-Bueno, señor Wood, ¿tú vas al colegio?
-Claro que sí. ¿Te crees que soy un tonto?
-¿Y cuál es tu clase favorita?
-El taller de carpintería, claro.
-¿Qué estás construyendo en el taller?
-¡Una muñeca! ¿Qué otra cosa, si no? ¡Ja ja! ¿Crees que quiero pasarme el resto de mi vida en tu falda?
Kris estaba sentada delante del espejo del tocador, con el señor Wood en las piernas, observándose mientras practicaba su número para el concierto del colegio.
El señor Wood llevaba dos días portándose bien. No había habido más incidentes misteriosos. Kris empezaba a sentirse mejor. Tal vez todo iría bien en adelante.
Se acercó al espejo para mirarse la boca mientras hacía hablar al muñeco. Era imposible pronunciar las bes y las emes sin mover los labios. Tendría que hacer lo
posible por evitar esos sonidos.«Ya se me da mejor pasar de la voz del señor Wood a la mía -pensó contenta-. Pero tengo que ser más rápida. Cuanto más deprisa hablemos él y yo, más gracia
tiene.»-Vamos a intentarlo otra vez, señor Wood -dijo, acercando la silla al espejo.
-Trabajo, trabajo, trabajo -le hizo gruñir al muñeco.
Pero antes de poder comenzar, Lindy irrumpió sin aliento en la habitación. Kris la miró acercarse por el espejo, con su largo pelo flotando suelto sobre sus hombros y
una exaltada sonrisa en la cara.-¡Adivina! -exclamó Lindy.
Kris iba a contestar, pero su hermana no le dio ocasión.-La señora Petrie estaba en la fiesta de Amy Marshall. Trabaja para el Canal Tres, la cadena de televisión. Y cree que soy bastante buena para ir a La búsqueda de
talentos, el programa que hacen todas las semanas.-Ah, ¿de verdad? -fue todo lo que Kris logró decir.
Lindy se puso a saltar exaltadísima y a dar vítores.
-¡Slappy y yo vamos a salir en la tele! -gritó-. ¿Verdad que es fantástico?
Al ver en el espejo el rostro jubiloso de su hermana, Kris sintió una punzada de envidia.
-¡Tengo que contárselo a mamá! -dijo Lindy-. ¡Mamá! ¡Mamá! -Salió corriendo de la habitación. Kris la oyó gritar por todas las escaleras.
-¡Aaaaah! -Kris lanzó un furioso grito sin poder evitarlo-. ¿Por qué todas las cosas buenas le pasan a Lindy? -exclamó en voz alta-. Yo voy a presentar un estúpido concierto para unos quinientos padres... ¡Y ella va a salir por la tele! ¡Y eso que soy tan buena como ella, o incluso mejor!
Estaba tan furiosa que levantó al señor Wood por encima de su cabeza y lo estrelló contra el suelo. La cabeza del muñeco golpeó el suelo con un fuerte clonk y
su boca se abrió como si fuera a gritar.-Vaya. -Kris hizo un esfuerzo por recuperar la compostura.
El señor Wood, hecho un bollo a sus pies, la miraba con expresión acusadora. Kris lo levantó y lo estrechó contra ella.
-Ya está, ya está, señor Wood -susurró-. ¿Te lastimaste? Lo siento
mucho. No fué mi intención.El muñeco seguía mirándola. Su sonrisa pintada no había cambiado, pero sus ojos parecían fríos e implacables.
Era una noche tranquila. No había brisa, las cortinas no se movían. La pálida luz de la luna entraba por la ventana creando largas sombras violetas que parecían reptar
por toda la habitación.Lindy dormía inquieta, agitada por sueños vertiginosos y llenos de colores. Un ruido la despertó sobresaltada. Un suave ruido apagado.
-¿Eh? -Levantó la cabeza de la almohada húmeda y se dio la vuelta.
Alguien se movía en la oscuridad. El ruido que había oído eran pasos.
-¡Hey! -susurró, totalmente despierta ya-. ¿Quién anda ahí?
La figura se dio la vuelta en la puerta. Era una sombra perfilada contra sombras más oscuras.
-Soy yo.
-¿Kris?
-Sí. No sé por qué me desperté. Tengo la boca seca. Voy a la cocina a por un vaso de agua.
Desapareció en la oscuridad. Lindy escuchó sus pasos en las escaleras. Cuando el sonido se desvaneció, la niña cerró los ojos y reclinó la cabeza en la almohada.
Un instante después oyó el grito de horror de Kris.
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La noche del muñeco viviente
TerrorLa historia y los personajes pertenecen a R.L Stine, yo sólo comparto su historia con ustedes. Lindy ha encontrado un muñeco al que llama Slappy, y cuando lo maneja se convierte en el centro de atención. Su hermana Kris le tiene envidia, por lo que...