CAPÍTULO XIV. Segundo partido.

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—... ¿Louis? —Agachó su cabeza un poco más cuando escuchó la preocupada voz de Niall—. ¿Estás bien?

—S-sí —mintió.

El novio de su mejor amigo no pareció creerle, viendo como sus pies se dirigían hasta quedar delante de él. No quería alzar la cabeza, no quería mostrase vulnerable ante Niall, no quería...

Necesito a Zayn.

—Puedes contar conmigo para lo que sea, ¿lo sabes, cierto? —Su mano se cerró alrededor de su hombro dándole un apretón reconfortante—. Al fin y al cabo... somos amigos.

¿Soy amigo de Niall?

Finalmente posó sus orbes sobre los contarios, demostrando como las lágrimas estaban a punto de ser derramadas. Niall frunció el ceño, subiendo ambas manos hasta sostener las mejillas de Louis.

—En serio, ¿qué ha ocurrido? —preguntó de nuevo. Louis negó con la cabeza, sintiendo que su voz se quebraría en cualquier momento. La presión que sentía sobre su pecho le quitaba el aire y la celeste mirada de Niall sobre él le ponía nervioso—. Déjame ayudarte.

—Harry estaba con...

—¡Looouis! —Exclamó Zayn llegando con un par de refrescos en mano—. Oh, podría haberte comprado uno, no sabía que estabas aquí... ¿estás bien?

Zayn le arrebató el lugar a Niall, dándole las latas antes de sostener con cariño las mejillas de Louis.

—Harry estaba con Dae —dijo. Los otros dos jóvenes alzaron una ceja sin comprender demasiado—. Yo... no sé si es correcto decirlo, pero Harry es adicto a la maría y aunque haya intentado ayudarle parece que no puede dejarlo. Estuvo haciéndolo bien durante unos días, pero hoy le he visto con Dae y me ha hablado mal y...

—Espera, espera. —Le interrumpió Niall. Louis parpadeó lentamente, derramando la primera lágrima—. Cuándo se puso tan mal en la feria, ¿fue por eso?

Louis asintió.

—Mierda... —murmuró Zayn.

—No podéis decir que os lo he dicho. Él me lo contó solo a mí y no sé si... —suspiró, habiendo perdido su voz—. No quiero molestarle más.

—¿Por qué le molestarías? —Zayn parecía realmente confundido—. En serio, Harry te adora.

El silencio se hizo presente entre los tres jóvenes. Louis sabía que ellos querían una respuesta, tener un poco más de contexto ante toda la información dada, sin embargo, estaba abrumado.

La cabeza le dolía y las palabras que le brindó Harry se seguían sintiendo como puñales: "Ni se te ocurra continuar. Deja de molestar y ve a la cafetería".

La sequedad en su voz se quedó grabada en la memoria de Louis, siendo algo bastante duro saber que, la persona que le gustaba y con la que compartió momentos íntimos, pensaba eso de él.

¿Realmente soy una molestia para Harry?

—Me lo dijo él —admitió.

—¿Harry te dijo que eres una molestia? —Zayn secó sus lágrimas con cariño, mirándole fijamente a los ojos—. Louis, ¿estaba fumado? —El mencionado asintió—. ¿Y no crees que quizá haya dicho eso por estar drogado?

Se encogió de hombros.

—La última vez también se comportó un poco mal, pero me pidió disculpas de inmediato —confesó, recordando cómo le abrazó por la espalda—. Esa mañana solo me gritó.

Niall tenía una expresión que dejaba claro lo poco que le estaba gustando lo que contaba Louis.

—Aléjate de Harry —dijo el rubio.

LAS VOCES QUE ME MIENTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora