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-Amigo… siento mucho el comportamiento de Jimin y… el no haber hecho nada para detenerla… lo siento… ella por lo general no es así… no sé – detuve las palabras de Yeonjun a través del móvil, mientras esperaba por Seungmin en el taxi para ir al aeropuerto.
-No importa… es su opinión aunque… sea una estúpida opinión, solo no podía permitir que hiciera sentir mal a Seungmin… - más de lo que ya lo estaba haciendo sentir yo…  suspiré frustrado.
-Bien yo… espero que cuando regresen podamos reunirnos de nuevo… sin rencores – bueno, ya eso dependía de que pensara mi secretario, si el no quería ver a Jimin de nuevo, que tenía todas sus razones, entonces no lo haríamos.
-Te diré que opina Seungmin del tema… es su decisión, adiós Yeonjun – me despedí intentando no ser cortante, al final Yeonjun no tenía la culpa de esa parte de Jimin.
-Adiós, Hyunjin… que tengan una linda boda.
Una linda boda.
Yo también esperaba eso.
Después de que mis sentimientos salieran a flote en el restaurante, me sentía mucho más aliviado… pero a la vez muy nervioso.
Seungmin me había mirado totalmente sorprendido, y aunque al principio me dolió que pareciera traicionado cuando revelé su identidad, su rostro cambió totalmente con mis palabras.
Punto a mi favor
… él no parecía molesto y no pareció desagradarle mi confesión.
Punto en contra... no habíamos hablado nada del tema hasta ahora.
Aunque aún me quedaba un vuelo hasta Changwon, uno al lado del otro.
Y por qué no habíamos hablado??
Suspiré.
Bueno, todo culpa del castaño pecoso amigo de mi secretario.
Después de toda nuestra… digamos “pequeña escena” en el restaurante, logramos llamar la atención del amigo de Seungmin… culpable de toda esa escena sin saber.
Sin tiempo a reaccionar, de pronto me encontré sentado en la misma mesa que un chico pelirrosa que me miraba con curiosidad mientras veía a mi secretario ser arrastrado hacia el baño por su castaño amigo, aún mirándome asombrado.
Me estaba comenzando a molestar esa mirada en Seungmin.
Qué acaso no había sido lo suficientemente obvio todo este tiempo??
Pensé que era más claro que el agua lo que sentía por él. Incluso mi tía había sospechado, y tuve que mentirle para mantener nuestra estúpida historia de Saeron.
Entonces por qué él parecía tan sorprendido por mi confesión???
Fruncí más el ceño.
-Me recuerdas a mi novio – miré confundido al chico frente a mi.
-Disculpa?? – acaso estaba tratando de ligarme?? Sé que es lo normal pero… que no había visto la escena con Seungmin??
-Lo siento, es que… él suele aparentar ser igual de gruñón que tú, cuando en realidad es como un tierno gatito… aunque tú más bien luces como un… - muy bien esto había que detenerlo, la única persona con derecho y a la que permitiría llamarme como algún tipo de animal es a Seungmin.
-Hace mucho conoces a Seungmin?? – me miró un poco confundido por la interrupción.
-Ah… si hace un tiempo, aunque no hemos compartido mucho… el pobre trabaja como nadie, al parecer su jefe es un dictador, no lo deja ni tomar vacaciones. – y sí, eso me hizo sentir culpable y avergonzado.
-Si… no me digas… - aparté la mirada, con un ligero rubor en las mejillas.
-Y tú y Seungmin… tienen una historia un poco… complicada no? – complicada??
Pués, él es mi secretario, de quien hace poco descubrí que estoy enamorado prácticamente desde que lo conocí, pero además de hacerle la vida un infierno en el trabajo, lo obligué a vestirse de chica y hacerse pasar por mi prometida, lo molesté, intenté seducirlo, hoy revelé su identidad en un lugar lleno de esnobs… y si, aunque no lo creas, después de todo eso aún espero de corazón que él también me ame.
Era posible para mi contar eso???
-Si, supongo que podría decir que es complicada – él me sonrió.
-Me alegro por Seungmin… digo, no lo de que sea complicado… sino que él… es un gran chico, se merece a una persona tan buena como él.
Mi mente analizó sus palabras mientras asentía de acuerdo con el chico rosa.
Él tenía razón… Seungmin se merecía lo mejor, una persona tan maravillosa como él.
Pero… era yo acaso… esa persona??
Salimos casi corriendo del restaurante, ya que mi secretario y su amigo se demoraron bastante en su conversación privada, para poder llegar a casa por el equipaje y dirigirnos al aeropuerto.
Y aquí estaba yo, esperando por Seungmin en el taxi, después de guardar el equipaje.
Mi secretario se estaba deshaciendo del resto de su disfraz, mientras yo seguía debatiendo todo en mi cabeza.
Seungmin era de una muy buena familia. Tenía unos padres, tal vez un poco difícil su papá, pero que se veía que lo amaban al igual que su abuela y todos sus vecinos. Si recordaba bien, no había una persona con la cual Seungmin no tuviera buenas relaciones. Las personas lo amaban, así era Seungmin.
En cambio yo…
-Siento la demora – negué con una tenue sonrisa mientras mi secretario tomaba asiento a mi lado y el taxi partía rumbo al aeropuerto.
No pude dejar de sonreír durante el corto viaje en coche.
Había algo terriblemente tierno y alentador en la forma en que las mejillas de Seungmin se mantenían coloreadas y sus ojos miraban constantemente en mi dirección, haciéndome sonreír incluso con la pequeña tormenta ocurriendo en mi mente.
Llegamos con el tiempo justo de chequear nuestros pasajes y guardar el equipaje.
Haciéndome de valor, tomé la mano de Seungmin y sin soltarla en ningún momento despegamos rumbo a Changwon. 
Mi secretario estaba color cereza a mi lado, y yo solo disfrutaba de la vista que él me ofrecía.
Tal vez él no había podido dormir bien ayer, porque tras solo 10 minutos de vuelo en un silencio un poco tenso pero reconfortante, y sin soltar nuestras manos, Seungmin se durmió.
Era lógico que estuviese cansado, incluso ayer se sentía mal. Creo que hubiese sido mejor cancelar todo y quedarnos en casa aunque… eso hubiera impedido que Seungmin a partir de mañana estuviese atado a mi.
Sonreí mientras apoyaba su cabeza en mi hombro para que descansara con mayor comodidad.
Él no había dicho nada acerca de mi declaración pero, alentadoramente para mí, a diferencia de estos días pasados, él no había rechazado mi cercanía.
Besé su mejilla y decidí tratar de despejar mi mente.
Incluso si sé, que no soy ni la mitad de lo que Seungmin merece… una vez más… intentaría ser egoísta.
.
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Después de otra vez, soportar mi martirio a.k.a “la lata de sardinas” llegamos a nuestro destino, donde ya nos esperaba la familia de Seungmin.
Todo fue tan diferente a la primera vez que llegamos juntos a Changwon, que parecía que había sido hace muchos años en vez de hace solo semanas.
Incluso si el padre de Seungmin parecía mirarme con malas pulgas y desconfianza, sentí cierta calidez y felicidad al estar rodeado nuevamente por estas personas.
Cenamos todos juntos entre bromas y anécdotas por parte de Lita y la madre de mi secretario.
Y hubo algo que me pareció, divertido, muy tierno, conmovedor, y que tenía a mi corazón latiendo a la velocidad de la luz y a la vez hacía que mi rostro tuviera una sonrisa permanente.
El comportamiento de Seungmin.
Él continuaba mirándome todo el tiempo, y cuando lo sorprendía se sonrojaba en demasía y se comportaba torpemente, no rechazaba mi mano y, al igual que yo, parecía muy feliz por alguna razón.
Era solo debido a volver a estar con su familia??
Quería creer que no… y algo dentro de mi me decía que tenía razón.
Después de la cena nos dirigimos a la habitación de Seungmin a dejar las maletas y tomar un baño. Y para estas alturas, no era él el único actuando torpe.
Por qué de repente por la perspectiva de estar solos me sentía como si tuviera de nuevo 16 años??
Por qué me sudaban las manos, mis mejillas se sentían calientes y mi corazón latía como loco??
-Puedes bañarte primero si quieres – mis voz salió en un susurro nervioso y me pregunté dónde había ido la seguridad del gran Hwang Hyunjin.
-Yo no… no te preocupes puedes… puedes bañarte primero – me dijo tímidamente. Negué con la cabeza.
-No, tú debes estar muy cansado… te sientes bien? después de ayer, y el día tan agitado que tuvimos hoy… creo que es mejor que descanses y… - sus bellos ojos marrones me miraron fijamente. Si… nuestra conversación derrochaba madurez.
- Yo… estoy bien… gracias y… - lo vi suspirar, sonrojarse y acercarse a mí. Por un momento me tensé, pero luego al sentir sus cálidos labios en mi mejilla mi corazón se derritió. – muchas gracias por… por defenderme hoy.
Muy bien, ahora me sentía de 5 años, y solo quería estrecharlo entre mis brazos y no dejarlo ir nunca. Al diablo la madurez!!!
-N-o, no tie-nes que agraderme, yo… tú no te mereces que nadie hable así, ni de tus amigos ni de ti… por eso yo… - quería explicarle que él era la mejor persona que conocía y que nadie tenía derecho a humillarlo, y jamás lo harían al menos no en mi presencia.
-Gracias, de verdad… nunca pensé que precisamente tú… ibas a defenderme alguna vez – lo dijo con una sonrisa que no guardaba nada de rencor, sin embargo, algo dentro de mí dolió al recordar que… era una de las personas que más lo había humillado. – yo realmente… realmente no sé… yo, para mí fue muy confuso todo lo que pasó hoy pero… tú… dijiste… dijiste que me amabas?
Si, lo había dicho, y me había sentido tan liberado al soltar mis sentimientos al mundo.
Entonces… por qué ahora me sentía la persona más tímida del planeta??
Por qué ahora frente a Seungmin me costaba tanto encontrar las palabras para responder su pregunta?
-Yo… yo… - comencé a tartamudear.
Un silencio tenso nos rodeó. Pude ver la espectactiva en los ojos de Seungmin cambiar a tristeza.
-No… no tienes que responder… yo... seguro escuché mal… olvida que te pregunté – me quedé un poco sorprendido cuando casi sale corriendo hacia el baño, que un poco más y no me da tiempo a reaccionar.
Lo sujeté por el brazo, haciéndolo voltearse y quedar separados por tan solo centímetros al acercarlo.
No era tiempo de ser tímido ni de tartamudear, no quería que Seungmin se quedara con la duda… que él huyera de mi una vez más.
-Yo lo dije – sus orbes marrones me miraron con una mezcla de felicidad y miedo. – lo dije en Seúl… y te lo repito ahora Seungmin – lo miré firmemente – yo te amo.
Sus ojos se abrieron asombrados mientras el rubor manchaba sus mejillas.
-Amo cuando te enfadas, amo tus gestos, tu muecas, amo la forma en que muerdes tus labios cuando estas ansioso y como bailas las canciones de chicas, amo tu relación amor odio con el ají y lo mucho que disfrutas mis comidas- sus ojos se volvieron cristalinos - amo tu olor – besé su mejilla mientras aspiraba fuerte - y lo trabajador que eres, amo que sepas cada detalle de mi y que aun así continues a mi lado, - él sonrió divertido, con su mirada nublada -  amo que compartamos el mismo gusto de café y la forma en que me enfrentas,  - apreté mis brazos alrededor de su cuerpo, estrechándolo junto a mi - amo lo bien que encaja tu cuerpo con el mío y lo sexy que luces con tu pijama de perritos, - hice una pausa mirando firmemente sus ojos - te amo Kim Seungmin y nada… - fui interrumpido de la mejor forma posible.
Por los labios de Seungmin.
Sentir sus labios sobre los míos haciendo correr una cálidez como la de los rayos del sol por todo mi cuerpo, me hizo recordar otra de las razones por la que lo amaba.
Nuestros labios se unieron como si fueran dos partes de la misma pieza.
Fue un beso que a pesar de la ansiedad, fue suave… tierno… fue… con amor.
Había sentido alguna vez algos así??
Estaba realmente despierto en estos momentos??
Entonces por qué me sentía como flotando entre las nubes??
Compartiendo aun el sabor del otro en nuestras bocas, nos separamos.
En algún punto de ese momento de ensueño que compartimos en el beso, Seungmin rodeó mi cuello y yo lo sostuve de su cintura, haciéndonos quedar en los brazos del otro.
-Yo… eso fue… increíble – sonreí admirando su belleza mientras nuestras frentes se encontraban unidas y sus ojos aun cerrados.
-Tú eres increíble – le susurré, provocando que abriera sus ojos y me mirara avergonzado, para luego ocultarse en mi cuello haciendome sonreír.
Lo escuché suspirar, para luego enfrentar mi mirada curiosa ante la seriedad de su rostro.
-La verdad… la verdad es que yo… yo también… también… - parecía estar costándole mucho trabajo hablar.
-Tú también qué Seungmin?? – intenté ayudarlo.
-Yo también…
-Seungminnie!! Hyunjinie!!! Ohh!! Interrumpo algo?? – la abuela de Seungmin entró al cuarto como una tormenta, y más que avergonzada por interrumpir nuestro momento íntimo, parecía más bien interesada.
-La verdad es que… - Seungmin fue cortado por su abuela.
-No importa Seungminnie, siguiendo la tradición hoy duermes con la abuela – sonrió mientras comenzaba a alejar a Seungmin de mi lado.
-Pero abuela yo… - Seungmin me miraba suplicante, mientras yo miraba toda la escena confundido, de qué nueva tradición hablaba??
-Nada de peros, si quieres lucir hermoso mañana debes descansar y dejarme hacer mi magia con tu rostro – le dijo mientras lo llevaba ya casi fuera de la habitación.
-Pero abuela no soy una chica!! – mi secretario la miraba azorado, mientras lanzaba una que otra mirada avergonzada hacia mi.
-Fuiste tú quien me dijo que era la mujer de la relación – su abuela se alzó de hombros, mientras yo no pude evitar estallar en risas al escuchar aquello y recordar.
-Abuela!!! No te rías de mi maldito hurón– le guiñé un ojo y me acerqué rápido a besar su mejilla, viéndolo después salir aparentando enfado pero sonriendo de lado mientras se seguía quejando con su abuela.
Bueno supongo que hubiera sido muy raro una noche sin interrupciones no?
Decidí tomar el tan discutido baño y luego de darme cuenta de que el sueño no cooperaba conmigo, y que a penas eran las 9y30 y me habían robado a mi prometido, salí de la habitación.
Escuché ruidos en la sala y me acerqué notando a los padres de Seungmin viendo un video de… Seungmin?
-Ohh Hyunjinie estás aburrido sin Minnie?? – la madre de mi secretario me sonrió cálidamente mientras yo asentí – Lita pasará la noche con él en la cabaña, yo iré más tarde cuando termine de revisar que está listo el video que le preparamos a Min para la boda… quieres verlo con nosotros??
A pesar de la fuerte mirada del padre de Seungmin, habían capturado mi total atención en el momento en que dijo que el video era de Seungmin.

I hate you BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora