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Diario secreto de Andy

A veces pienso que la vida no es tan mala como puede parecer, hay altas y bajas, pero momentos lindos también. Pero, ese no es mi caso, llevo tres años sufriendo del constante acoso de mi padre. Me levanté de la cama, miré fijamente al reloj que tenía en la pared, alce mis brazos para estirarme. Era de madrugada, alrededor de las cuatro de la mañana, el insomnio no me dejaba descansar, ya era costumbre permanecer como una lechuza vigilante y astuta. Decidí aprovechar todo ese tiempo que pierdo, tomé mis zapatos deportivos, audífonos y llaves. Caminé hacia la puerta principal de mi hogar, pude ver a mi padre tirado en el sofa con un plato lleno de palomitas que caían después de roncar, pude divisar las botellas de cerveza tiradas en el suelo. Después de todo pude entender la razón por la cual mi madre pidió el divorcio.

Salí y comencé a correr, había olvidado mi sudadera, pero no hacia tanto frío. El silencio de la noche era algo inquietante y tenebroso. Comencé a escuchar varias canciones que Kai me había recomendado. Podía escuchar de todas formas los ladridos de los perros y me asustaba. Me detuve en una tienda de conveniencia a por agua.

—Corriendo a estas horas, ¿qué no es un poco riesgoso? —preguntó el cajero
—No, de hecho es más tranquilo.

Pagué y le sonreí, al salir pude sentir varias gotas de lluvia y era extraño que lloviera a esa hora. Comencé a correr nuevamente, esta vez directo a mi casa. Decidí cortar camino por un callejón algo oscuro «me daba mucho miedo la oscuridad» solo pensaba en algo que me motivaba a seguir corriendo. Pude ver una sombra parada frente a mi al final de callejón oscuro, un pequeño farol iluminaba aquella parte del callejón con una luz tenue y pude divisar esa sombra.

Era un hombre encapuchado, parecía tener algo en las manos y estaba algo alerta. No sabía si era un delincuente o simplemente alguien jugando con una broma. Me detuve y decidí retroceder varios pasos hasta que de momento pude sentir más pasos acercándose tras de mí.

Corrí lo más rápido posible, tres chicos iban tras de mi y con unas intenciones no muy buenas, corrí lo más veloz posible hasta que tropecé en una acera. Intenté ponerme de pie y moverme pero me había lastimado la rodilla gravemente y apenas soportaba el dolor. Los chicos llegaron y sucedió lo peor...

—¡Suéltenme!—grité fuerte
—¡Cállate maldito!
—¡Déjenme en paz, ayúdenme!

Uno de los chicos me había pegado en el rostro, quedé inconsciente hasta que llegué a una casa extraña pero cerca de mi vecindario. Tenían cosas extrañas, una cama algo revolcada, esposas y un sillón de forma extraña.

Me habían atado de brazos, no sabía que iba a suceder intenté gritar y moverme desesperadamente hasta que finalmente me habían tapado la boca con cinta adhesiva. Uno de los chicos se quedó conmigo en la habitación, los otros habían salido a otro lugar, y se me había sumamente extraño.

Comenzó a desnudarse, pero el chico llevaba una máscara puesta en su rostro, comenzó a desnudarme y a manosear todo mi abdomen.

—Serás mío, siempre he querido follarte—exclamó

Su voz se me hacía familiar, pero mi miedo ganaba cada vez más. Seguía desesperado, me sentía impotente, mis manos atadas, completamente desnudo y con bastante frío en aquella habitación. Me sentía completamente inútil. Las lágrimas corrían por mis mejillas, eran tantas que podían reemplazar el caudal de un rio. Habían abusado de mí, tocaron mi cuerpo sin mi consentimiento. Me sentí toda una basura. Usado. Destrozado. Podía sentir la respiración agitada de aquel sujeto cerca de mi nuca. 


Horas mas tarde, ya cuando el sol comenzaba a salir, me dejaron ir, carecía de varias prendas de ropa. Caminaba desbalanceado por aquellos callejones cercanos a mi hogar. Me detuve frente a mi casa y comencé a gritar, mi rostro estaba golpeado, me dolían mis piernas y odiaba recordar todo lo que aquel sujeto me decía mientras abusaba de mí. Entre a mi habitación, mi padre no estaba en casa y simplemente camine hacia la ducha, recostándome en la pared y terminando en llanto. 




Midnight Rain Donde viven las historias. Descúbrelo ahora