3-M

33 6 0
                                    

Todavía me pregunto como fue que yo... el gran Hwang Hyunijn llegó a esta estúpida fiesta.
Aunque si tengo que admitir algo, es que al menos no es tan aburrida como a las que suelo ir... y definitivamente... la vista... es mucho, mucho mejor.
Este domingo lo voy a clasificar como uno de los días más entretenidos de mi vida.
Era una fiesta estúpida porque estaba rodeado de gente estúpida... pero al menos eran estúpidamente felices, alegres y más importante aun, estúpidamente naturales.
Incluso cuando mi secretario y sus dos locos amigos estuvieran vestidos de mujer... se veían más sencillos y naturales que el centenar de chicas operadas que asistían a las fiestas de mi tía.
Sí, me sentía fuera de lugar, sí, tenía cara de que no quería que me fueran a contagiar su pobreza, pero en el fondo me sentía más cómodo de lo que me sentí alguna vez en cualquier lugar, me sentía normal... me sentía común.
Desde que mis padres murieron cuando tenía 19 años en aquel trágico accidente mi vida dio un giro de 180 grados. Todas aquellas personas que creía que me querían desaparecieron en el momento en que se leyó el testamento... yo me convertí en un chico pobre de la noche a la mañana... y comprendí que el dinero era el único motivo por el que alguna vez las personas se acercaron a mí... el dulce, tierno y amoroso Hwangg Hyunjin de ese tiempo desapareció.
Nueve años después este Ice Prince, como mis empleados me llaman, es uno de los editores más reconocidos del país, y por sus propios medios. Tal ves solo pueda confiar en una persona... mi tía... esa que estuvo en todo momento conmigo, la que luchó junto a mí para recuperar la empresa de mis padres, la que me hizo el primer préstamo cuando comencé mi carrera universitaria... pero todo, todo se lo he devuelto con creces... solo hay algo con lo que no he cumplido con ella... y es en darle una familia.
Mi tía jamás tuvo hijos, perdió al amor de su vida cuando era joven y nunca más se volvió a casar. Su único pariente con vida soy yo, por lo tanto... soy yo quien carga con la obligación de continuar la familia... o al menos casarme para satisfacerla... pero ya no estamos en el siglo 18, yo no pienso casarme por complacer a nadie... ni siquiera si ese alguien es me tía... pero le tengo pánico a sus estrategias... cuando Hwangg Somin se mete algo en la cabeza es difícil sacarle la idea... y para mi desgracia se ha tomado el casarme como proyecto de verano.
Suspiré removiendo el vaso que me habían dado con algo que ellos llamaron ponche de frutas... pero que a mi me parecía un vómito de colores, bueno al menos no olía mal. Un destello azul captó mi atención y no pude evitar mirar embobado a mi secretario.
Su amigo tenía tanta razón...
Kim Seungmin era un hombre hermoso... incluso si no me gustan los hombres, soy capaz de admitirlo, también debo admitirme a mi mismo que el ser agraciado fue una de las causas por las que lo contraté... sí, es inteligente y buen trabajador aunque esto nunca lo vaya admitir en su presencia pero... seamos realistas incluso si es un hombre no es grato ver la cara de alguien feo a diario desde temprano en las mañanas, así que sí, soy consciente de que Seungmin es hermoso pero... de allí a verlo vestido de mujer...
El tal Jisung no mentía, incluso tampoco mentía con lo de que él mismo se quedaba embobado mirando a Seungmin vestido de chica, fruncí el ceño al ver a el abogado, porque sí, ya me había enterado de que era uno de los mejores abogados de Seúl, en una esquina casi babeando mientras Seungmin reía con alguna broma que le había hecho el cumpleañero... el tal Felix... ese definitivamente estaba más loco que el tal Jisung... pero al menos no daba miedo.
Pero volviendo a Seungmin... nunca pensé que tal transformación fuera posible... aunque si lo miraba bien no había la gran diferencia en su rostro... estoy seguro de que prácticamente no tenía maquillaje... pero lucía tan femenino, tan dulce, tan fresco, tan hermoso y... cuando sonreía por dios....
Seungmin vestía unas suaves botas beige de invierno, con unas pantis negras adornando sus torneadas piernas, lucía un vestido que le llegaba un poco por encima de las rodillas y que ajustaba solo en la cintura con un delgado cinturón del mismo color que las botas, el vestido contaba con unas mangas abullonadas y supongo que Seungmin usaba alguna clase de rellenos porque lucía una hermosa curva en el pecho, una ligera gargantilla negra con un dige con un pequeño perrito balnco bordeado en plateado adornaba su alargado cuello, él también traía una peluca de pelo largo de un rubio claro cenizo que le llegaba como hasta la mitad de la espalda, con un lindo flequillo que casi tapaba sus ojos, los cuales había cubierto con unos lentes azules, que si le quedaban bien, pero, realmente creo que eran más bonitos sus ojos marrones... pero bueno que se yo de artefactos de belleza femenina... lo que si sabía es que Seungmin era la mujer más hermosa que había visto en mi vida, se que era un chico, pero debía admitirlo, era la más hermosa sin temor a equivocarme.
-Te gusta la vista? - casi escupo la bebida que no sabía en que momento me había atrevido a probar. Un poco irritado, me volté a ver al abogado del diablo, que después de salir del cuarto de Seungmin lucía como una tierna chica, pero para mi desgracia solamente lucía, no era una tierna chica. - te veías como que te gustaba mucho la vista... llevo más de 5 minutos sentado aquí y no lo habías notado guapo... ya me sentía ignorado!! - hizo un puchero y si en serio no hubiera visto su otro lado, me tragaría todo esta actuación de niño/a buena/o.
Fruncí el ceño y lo miré inquisitivo. Luego algo llamó mi atención. Había un lindo chico, muy apuesto, mirándome con cara de malas pulgas, me quedé un poco asombrado, pero volví mi atención a la ardilla malvada frente a mí.
-Está prohibido mirar? - me sonrió divertido, haciendo que mi ceño se frunciera aun más.
-No eres tan malo como pensaba... creo que Seungmin te sobrevalora... yo soy más malo que tú - eso definitivamente no lo ponía en duda, algo me decía que trabajar con él sería mucho peor de lo que es trabajar conmigo. - y no, puedes mirar todo lo que quieras realmente vine a hacerte compañía admirando a Seungmin - cambió su vista hacia Kim y su cara se volvió la de un baboso, puse cara de asco.
-Yo no estaba mirando a Seungmin - si lo hacía pero... de todas maneras no quería admitirlo.
-Claaaaro yo tampoco lo hago - me respondió sin apartar la vista de mi secretario.
-En fin... él siempre se viste así... digo de mujer? - intenté cambiar el tema y preguntar algo que me interesaba... era mi asistente trasvesti a medio tiempo y yo no lo sabía?
-Ojalá... - suspiró embelesado - nosotros solo lo hacemos en el cumpleaños de Felix... se ha vuelto como una... tradición? Algo así... si fuera por mí los vestiría ambos de mujer siempre... no le digas a Felix... pero... él es mucho más lindo de mujer que de hombre - supuestamente era un secreto, pero él lo gritó a los 4 vientos.
-Jisung maldita ardilla ven aquí!!! - el nombrado solo sonrió divertido, al ver que había llamado la atención del cumpleañero... una chica castaña con lindas pecas en el rostro y unos labios de pecado.
No pude evitar sonreír ante la cómica escena de ese cachetón chica/chico huyendo de su castaño amigo/a. Mis ojos tropezaron con los ahora azules de mi secretario, que me miraba asombrado. No entendía porque me miraba así hasta que noté que estaba sonriendo... Hwangg Hyunjin nunca sonríe. Me puse serio al momento y decidí ir al baño.
Ignorando a mi secretario, e intentando por lógica encontrar el lugar llegué al sanitario, después de refrescarme el rostro salí a ocupar mi lugar en el sofá.
No llevaba ni 2 minutos de calma, cuando se sentó a mi lado una ruidosa castaña sonriendo... creo yo que estaba algo achispado.
-Hola yo soy Felix el cumpleañero y mejor amigo de Seungmin - me tendió la mano y alzando una ceja lo miré de arriba a abajo, antes de darle la mano.
Rápidamente me separé, esta gente era demasiado confianzuda.
-Lix yo soy el mejor amigo de Minnie -Jisung salió de un rincón pucherreando... en serio ese era uno de los mejores abogados de Seúl? Creo que me habían estafado...
-Cállate Jisung... Minho has un buen trabajo y no te dejes engañar por esa cara bonita - el guapo joven de malas pulgas se disculpo y se llevó al abogado a algún lugar mientras este sacaba la lengua como un niño pequeño. Creo que el alcohol ya había comenzado su efecto en esta fiesta.
-Olvida eso... ahora que Minnie no está a la vista - miré en busca de mi secretario y no lo encontré por ninguna parte... el maldito me había dejado aquí botado? -quiero que me respondas algo Hwangg Hyunjin... - lo miré altivo cuando mencionó mi nombre - por qué eres tan malo con Seungmin??
Por qué era malo con Seugmin?... Bueno, no era solamente con Seungmin... yo era intolerante y despiadado con todas las personas en general...
Tal ves tenía cierta predilección por molestar a Seungmin porque... debía admitirlo era divertido molestarlo... era divertido ver en su cara como quería responderme... como moría de frustración ante una orden mía... era divertido verlo respirar varias veces... contar hasta diez, todo para intentar calmarse cuando le daba alguna orden o le decía algo grosero...
Por qué trataba tan mal a Seungmin?
... pues porque Kim Seugmin tenía la capacidad de sacar mi lado más malvado... mi lado de tirano... una de las pocas alegrías de mi vida era molestar a Kim.
Sonreí sin mostrar los dientes, más parecía una risa maligna...
-Yo... - de pronto mi móvil comenzó a sonar hice una mueca y me levanté a contestar. Era mi tía.
-Tía Hwang? - se oyó una protesta al otro lado de la línea.
-Estoy cansada de repetirte que me digas tía Somin, Jin!! - suspiré.
-Querías algo tía? - ella rió... mi tía rió!!! Esto solo significaba problemas.
-Jin cariño toda la junta directiva está en mi casa... hay algo que necesitamos hablar contigo - la junta directiva?... en su casa?... que estaba tramando esta vez mi tía?
-No se me informó de ninguna reunión de emergencia... sucedió algo? Pensé que solo era una cena más - había algo que no me estaba gustando.
-Ohh es que surgieron... unos problemas... tiene que ver contigo... creo que mientras más rápido puedas venir mejor... - ok ya me estaba asustando... que podía pasar conmigo?
-Son las - miré la hora en mi reloj y yo mismo quedé asombrado... había pasado tanto tiempo en compañía de estos locos y no me había dado cuenta? - son las 7 y 45pm nos vemos más tardar en media hora está bien?
-Muy bien Jin nos vemos!! - colgé y me dirigí a la castaña cumpleañero.
-Dónde está Seungmin? - me miró serio.
-Está... -se interrumpió cuando con una sonrisa y seguido de un pálido chico de pelo azul que me pareció conocido pero al cuál no le presté mucha atención, entró mi secretario.
Fui hacia él, quien al verme perdió su sonrisa.
- Señor Hwang? - le quité la caja que tenía en las manos y la coloqué en una mesa, y tomándolo de la muñeca lo saqué de la casa.
-Señor Hwang!! Señor Hwang a dónde vamos? -me giré a enfrentarlo y lo miré de arriba abajo... pues ni modo tendría que ir así mismo.
-Recuerda nuestro acuerdo.. la cena...- me miró sorprendido y luego se miró de arriba abajo.
-Pero señor... no puedo ir... así!!- lo tomé de la muñeca y seguí avanzando.
-Tú tranquilo... si alguien pregunta... eres la prima de mi secretario... Kim.... Saeron...

I hate you BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora