CAPÍTULO XVI. Casa del terror.

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Lou:
Esta semana quitan la feria.
Sé que no fue una buena tarde...
¿Pero te apetecería ir de nuevo?

Harry:
Está bien, no te preocupes.
Podemos intentarlo otra vez.

Lou:
No tienes que hacerlo por mí.
Zee y Niall también estarán.

Harry:
Me apetece.
De verdad, me apetece ir.

Harry le sonrió a la pantalla de su teléfono como si tuviese a Louis delante. Podía imaginárselo tumbado en la cama, con el portátil sobre su estómago mientras estudiaba. Le gustaba saber que buscaba tiempo para escribirle, sin embargo, no estaba de acuerdo con todas sus palabras, ya que no consideraba correcta la parte de: "Sé que no fue una buena tarde".

Realmente fue un dia agridulce, sintiéndose terrorífico durante el tiempo que el sol aún no se escondía. Aunque, para su suerte, cuando la luna se hizo presente, tuvo la dicha de ser abrazado por el chico al cual quería.

Eso creó un buen recuerdo en su tarde.

Esperó paciente a la respuesta de Louis, deseando conocer su opinión al respecto de lo último escrito. No obstante, la delicada mano de Flora se agitó ante sus ojos, devolviéndole a la realidad donde trabajaban en el proyecto.

—Pensaba que era algo importante —habló la chica, girando un poco mejor su silla.

—Era importante —respondió algo molesto.

Flora estiró sus labios en una mueca disconforme, pareció sellar su boca con una cremallera invisible, guardando así unos pensamientos que seguro no le gustarían a Harry.

—¿Continuamos?

Harry asintió.

El resto de la tarde se vieron envueltos entre debates amistosos, compartiendo la información que sacaban de internet. El rizado no estaba especialmente a gusto en aquella casa, sintiendo una tensión desagradable en el ambiente que no le pertenecía a él.

Estuvieron solos desde que Harry llamó al timbre de aquella coqueta casa, pintada en tonos beiges y verdes. Flora era de su agrado, pero sentirse observado por un par de ojos castaños cada vez que escribía en su portátil... le ponía los pelos de punta.

La encantaría estar encerrado en su habitación con Louis, disfrutando de la segunda película de Toy Story así como se lo prometió. Para su suerte, dividieron el plan en dos días, pudiendo centrarse en sus estudios.

Desde un principio, pensó que ser amigo de Louis le bastaría. Incluso le parecía suficiente sentir que Zayn y Niall intentaban acercarse a él. Sin embargo, como todo ser humano, Harry terminó cediendo a su naturaleza amistosa y compartió palabras con algunos compañeros de su clase.

La primera vez salió mal, habiendo conocido a Dae. Ese chico le llamó la atención por su atractiva apariencia, vistiendo pulcramente mientras le regalaba sonrisas cuando sus miradas coincidían. Se sentía bastante estúpido al haber caído, al haber dejado tirado a Louis y al haber fumado ese...

—Harry, ¿me estás escuchando? —Flora alzó ambas cejas a la vez que el mencionado—. Este punto es importante.

—Lo siento. ¿Podrías repetirlo?

No quería ignorar a la chica de cabellos rizados, pero era algo que tenía en mente desde que Louis le dijo que ella parecía interesada en él. Le encantaría poder hacer que se retractase de sus apresuradas palabras, pero parecía estar en lo cierto.

LAS VOCES QUE ME MIENTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora