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Una… dos… tres… miré a mi alrededor en busca de otra almohada…
-No te voy a dar la mía  - rodeé los ojos e ignoré a mi jefe.
Creo que tendrá que bastarme con tres, no es como si pudiera salir y decirle a mi abuela que me de dos almohadas más para poder terminar mi barricada entre mi “prometido” y yo.
-Bien, supongo que con esto basta. – seguí ignorando la otra presencia en la cama y me acosté dándole la espalda.
-Sabes, no sé a qué viene todo esto… - traté de hacer oídos sordos – por tus preferencias y la forma en que me comías con la vista hace unos minutos, debía ser yo el que estuviera poniendo barreras entre nosotros – quedé con la boca abierta… Yo no había hecho eso!!! – pero bueno, te entiendo, sé que soy una gran tentación para cualquiera – me senté y lo miré irónico… este si que tiene el ego en las alturas!!
-Vaya!!Si que no se conocen tú y la modestia!!! – dije con ironía – y yo no me comía a nadie con la vista!! – me crucé de brazos algo enfadado.
Ya no estaba tan seguro de que haber dejado al paciente Seungmin en Seúl hubiese sido una buena idea, ahora mi jefe lograba sacarme de quicio con más facilidad. Aunque… creo que el paciente Seungmin tampoco hubiese estado preparado para toda esta situación, y menos aun para el hecho de que mientras más alterado parecía yo, más divertido lucía mi jefe.
Creo que no era el único que había dejado algo atrás en Seúl, yo dejé mi paciencia, pero al parecer... mi jefe dejó su cordura.
Se apoyó de lado, recostando su cabeza en su muñeca y el codo en la cama, quedando de frente a mí, con su sonrisa burlona.
-No tienes porque sentirte avergonzado, obviamente quedaste impresionado al verme en tu cama, sé que suelo causar ese efecto en las personas – mis brazos cayeron a mi lado de la impresión.
Había conocido alguna vez a alguien tan creído?
- Te refieres al efecto homicida no? Me pregunto por qué será? Cómo logrará que hasta las personas más serenas tengan deseos de matarlo? – contesté con sarcasmo. Su sonrisa esta vez me dejó descolocado, sentí que era una de las más sinceras que le había visto alguna vez, y yo… sentí mi rostro calentarse.
-Me gusta mucho este nuevo Seungmin – muy bien ahora se sentía como un incendio por todo mi rostro.
Cómo se suponía que debía reaccionar a ese comentario?
Incluso si él no lo dijo en el sentido romántico de la palabra, si él… lo decía con esa sonrisa, yo no podía evitar que mi corazón se acelerara y latiera de la forma en que lo hacía.
Intenté decir algo, pero no salieron palabras de mi boca.
-Es mejor que descansemos, creo que el cansancio me está haciendo decir cosas raras – frunció el ceño y se acomodó en su lado de la cama.
Yo mientras, intentaba apartar el sonrojo de mi cara y el nerviosismo que se había adueñado de mi. Agradecí que cortara el tema, y que al parecer su comentario no requiriera respuesta de mi parte.
-Es- está bien. Hasta mañana – apagué las luces y me volví un rollo en las sábanas intentando aislarme.
Eso había sido vergonzoso!!!
Cerré los ojos e intenté conciliar el sueño…
No lo lograba!!
Me sentía tenso y no podía sacar de mi mente su comentario fuera de lugar… él tenía que decir que le gustaba mi nuevo yo?
Ni siquiera es mi nuevo yo, es mi escondido y reprimido yo.
Ahora me era tan difícil relajarme a su lado.
Suspiré frustrado.
-Ah!! – y ahora qué? No habían pasado ni 10 minutos. Por favor no más comentarios raros y provocadores de taquicardia – dónde está mi teléfono? Sabes que estoy esperando una llamada importante – fruncí el ceño… yo no sé donde estaba su teléfono, no era de él?
-Por qué debo saber donde está tu teléfono? – ni siquiera me volteé, no quería mirarlo a la cara, aun me sentía algo avergonzado y realmente no tenía idea de donde podía estar su móvil, eso siempre ha sido su responsabilidad.
-Porque eres mi asistente y para eso te pago – ese tono, como si le hablara a alguien con retraso era realmente ofensivo. Suspiré.
-Incluso si ese es el caso, ya no estamos en jornada laboral, y mi única función, y por la que no me paga debo aclarar, es la de ser su prometido.
-Pues entonces eres mi prometido asistente – resoplé, y sentí movimientos, por un momento me tensé pensando que se iba a acercar a mi. – tranquilo, ya no tienes que desempeñar ninguna de tus funciones… ya encontré mi móvil.
Todavía tenso esperé por algún otro comentario, pero nada llegó, solo el sonido de la respiración de Hyunjin, que poco a poco se volvió más lenta, hasta que dejé de escuchar el suave ir y venir del aire en sus pulmones, al caer dormido.
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-Put my cherry on top… Put my cherry on top top top top – qué demonios era eso?- Put my cherry on top… Put my cherry on top top top top – coloqué la almohada en mi cabeza intentando acallar el molesto sonido… era una alarma?
-Jeongyeon? – no lo puedo creer… era el teléfono de mi jefe? – que bueno que llamas… nosotros queríamos…
-Yahhh – Hyunjin brincó en el lugar ante mi grito repentino – no tienes respeto por el sueño de los demás? Ve y habla en otro lugar!!! – él me miró con el ceño fruncido y solo lo ignoré. Luego el sonido de la puerta me informó de que sí, había seguido mis indicaciones.
No estoy seguro de cuanto tiempo pasó, pero después de dar vueltas de un lado a otro intentando conciliar el sueño perdido por culpa de mi jefe, decidí levantarme, después de resoplar y maldecir a Hyunjin por robarme tiempo de sueño.
Después de asearme y cambiar mi ropa salí de la habitación, en busca de mi querido “prometido”, para desayunar juntos.
No logré encontrarlo cerca, así que me dirigí al patio en busca de mi madre o mi abuela, quizás ellas lo habían visto.
Encontré a ambas feminas riendo divertidas, apreciando algo desde el balconcillo que tenía vista hacia el inmenso y cuidado patio. Arrugué el ceño extrañado y me dirigí hacia ellas besando ambas mejillas, y preguntándome curioso que les causaba tanta diversión tan temprano en la mañana.
- Qué es tan divert….? – mi pregunta quedó a medias cuando me percaté de la presencia de mi jefe en el patio un poco alejado de nosotros en medio del césped, corriendo de un lado a otro con la jaula de los… hurones?
Sacudí mi cabeza contrariado y decidí acercarme.
-Qué se supone que haces? – lo miré con una ceja arqueada una vez lo alcancé. Si, era la jaula de los hurones, y mi jefe la mantenía contra su pecho como si los protegiera.
-Oh por dios no tienes idea de lo que pasó!!! – abrí los ojos ante su tono eufórico – estaba hablando por teléfono con Jeongyeon, sabes lo del libro The Feel – asentí sin entender que tenía que ver una cosa con la otra  - entonces salí porque me dijiste que te molestaba, y además buscando una mejor recepción – hizo un gesto con su mano señalando un lugar en el suelo – aquí estaba la jaula con los hurones, no sé por qué?
-Suelen sacar la jaula para que les de el sol de la mañana, que no es tan intenso como el de más tarde, sabes, como le hacen a los bebés – frunció el ceño, al parecer no tenía idea.
-Como sea, el punto es que de pronto apareció un águila y quería llevarse los hurones– abrí mis ojos sorprendido, para luego estallar en una carcajada.
Ahora si lo había oído todo. Se supone que debía creerle?
-No era yo el obsesionado con la película? – solté entre risas, mientras mi jefe me miraba con mala cara.
-Nunca creí que un águila se quisiera llevar un perro, pero no fuiste tú el que tuvo que correr con una jaula de hurones para que ese pajarraco no se los llevara – así que era de eso de lo que se reían mi madre y mi abuela… debí levantarme más temprano y tal vez no me hubiera perdido el espectáculo.
-Bueno al parecer le diste un gran show a mi familia – Hyunjin me miró sin entender y le señalé a mis espaldas donde se podía ver a Lita y mi mamá. Hwang enrojeció, bajó lentamente la jaula que aun sostenía, y la alejó con el pie suavemente, mirando a cualquier lado menos a mí. Noté en el piso el teléfono de mi jefe, roto en pedazos, al parecer lo había dejado caer. Me agaché y lo recogí.
-Al parecer perdiste tu móvil, rescatando a tu familia – me miró confundido.
-Mi familia? – le sonreí ladino.
-Los hurones– le señalé la jaula y pude ver como se enojaba, a la vez que sus mejillas se teñían de rojo.
La verdad es que se veía realmente tierno así…
Qué demonios? Por qué me parece tierno mi jefe de repente?
Hyunjin miró detrás de mi y sonrió malicioso, haciendo que me estremeciera de anticipación. Se acercó a mi dejando prácticamente nada de espacio entre nosotros.
- Q-qué ha-ces? – intenté separarme y sus manos en mi cintura me impidieron alejarme.
-Estaba recordando que somos una pareja enamorada, debemos mostrarle todo el cariño que nos tenemos a tu familia – me encerró en un abrazo cariciando suavemente mi espalda haciendo que me recorriera un escalofrío, sus manos comenzaron a bajar delicadamente por mis costados y luego…
-Acabas de tocarme el trasero? – lo miré asombrado.
-Los enamorados hacen esas cosas, es algo normal, no te sientas tímido – y volvió a posar sus manos en mi trasero. Coloqué una mano en su cuello y la otra en su mejilla, y él sonrió satisfecho – ves es muy fácil seguir el juego no? – le sonreí y luego apreté su mejilla en mi mano- Aucchhh!!
-Es la última vez que tocas mi trasero sin mi permiso… - se acarició la mejilla afectada alejando sus manos de mi cuerpo. Me acerqué y le susurré al oído – si vuelves a hacerlo, cortaré algo que aprecias mucho mientras duermes – volví a tomar su mejilla pellizcándola una vez más mientras él me miraba con los ojos abiertos y temor en su mirada – qué buen prometido que tengo no?? – di un último pellizco en su colorada mejilla y me dirigí hacia la casa siendo seguido en silencio por mi jefe.
Espero que haya aprendido la lección.
Cómo se atrevió a toquetearme enfrente de mi familia??
No es como si realmente su toque haya sido molesto pero… Qué diablos estoy pensando???
Sacudí mi cabeza.
-Mamá, necesito encargarle un móvil nuevo a mi jefe, el de él quedó destrozado – mi madre me miró intentando ocultar la sonrisa al ver a mi jefe.
-Debe tener el mismo número Seungmin, y debo tenerlo en mis manos lo antes posible – rodeé los ojos.
-Ya lo escuchaste ma, iremos al pueblo apenas desayunemos – mi mamá asintió sonriendo.
-La verdad es que pensamos que sería agradable llevar a Hyunjinie a conocer el pueblo, tal vez mientras tanto puedas ir ordenando el móvil para él.
-Hyunjin, no Hyunjinie – la aclaración infantil de mi jefe me hizo sonreír.
-Muy bien mamá, estoy seguro que a Jinnie le encantará conocer el pueblo, no te había dicho que es un amante de la naturaleza y los sitios alejados? Realmente no sé como mi pobre Jinnie sobrevive en Seúl siendo un chico de campo de corazón – alguien notará el sarcasmo en mi voz? Bueno a excepción de Hyunjin? Mi jefe me miraba con ganas de querer ponerme un lazo en el cuello, y no precisamente de adorno.
-En serio Hyunjinie? – mi mamá lo miró sorprendida. Estoy segura que pensaba que el odiaba el campo. Y pensó bien.
-Hyunjin – volvió a aclarar mi jefe sin que nadie le prestara mucha atención.
-Si mami, Jinnie es todo un amor bajo esa coraza fría – si, creo que se me estaba pasando la mano con el sarcasmo.
Mi jefe parecía querer fulminarme en el lugar y yo trataba todo lo que podía por no morir, pero de la risa.
OH venganza, dulce venganza!!!
-Pues tranquilo Hyunjinie que te llevaremos a conocer cada pequeño lugar del pueblo, y además voy a hablar con Chris y Changbin para que te lleven de excursión – ante la mención de esos nombres mi jefe palideció, creo yo que tenía algo en contra de esa compañía.
-Se me acaba de ocurrir algo mejor – miré a mi abuela inquisitivo, al escucharla hablar por primera vez en todo el rato, lo cual era extraño. – Ya que a ambos les gusta la naturaleza, pueden ir a pasar la noche en la cabaña del bosque.
Mi boca se abrió sorprendido.
Por qué se le ocurrían esas cosas a mi abuela?
-No creo que…
-No me parece que… - Hyunjin y yo argumentamos al mismo tiempo.
-Por qué no? No tienen por que sentirse avergonzados, sabemos que es normal, que las parejas duerman juntas antes de la boda en estos tiempos, y me parece muy buena la idea de tu abuela. – mi madre nos dijo contenta.
-Yo la verdad no…
-Me parece que no… - lo miré asombrado al volver a hablar juntos.
-Que no se diga más, la cabaña está preparada, y no les faltará nada, se llevan la frazada de la virilidad, y esta noche la pasan juntos en el bosque entendido? – mi abuela nos miró firmemente, y yo miré a Hyunjin asustado.
Había una razón lo suficientemente fuerte y no revocable que pudieramos dar para no ir a la cabaña sin exponer nuestra falsa relación?
Tal vez la haya pero en estos momentos, ambos estamos lo suficientemente traumados con la idea de volver a pasar la noche juntos, y esta vez totalmente aislados, como para que esta acuda a nuestras mentes.
-Muy bien abuela, nosotros… - miré a Hyunjin, quien terminó la oración por mi.
-Pasaremos la noche juntos en la cabaña.

I hate you BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora