39 | Confianza y placer |

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Los sentimientos empezaban a burbujear en su pecho de una manera que no sabía cómo explicar, en teoría esto era solo sexo, rompiendo la fidelidad que creía tener a Yaroslav, pero solo sexo, al fin y al cabo, entonces ¿Por qué su percepción hacia Na Jaemin, un hombre que conocía en un corto periodo de tiempo, cambiaba con tan poco?

Cuando lo sintió moverse un poco bajo su cuerpo, levantó el rostro encontrándose con la mirada perdida de Jaemin, con ojos que parecían cristalinos, como si no quisiera estar aquí en este momento, pero no era un tinte de decepción, más bien ¿Preocupación?

-¿Estás bien?

Dicen los libros y grandes poetas que los ojos son la ventana del alma. Si en este momento fijaba su mirada en Jeno, quizás se daría cuenta todas las cosas que pasaban en su cabeza.

"Jaemin...". Susurró.

¿Podría ignorarlo y hacer de cuenta como si nada hubiese pasado? Cuando tenía cada centímetro de la piel de ese ruso contra la suya, cuando sus pectorales se movían al compás en cada ciclo de la respiración, cuando olía tan bien como lo recordaba y cuando lo único que hacía era convertirse en un hombre sediento de cariño por él.

No, no sería fácil.

Cuando Stepanov movió su barbilla para que ambos se miraran fijamente, pudieron escuchar en el ambiente el gozo de la otra pareja en la habitación contigua, porque, Dios, además de que ambas puertas estuvieran abiertas como si hubiese sido a propósito, los sonidos sexuales no eran para nada disimulados. Carne contra carne chocando, un gemido agudo, gruñidos, jadeos, como un animal bruto tratando de saciarse, cosas que no podían ser indiferentes para ambos.

Y es que nada de aquello era mentira, el hice era real y ni había vergüenza en disimularlo ¿Para qué?

Si pudiesen estar presentes al otro lado, la imagen sería más o menos descrita de esa forma. En el sofá que había, Mark estaba boca abajo con el rostro casi enterrado en el cuero, con el cuello firmemente apretado por la mano izquierda del ruso, mientras que la derecha la usaba para sujetar la corbata que ataba las muñecas del otro. Tan débil, tan entregado, su colita expuesta para recibir cada penetración que "su señor" le daba.

El sudor empapaba su piel y hacía de su cabello húmedo sobre todo en la nuca y la frente. John era de todo menos piadoso y disfrutaba enterrarse profundamente en él hasta que las piernas del japonés temblaran y sus dedos se retorcieran. Las nalgas de su trasero golpearse en su entrepierna era el espectáculo más hermoso y es que la diferencia de cuerpos y dimensiones era abrumadora ¿Acaso no lo estaba aniquilando al tener sexo? Quizás, pero Mark amaba esto, quería ser una completa "puta" para él y mucho más cuando lo escuchaba mascullar en ruso.

Jeno se sintió hambriento de pronto, pero Jaemin, con una evidente erección, lo empujó para quitárselo de encima y salir de allí tomando la ropa esparcida en el suelo.

La sola idea que Jaemin pudiese ir a rogarle a John que lo tomase de nuevo, le molestó en demasía, sin embargo, el destino de Jaemin no fue ese. A medida que caminaba se iba colocando la ropa y luego... ¿Se fue cerrando de un portazo la puerta principal de casa?

Regresó al subterráneo para regresar por sus cosas, aunque no pudo evitar asomarse en la otra habitación para ver a Mark ahora empotrado contra una pared, amando ser perforado y sostenido como una muñeca.
Ambos desviaron la mirada hacia él con una sonrisa agotada y atrevida.

-¿Quieres unirte- John besó la mejilla del canadiense- a él le en a faria montarte... o a mi someterte...

Cuando la sola idea no le pareció desagradable, Jeno salió espantado de allí, vistiéndose a toda prisa y caminando hacia el auto que tenía estacionado afuera. Y, aunque entró dispuesto a encenderlo, su mirada estaba perdida en sus propias manos pensando en cómo había sido capaz de engañar a su novio. El, quien se había molestado por lo que John le hizo a
Darinka, él, quien había prometido serle fiel
Yaroslav, él... quien pareció perderse cuando vio a un hombre bailando la danza del vientre.

La mascota del ruso | Nomin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora