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𝗛𝗲𝗮𝘁𝗵𝗲𝗿

Estaba en el sofá viendo Instagram y comiendo unos pastelitos.
No tenía nada que hacer y empezaba a estar de mal humor.

—¿Te has comido toda la caja de pastelitos de uva?—me preguntó Anthony casi acusándome.

—Solo quedaban dos, tranquilízate—respondí.

—Yo también he de salir de la depre—comentó—. Necesito consolarme.

—Ay, ¿qué te ha pasado?—pregunté fingiendo pena—. ¿Has vuelto a perder en Fortnite?

—La verdad es que... tengo problemas con ese Cobra Kai—comentó.

—¿Al que perseguiste y le tiraste leche por encima?—cuestioné.

—No. Llenamos una bolsa y la metimos en su taquilla—explicó—... Da igual. Sigue aprendiendo kárate...

—Madre mía, si vuelvo ha escuchar la palabra kárate este verano me va a dar algo—dije.

—¿Por qué estás tan rara?—cuestionó—. Es porque Robby ahora está con la rubia loca esa.

Apreté mi mandíbula al oír eso. Aunque no fuera verdad, me molestaba.

Me levanté para irme.

—Mensaje para Sam, Moon y Yasmine—dije hacia el móvil—: "¿Brunch hoy? Necesito salir de casa".

Subí a mi habitación.

[...]

"Me muero de verte. ¿Cómo estás?"

Leí en el móvil de Sam.

—Desesperado—dijo Yasmine—. Pero mono. Sabe que la ha cagado.

—Siento que la cosa ha estado rara últimamente—mencionó Sam—. Quiero decirle muchas cosas. ¿Se lo cuento tal cual?

—¡No!—exclamó Yasmine quitándole el móvil de las manos—. No, menos es más.

—Estoy con Yas—dijo Moon.

—Sí. Es mejor tener esas conversaciones en persona—agregué para después apoyar mi cabeza sobre mi mano.

—Breve, pero sin ser agradable—habló Yasmine devolviéndole el móvil.

—"Estoy bien"—leyó Sam—. ¿Añado una carita sonriente o algo?

—¡No! / Claro—dijeron Moon y Yasmine a la vez.

Sam las miró confusa.

—No lo hagas, las cosas están mal entre vosotros. No le hagas pensar lo contrario—dije.

Ella asintió.

—¿Qué sabemos de ti y Robby?—cuestionó Yasmine—. Lo vi en el baile con esa tal Tory. ¿Están saliendo?

Suspiré.

¿Todo el mundo me sacaría ese tema hoy?

—No están saliendo—informé—. Y él y yo somos amigos.

—Amigos que se quieren de otra forma—comentó Yasmine—... y que se desean.

Rodé los ojos.

—Entiendo que lo haga, eres guapísima—me dijo Moon.

—Y vistes muy bien—continuó Yasmine—. Eso te da puntos.

—Muchas gracias por los piropos, chicas—hablé—. Pero podríamos cambiar de tema.

—¿Sabéis?—cuestionó Moon—. Sé de un sitio al que podemos ir a relajarnos, ¿qué os parece?

Asentí al igual que el resto.

𝕷𝖔𝖘𝖙 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖋𝖎𝖗𝖊 || 𝕽𝖔𝖇𝖇𝖞 𝕶𝖊𝖊𝖓𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora