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(Andy)

Cada latido que sentía por Kai era rápido, pero los disfrutaba, miro alrededor. El silencio inundaba mi casa, todos andan inmersos en sus móviles. A veces me pregunto si realmente saben que existo. En fin, hace varias horas no había recibido ningún mensaje de Kai, me detuve frente a la ventana a revisar el móvil. En eso observaba las fotos que tenía junto a él, es un chico lindo, adorable, pero algo sensible. Pero sobre todo de buen corazón. He estado totalmente centrado buscando la manera en cómo conquistar a Kai. Todas estas sensaciones son realmente nuevas para mí, nunca había sentido tanto por un chico antes.

Me preparo para buscar a mi hermano al aeropuerto, estaba un poco tarde, así que terminaba de alistar mi cabello, el peinado de Elvis Presley nunca podía faltar en mí. Creo que sera una de las razones por las que Kai me encuentra llamativo. Me envuelvo sonriéndole al móvil mientras seguía observando las fotos de Kai. Mi gran burbuja distractora estallo cuando entra mi madre a la habitación.

—¡Mamá! ¡Qué susto!

Mi madre se recostaba en la pared.

—¿Andrés por qué tardas tanto? Debemos llegar a tiempo al aeropuerto—Veo que baja su mirada y observa mi móvil. Rápido lo toque y lo lleve a mi pecho.

Intento distraerla, pero sabía que sería muy difícil.

—Ah, si ya casi acabo.

Cerró la puerta y se marchó, menos mal, que alivio.

No me sentía cómodo, sabia que esta "dulce interacción" con mi madre no duraría por mucho. Aunque mi confianza con mis padres no es la mejor del todo, con mi hermano es la peor. Su llegada sería un completo caos para mi vida, aunque, Kai seria la total distracción para olvidarme de ello. La verdad es que siempre ha sido así, la relación con mi familia es totalmente fría. Y es la verdad; siempre he sido sumamente distante con ellos en cuanto a mis asuntos personales. Principal motivo de ello lo es cuando mi hermano mayor se mofaba de mí y me ponía en ridículo en las reuniones familiares. Si tenia un amigo o lo que fuera era un gran detonante para que fuera objeto de burlas. Desde ese entonces, decidí cerrar mi corazón y ser sumamente sabio con confiar libremente. Una cosa tras la otra me convirtió en lo que soy hoy, un chico frio de buenos sentimientos, pero sin saber como expresarlos abiertamente.

—Hermano, tanto tiempo sin verte—me saluda. Veo que había cambiado su físico.

Le estrecho la mano, hasta que me abraza de forma ruda.

—Has estado haciendo ejercicio—pregunté

Intenta ahorcarme con uno de sus brazos musculosos. Otra razón por la cual mi relación con mi hermano era cortante, odio sus juegos rudos.

—Ya...me duele—grité

No podía faltar, mi hermano es el hijo mimado de mi padre, vivo ejemplo de ello dejándolo escoger el platillo mas caro de su restaurante preferido. Simplemente alterné mi atención hacia la avenida que pasaba frente al lugar. Perdido en mis pensamientos, totalmente disociado de la realidad, del mundo, de todo. Pero con un pensamiento latente en mi cabeza, esperando a que llegara alguna señal de ese chico. Hundido completamente en mi mente, abruptamente se rompe mi burbuja distractora con la voz irritante de mi hermano.

—Oye, tu—me lanzó una papa frita a mi rostro

Lo miro con desagrado y le volteo los ojos.

—Ya tienes novia? —preguntaba

Totalmente espantado con las miradas de todos fijamente en mí, me sentí hostigado y quería ignorar, solo que insistía en saber.

—No, no me apetece hablar de eso.

Porque siempre dan a lugar preguntas tan incomodas en ves de cosas que si realmente tengan relevancia. Por lo que las familias forman grietas en nuestros corazones dando a lugar la ausencia de confianza. Detestaba estar allí, apenas disfrutaba mi comida, recostaba mi rostro con mi mano posicionada en mi mejilla mirando nuevamente la avenida.

—Andrés—interrumpía mi madre. –Apenas has tocado tu comida, ¿no te ha gustado o qué?

Elevé mi mirada hacia ella.

—No, no es eso mamá .
—Y que sucede entonces?

Intenté calmar mi enojo para no dañar aquella "noche de familia" pero simplemente no me pude contener.

—Ugh, me parece absurdo el tipo de preguntas que el me hace, es todo.

—No debes enfadarte por puras tonterías.

—Ah, ¿no? —me levanté de la mesa. —Como tú no eres la persona a la cual se siente intimidada con preguntas de tal aspecto. Lo siento mamá, pero me parece absurdo todo esto.

Caminé hacia afuera de aquel restaurante en busca de aire fresco. Sentía como sus miradas quedaban a mis espaldas mientras yo solo quería huir de ahí. A veces le preguntaba a Dios porqué me había puesto en una familia tan disfuncional como la mía. O si algún día todo eso podría mejorar. Simplemente que me mandara una señal si realmente todo pudiese cambiar.

Instantes más tarde recibía un mensaje de Kai.

—Hola tontito, ¿qué tal tu noche? :)

Todos los problemas que tenia en ese momento se disolvieron, y volvía sentir esos latidos rápidos en mi corazón, sin duda alguna Kai se había convertido en mi lugar seguro.

Midnight Rain Donde viven las historias. Descúbrelo ahora