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𝗛𝗲𝗮𝘁𝗵𝗲𝗿

Me encontraba tumbada en mi cama, seguía enfadada con Sam. Ella se había molestado conmigo por tratar de decirle la verdad, por tratar de ayudarla.

Y hablando de la reina de Roma, esta entró a mi habitación.

—Llama al menos, ¿no?—cuestioné sin apartar la vista de mi teléfono.

—O vamos, estas tú sola—respondió.

—Ya, pero igual no quiero que entres—mencioné.

—No puedes estar enfadada toda la vida—me dijo.

—Tampoco he escuchado una disculpa—contesté.

—Mira, lo siento—dijo—. Pero estaba molesta y la estabas defendiendo.

—Porque te intentaba abrir los ojos—hablé, mirándola—. Eres mi hermana, siempre te defenderé a ti.

—Bueno, ¿venía a preguntarte si ne acompañas a la casa de Tory?—me preguntó.

—¿Tú? ¿A casa de Tory?—le pregunté—. ¿Para qué?

—Puede servir de ayuda para derrotar a Cobra Kai—respondió.

Asentí.

—Bueno, vale—accedí—. Te acompaño.

[...]

Llegamos frente a la puerta de la casa de la rubia.
Esta fue abierta por ella misma.

—¿Qué hacéis aquí?—cuestionó.

—Venimos... ¡Joder! ¿Qué te ha pasado en la mano?—cuestionó Sam haciendo que llevara mi vista a la mano de la rubia.

No podía ser.

—No finjas que te importa—contestó Tory.

—Silver te ha hecho romper una roca, ¿verdad?—cuestioné.

—¿Cómo...?—su vista bajó a mi mano aún algo dañada—. ¿También te hizo hacerlo?

Asentí mientras que Sam me miraba, confusa.

—¿Has estado en Cobra Kai?—me preguntó mi hermana.

—Ya hablaremos de eso en otro momento—respondí para luego mirar a Tory—. Si tienes problemas con Cobra Kai, somos todo oídos.

Nos dejó pasar.

La rubia se sentó en el sofá.

Observe su casa dándome cuenta del mal estado de esta. Después, mi mirada se fijo en una habitación donde se podía ver una camilla con unos monitores.

Joder, debía estar sufriendo más de lo que me imaginaba.

Sam y yo caminamos hasta quedar frente a ella.

—Quería ganar el All Valley con toda mi alma—comentó Tory—. Cuando me dieron ese trofeo, fue el mejor momento de mi vida. Luego vi a Silver con el árbitro... y me mató.

》Me sentí una farsante. Tenía tantas ganas de vengarme de Silver que le hice caso a Kreese pero me vi atrapada en más mentiras. Y ahora vivo un infierno.

—No sabía nada—mencionó Sam—. Pero ahora que lo sé... podríamos colaborar.

La rubia nos miró.

—Hemos hablado con Stingray—hablé—. Ha reconocido que Silver fue quien le atacó, pero no se atreve a ir a la policía.

𝕷𝖔𝖘𝖙 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖋𝖎𝖗𝖊 || 𝕽𝖔𝖇𝖇𝖞 𝕶𝖊𝖊𝖓𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora