La mascota del ruso | Nomin |

2 | Poker face |

Las fotografías del "temido" Stepanov eran escasas, porque el hombre cuidaba su imagen y las apariencias públicas eran contados con los dedos de las manos. El cuerpo policial coreano sólo tenía unas pocas y no en su mejor calidad dada la distancia con las que habían sido tomadas.

Quizás era eso, se decía Jaemin, quizás era esa la razón por la que sentía que apenas podía respirar, porque no había imagen preconcebidas en su mente que le hiciera justicia a la apariencia que se había imaginado de ese hombre, o tal vez se debía que sintió sudor frío recorrer su nuca cuando vio la frialdad absoluta en los ojos rasgados del ruso.

Mierda.

-No puedo creer que los padres hayan creído que era el día de traer a sus hijos al trabajo- aquella voz sonaba profunda y con un acento fuerte- Reacciona.

-"Gaspadin Stepanov" (Señor Stepanov)- Un hombre, evidentemente ruso, sostuvo por los hombros a Jaemin y ejerció la fuerza necesaria para quitárselo de encima, sin importarle si se caía de nuevo o no. Como guardia de seguridad solo le importaba velar por el bienestar de su jefe- ¿Está todo en orden? ¿Necesita cambiar su ropa?

Mark se acercó humildemente con un paño que llevaba en su bolsillo para ayudar a su amigo a secarse un poco las rodillas, contrariamente por el otro lado, todo el palacio parecía querer ir en ayuda de Jeno, incluso un diseñador le estaba ofreciendo de regalo un costoso traje nuevo para que lo usara ahora.

Jaemin miró la situación de reojo y sintió deseo de reír llevado por la ansiedad.
Siempre era cuidadoso ¿Por qué tuvo que pasarle esta situación justo cuando estaba en una misión importante? iNi siquiera quería pensar que hubiera pasado si se hubiera equivocado y en vez de tirarle los brazos, se hubiera sostenido de la costura de su pantalón!

-Estoy bien, no es necesario -se apartó para agacharse y recoger parte de las copas que habían quedado rotas en el suelo -disculpe, no fue mi intención arruinar su trabajo.

El muchacho, seguramente ruso también, no entendía ni una sola palabra del inglés que el "empresario" asiático le estaba diciendo, pero por su mirada, su tono de voz y la acción que también tenía su colega, supo que solo trataban de ayudarlo a recoger el desastre.

Que agradable sujeto.

Una vez que el chico se fue, Mark miró preocupado a su amigo, había sido una pésima entrada, aunque, mientras más la pensaba, su rostro se iluminó con una sonrisa.

Con cautela le susurró al oído.

-Deberías ir a pedirle perdón.

-Cuál es el sentido si está rodeado de tantas personas? Sería como una hormiga rogándole atención a un león.

-¿Y en serio eres el mejor agente de tu generación?

A medida que se acercaba a ese hombre, Jaemin sintió curiosidad absoluta por la forma en la que las demás personas lo observaban, era como si estuviesen enceguecidas por algo, había un tipo de brillo inusual en sus ojos, como si tuvieran frente a ellos a una divinidad, quien daba la mejor oferta, quien ofrecía las mejores joyas, quien decía su mejor labia para que ese hombre los observara o sonriera.

Casi era repugnante.

-Perdón, perdón, permiso - murmuró haciéndose su propio camino hasta lograr pararse cerca. Uno de los guardias, que parecía un tanque imbatible, se movió para impedir un mayor acercamiento - Señor Stepanov -dijo en coreano, tratando de que ese hombre lo mirara -¡Jeno Viktorovich!

Todo silenciaron cuando dijo su nombre con ese ímpetu.

En aludido quiero el rostro hacia el con una mirada tal que todos sintieron el frío caer dentro del palacio, nadie en su sano juicio se atrevería a levantar la voz al oligarca, menos llamarlo por su nombre completo como si tuviera la cercanía para hacerlo.