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𝗛𝗲𝗮𝘁𝗵𝗲𝗿

—Hace dos semanas, en el instituto West Valley, un descomunal disturbio de kárate pilló a alumnos y profesores por sorpresa y ha causado conmoción en el Valle—decía la periodista—. Hoy alumnos se han reunido pacíficamente para rezar y cantar.

》Está noche, el instituto West Valley celebrará una asamblea para contestar preguntas y aplacar los ánimos.

Lo cierto es que no le estaba prestando demasiada atención a la tele.
Estaban repitiendo lo mismo de siempre, tan solo buscaba noticias de Robby.

De repente, su foto apareció en la televisión.

—La policía sigue buscando a Robby Keene, que huyo después de tirar de una patada a Miguel Díaz desde el primer piso—narraban—. Cayó justo aquí, en estas escaleras. Keene ha sido expulsado. Por su parte, Díaz sigue en coma en el Hospital General de West Valley.

Apagué la tele, frustrada.

—Heather, vamos a cenar—dijo mi padre.

—Ahora voy—respondí.

Me levanté y caminé a la mesa donde ya estaban los demás.

Comenzamos a cenar en silencio. Estos días apenas había conversación en la mesa.

A mí no me apetecía hablar, Sam estaba super descentrada desde la pelea y, cuando mis padres hablaban con Anthony, recibían comentarios sarcásticos o respuestas cortas.

—Heather, ¿ya no tienes ningún síntoma de la contusión?—me preguntó papá.

—No.

—Muy bien—comentó—. ¿Sabes? Creo que Robby ha cogido un coche del concesionario.

¿Ah, sí?

—No tenía ni idea—mentí.

—He tratado de buscarlo con el localizador—mencionó—, pero lo quitó.

Removí la comida de mi plato con una mueca.

[...]

Llegué al instituto al parecer antes que mi hermana.
En la entrada, tuve que pasar por un detector de metales.

—Hola—me dijo Demetri llegando junto con Chris y Nate.

—¿Qué tal estás?—me preguntó Chris.

—Bien—respondí—. Ya estoy bien del todo.

—Bueno, Sam consiguió patearle el trasero a Tory—comentó Nate.

Unas chicas de primer año pasaron por nuestro lado.

—Hola, Demetri—dijo una de ellas, coqueta.

—Alguien sabe quién soy—habló Demetri—. Y es una fémina.

—Mírate qué ligón—le dije, sonriendo.

Nos giramos topándonos de frente con un grupo de Cobras.

—¿Pasa algo?—preguntó el de rizos pasándose una mano por delante de la cara.

—Sí. Mira mi libro de literatura—respondió Chris—. Menudas hostias que mete, eh.

—Por mucha seguridad que haya no te escaparás, flacucho—le dijo Halcón a Demetri.

—No necesito seguridad—respondió Demetri.

—Sí, he escuchado que te encantan las vitrinas de trofeos—hablé yo con burla.

—Igual que a ti las paredes—respondió.

Lo miré mal mientras me acercaba más a él.

—¿Va todo bien por aquí?—preguntó la consejera Blatt haciendo que retrocediera.

—Aquí todos somos amigos—mintió Demetri palmeando el pecho de Halcón—. ¿Verdad, chicos?

—Sí—respondió Halcón entre dientes.

—¿No tenéis que ir a clase?—pregunto la consejera.

—Sí, consejera Blatt—respondió Bert.

Halcón apartó a Demetri para luego pasar por mi lado mirándome mal.

—Vamos, tenemos clase juntos—me dijo Demetri.

Íbamos a subir las escaleras pero nos encontramos con Sam como sumergida en sus pensamientos.

Demetri tocó su hombro y está se giró asustada.

—Tranquila, capitana Marvel—habló Demetri—. Somos de los tuyos.

—¿Estás bien?—le pregunté.

—Tengo que irme—dijo antes de salir rápidamente de allí.

—Joder, se ve realmente afectada—mencionó Demetri.

—Ni que lo digas—hablé—. Está todo el día sumergida en sus pensamientos, apenas habla. La verdad, estoy preocupada.

22•08•2023

𝕷𝖔𝖘𝖙 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖋𝖎𝖗𝖊 || 𝕽𝖔𝖇𝖇𝖞 𝕶𝖊𝖊𝖓𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora