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𝗛𝗲𝗮𝘁𝗵𝗲𝗿

Recogí a Robby a unas cuadras de Cobra Kai para ir a nuestra cita, la cual, había tenido un cambio de última hora. Aunque él aún no lo sabía.

—Me gusta como estás vestido—le dije—. Parece un chico malo.

—Tú tampoco te ves como una chica buena—comentó, divertido—. De hecho, vas muy distinta a como te vistes normalmente.

Llevaba un mono negro, una chaqueta roja, negra y blanca, unas zapatillas de los mismos colores y unas gafas las cuales solo pondría en mi cabeza pues era de noche.

》Pero, aún así estás jodidamente guapa. De hecho, cancelaría ahora mismo la cita y...

—Hay tiempo para eso después—dije guiñándole un ojo aprovechando que estábamos parados en un semáforo.

Continué conduciendo hasta desviarme por una carretera la cual llevaba hacia el área industrial de la ciudad.

—¿A dónde vamos?—cuestionó Robby—. Pensaba que íbamos al cine.

—Puede que haya cambiado de planes—comenté.

—¿Y qué cita podemos tener en un área industrial?—preguntó mientras aparcaba el coche.

—Una que dudo que te esperes—respondí bajando del coche.

Ya se podía escuchar la música desde ahí y un montón de coches estaban aparcados.

Llegamos a lo que era la calle principal donde dos coches pasaron a toda velocidad frente a nosotros.

—No me jodas—dijo Robby—. ¿Me has traído a una carrera ilegal? Tengo una condicional.

—Tranquilo, bombón—le dije—. La policía no se atreve a poner un pie aquí. No sería la primera vez que salen escaldados.

—Dijiste que no me llevarías a hacer cosas ilegales—comentó.

—Eso fue antes de que me enterara de que había una carrera—respondí mientras cruzábamos al otro lado—. Confía en mí, ¿vale? Si la policía viniese mucho por aquí no te traería.

Él suspiró.

—Solo un rato—dijo.

Asentí.

Tomé una de sus manos para no perderlo mientras nos metíamos entre la gente.
Terminamos en la primera fila.

—Aquí se ve muy bien—le dije.

Me acerqué y dejé un beso en sus labios.

》Me gusta que estés aquí. Me pone pensar en ti conduciendo uno de esos Ferrari.

Él abrió mucho los ojos ante mi confesión ahí en público.

Le sonreí inocentemente.

—¿LaRusso?—escuché una voz femenina tras de mí.

—Courtney—dije al girarme con una sonrisa.

—Qué sorpresa verte por aquí—comentó—. Hacía mucho que no venías.

—Me enteré de había carrera y quise venir.

—Estás muy guapa—me dijo—. ¿Él es tu novio?

—Sí—respondí atrayendo a Robby hacía mí—. Es Robby.

Ambos se saludaron con un movimiento de cabeza.

—Bueno, toma esto—dijo dándome un vaper—. Te lo regalo, te he echado de menos.

—Y yo a ti, Court—le dije.

Sonrió.

—Voy con Hugo, creo que ha traído absenta de su viaje a Europa—comentó—. Enseguida vuelvo.

𝕷𝖔𝖘𝖙 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖋𝖎𝖗𝖊 || 𝕽𝖔𝖇𝖇𝖞 𝕶𝖊𝖊𝖓𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora