ahora cerrado mientras mis dientes rechinaban en mi boca, inhalé y exhalé repetidas veces hasta que me sentí lo suficientemente tranquila como para seguir hablando con Taehyung.
- ¿Jennie? ¿Que es lo que quieres decirme? - Estaba tan metida en lo que estaba viendo que no me di cuenta cuando Taehyung me habló.
- Ah si, lo siento, me distraje. Lo que te quería decir es que como bien sabes, lo nuestro es solo por la empresa y que ambos somos completamente homosexuales, pues resulta que me gusta alguien - Lo último lo dije casi en un susurro, decirlo en voz alta se sentía raro, pero no lo hacía menos real.
El otro lado de la linea se quedó en silencio por un momento, de la nada escuché un suspiro de alivio que me hizo sentir tranquila.
- Dios no sabes lo que me alegra escuchar eso, yo también conocí a alguien que es de la empresa y ayer nos besamos, ahora me siento aliviado de que me hayas dicho esto, de lo contrario me sentiría culpable - Sería mentira si dijera que no tenía miedo por la reacción que el pudiera llegar a tener, así que mi cuerpo se relajó cuando me dijo todo eso.
- Pues ahora estamos a mano, me lo tendrás que presentar cuando volvamos, ahora te dejo, están coqueteando mucho con Lisa, adiós Tae.
Corté la llamada y a paso rápido me acerqué a mi puesto en la mesa al lado de Lisa.
Cuando me senté ella me miró interrogante.
- Todo está bien, no te preocupes - Le dije mientras me acomodaba en la silla y tomaba su mano por debajo de la mesa.
Ella asintió mientras sonreía y se volvió a concentras en lo que estaba diciendo mi manager, pero a pesar de eso yo no podía olvidar la situación que vi entre ella y Frederic, a penas la recordé los celos me invadieron de nuevo.
Apreté con fuerza su mano mientras fruncía mis labios recordando la imagen de Frederic y ella estando muy cerca, ella me miró con el ceño fruncido y la cabeza ligeramente ladeada.
Me acerqué a su oído y susurré.
- ¿Te divertiste con Frederic mientras yo estaba en la llamada? - Su cuerpo se tensó y su respiración se entrecortó, sin embargo, contrario a lo que esperé, ella se alejó y me miró con una sonrisa en su rostro.
Me sentí confundida por su reacción.
- Chicos, disculpen pero Jennie no se está sintiendo bien y me pidió si podía acompañarla a la habitación. Nos vemos mañana - Y sin siquiera mirarme agarró mi mano con más fuerza y me sacó a rastras del salón en donde estábamos cenando.
- Oye, espera, ¿Lisa que estás haciendo? - Pregunté mientras intentaba seguirle el paso desde atrás.
- Estamos yendo a un lugar más privado - Respondió mientras me seguía arrastrando por los pasillos y las escaleras hasta llegar a la piscina que tenía el hotel, como ya era de noche las únicas luces que habían eran las que estaban bajo el agua.
Miré con confusion como ella se detenía y se sacaba los pantalones cortos y la camiseta que llevaba.
- ¿Realmente te vas a meter ahora? - Dije con un leve enojo en mi tono mientras intentaba no mirar mucho su cuerpo, si lo hacía se me iban a olvidar todos mis celos y el porqué estaba enojada, ademas todavía seguía sin responder a la pregunta que le había hecho en la mesa.
- Corrección, vamos a meternos - Y sin más agarró mi mano y me lanzó al agua junto a ella con mi ropa puesta, la iba a matar.
Pude sentir la temperatura de mi cuerpo bajar a penas toqué el agua, estaba un poco fría y temí agarrar un resfriado.
- ¡¿Estás loca?! - Grité mientras salía del agua y tomaba una profunda bocanada de aire, ella había sacado su cabeza antes que yo y ahora estaba riéndose con su flequillo pegado a su frente mientras yo apretaba mis puños furiosa.
- Si, estoy loca - Se acercó hasta mi y tomó entre sus brazos mi cintura mientras yo llevaba mis manos a sus hombros y temblaba un poco por el frío - Pero de amor por ti - Y el fuego que ardía en mi interior se apagó.
Mi gesto se suavizó mientras sus ojos llenos de amor me hacían sentir tímida, me apretó contra su cuerpo mientras yo rodeaba su cadera con mis piernas, acerqué mi rostro al suyo y la besé olvidándome de todo lo anterior y de donde estábamos.
Sus labios eran cálidos mientras su cuerpo se apretaba contra el mío, de repente dejé de tener frío.
Nos besamos con calma sabiendo que nadie más estaba ahí, sabiendo que estábamos en nuestra burbuja que parecía irrompible y que nos queríamos.
Cuando nos separamos nos quedamos con nuestras frentes pegadas sintiendo la respiración de la otra.
- Quiero creer que si vamos a tener nuestro final feliz - Susurré mientras cerraba mis ojos, no me importaba verla, solo quería sentirla.
- No te prometo que lo tendremos, pero haré todo lo que esté a mi alcance para hacerte feliz mientras me permitas estar en tu vida - Y a pesar de que nuestro futuro no era seguro, sus palabras me tranquilizaron, confiaba en ella, tanto como para darle todo de mi y no tener miedo.
Nos quedamos durante más de una hora en la piscina, abrazadas y besándonos, siendo la luna y las estrellas los únicos testigos de nuestro pecado, disfrutando de nuestro momento y creyendo que lo nuestro si podía ser.
En ese momento solo estábamos ahí, queriéndonos y acariciándonos, porque a veces para hacer el amor no necesitas estar desnuda, no necesitas tocarla, solo quererla.
Incluso cuando me enojo contigo lo único en lo que pienso es en besarte...
ESTÁS LEYENDO
•Cuando Nadie Ve•
Hayran KurguEscaparse de la casa de tus padres para ir a ver a la chica que te gusta suena romántico, ¿Cierto? ¿Pero que pasa si llevamos ese amor adolescente a un romance entre dos estrellas de la música?. Jennie, queda totalmente fascinada por su nueva compa...