-¿Qué hay que mirar? -gritó el señor Powell, ajustándose la camisa del pijama.
Kris señaló de nuevo al muñeco.
-Es-está intentando escapar -balbució.
Pero el señor Wood yacía sin vida boca abajo.
-¿Se trata de una broma? -preguntó la señora Powell enfadada, con las manos en la cintura de su camisón de algodón.
-No lo entiendo -dijo el señor Powell moviendo la cabeza.
-El señor Wood... salió corriendo por las escaleras -explicó Kris frenética-.Él es el culpable de todo. Él...
-No tiene ninguna gracia -la reprendió débilmente la señora Powell, pasándose la mano por el pelo rubio-. No tiene ninguna gracia, Kris. ¡Despertar a todos en
plena noche!-Creo de verdad que has perdido la cabeza. Me tienes muy preocupado -añadió el señor Powell-. Después de lo que pasó hoy en el colegio...
-¡Escuchénme! -chilló Kris. Se agachó a recoger al señor Wood del suelo y, sosteniéndolo por los hombros, lo agitó con fuerza-. ¡Se mueve! ¡Corre! ¡Habla! ¡Está vivo!
Dejó de sacudir al muñeco, que cayó sin vida al suelo, hecho un bollo a sus pies.
-Me parece que necesitas que te vea un médico -dijo muy preocupado el señor Powell.
-No. ¡Yo también lo vi! -Lindy se lanzó en ayuda de su hermana-. Kris tiene razón. El muñeco se movía. Bueno -añadió-, creo que se movía.
«Pues sí que me estás ayudando», pensó Kris, que de pronto se sentía débil y agotada.
-¿No será otra de sus travesuras? -preguntó enfadada la señora Powell-. Después de lo que pasó esta noche en el colegio, pensé que tendrías suficiente.
-Pero, mamá... -comenzó Kris, mirando el muñeco sin vida que tenía a los pies.
-A la cama -ordenó su madre-. Mañana no hay colegio. Ya tendremos tiempo de discutir qué castigos les ponemos.
-¿A mí? -gritó Lindy, indignada-. ¿Yo qué hice?
-¡Mamá, te estamos diciendo la verdad! -insistió Kris.
-Sigo sin verle la gracia -dijo el señor Powell moviendo la cabeza. Se volvió hacia su esposa-. ¿Es que tenemos que creerla?
-A la cama las dos. ¡Ahora mismo! -exclamó la señora Powell, tras lo cual desapareció con su marido en dirección a su dormitorio.
Lindy se quedó con la mano en la barandilla, mirando a Kris con expresión pesarosa.
-Tú me crees, ¿no?
-Supongo que sí -contestó Lindy dudosa, mirando el muñeco en el suelo. Kris también bajó la vista y vio que el señor Wood parpadeaba y comenzaba a incorporarse.
-¡Ah! -gritó asustada. Tomó al muñeco del cuello-. ¡Lindy, deprisa! ¡Se está moviendo otra vez!
-¿Q-qué hacemos? -balbució Lindy, bajando vacilante las escaleras.
-No lo sé. -El muñeco agitaba brazos y piernas contra la alfombra, tratando desesperadamente de liberarse de Kris, que lo tenía agarrado por el cuello con las dos manos-. Tenemos que...
-No pueden hacer nada, ¡nada! -ladró el señor Wood-. Ahora serán mis esclavas. ¡Estoy vivo otra vez! ¡Vivo!
-¿Pero cómo? -preguntó Kris, mirándole sin dar crédito a sus ojos-. Eres un muñeco. ¿Cómo...?
El señor Wood soltó una risotada.
-Tú me devolviste la vida -dijo con su voz áspera-. Leiste las palabras
antiguas.¿Las palabras antiguas? ¿De qué estaba hablando?
Entonces Kris se acordó de la hoja de papel que encontró en el bolsillo del muñeco y de las extrañas palabras que había pronunciado en voz alta.
-Volví a la vida gracias a ti -gruñó el señor Wood-. Y ahora tu hermana y tú me obedecerán.
Mientras miraba horrorizada al sonriente muñeco, a Kris se le ocurrió de pronto una idea. ¡El papel! Se lo había metido otra vez en el bolsillo.
«Si vuelvo a leer las palabras -pensó Kris-, quedará sin vida de nuevo.» Con un movimiento tomó al muñeco. Él intentó apartarse a tirones, pero ella fue más rápida y en un instante tuvo el papel amarillo en las manos.
-¡Dame eso! -gritó el señor Wood, intentando agarrarlo. Kris lo mantuvo fuera de su alcance y se apresuró a desdoblarlo.
Y antes de que el muñeco pudiera arrebatarle el papel, Kris leyó las extrañas palabras en voz alta:
-«Karru marri odonna loma molonu karrano.»
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La noche del muñeco viviente
رعبLa historia y los personajes pertenecen a R.L Stine, yo sólo comparto su historia con ustedes. Lindy ha encontrado un muñeco al que llama Slappy, y cuando lo maneja se convierte en el centro de atención. Su hermana Kris le tiene envidia, por lo que...