En lo más profundo del inframundo, en un castillo sombrío, vivía Hades.
El pelirrojo sentado sobre su balcón miraba a la nada, perdido en sus pensamientos hasta que fue interrumpido.
—¿Por qué tan pensativo? ¿No me digas qué estás pensando en mí?
—Ares —Pronunció con fastidio —. ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en la aburrida fiesta de mi estúpido hermano Zeus?
—Sí, pero me aburrí. Todos ahí me dan pereza. Las fiestas eran más divertidas cuando ibas, e incomodabas al resto de los Dioses con tu presencia.
El pelirrojo rio por lo bajo al recordar la última vez que hizo un lío en el olimpo y su hermano lo corrió enfadado.
—¿Cómo está mi dulce hermanito? —Sus palabras llevaban sarcasmo.
—Como siempre. Siendo el mismo Dios amado y venerado por todos los Dioses, —suspiro y se sentó a su lado —. Pero, dejemos de hablar de tu hermano, ¿me extrañaste? Hace mucho no venía a visitarte —Pronunció con picardía abrazando su brazo, sabiendo que su amigo detestaba el contacto físico.
—Si no quieres pertenecer al inframundo, más te vale soltarme en este mismo instante.
Ares lo soltó y mantuvo su sonrisa, satisfecho por lograr su objetivo. —Te haces el que odias mi presencia, pero seguro te alegras de que esté aquí.
—En realidad estaba muy bien hasta que llegaste.
Ares soltó una risa falsa —¡Qué gracioso! Un día me suplicarás, mi compañía.
—Ese día sucederá cuando este muerto.
Ambos fingieron una risa —¿Quieres pelear conmigo Hades?
—¿Por qué perdería mi tiempo con algo insignificante?
—¡Ha! ¿Tienes miedo?
La guerra de egos no tardó como era costumbre en ellos.
—¿Miedo, de ti? —El tono sarcástico era algo natural en la voz de Hades
—Soy el Dios de la guerra.
—Ya han caído muchos charlatanes que se creían invencibles. Guerreros estúpidos que al final cayeron. No eres diferente a ellos.
—Guerreros, lo has dicho, no Dioses —pronunció alzando su pecho, orgulloso de sí mismo —. Estoy por encima de todos ellos. Soy un Dios.
Si alguien más escuchara su conversación pensaría que se llevaban mal, pero eso estaba alejado de la realidad. Esa era su forma de demostrar su afecto y cariño por el otro.
La guerra de egos terminó cuando Hades sintió la presencia de un intruso en sus tierras
—Lee Know ¿cerraste el portal al entrar? —El peli morado iba a responder un “sí”, pero se quedó callado al dudar de su respuesta. —Aun si no lo hubiera cerrado, ¿por qué alguien bajaría al inframundo? Nadie quiere pisar tus tierras.
El pelirrojo dejó a su amigo solo y se transportó hasta donde estaba el polizón. Desde la distancia observó al rubio de pecas.
Por su parte, el rubio exploraba el lugar temeroso y desorientado al no saber dónde estaba. Con cautela pisaba inseguro entre la niebla que había a sus pies.
—¿Qué es este lugar?
Sus ojos fueron hipnotizados por la tenue luz que provenía del río a escasos metros de él.
Su cuerpo se empezó a mover por sí solo, sintiendo como si una fuerza sobrenatural lo llamara.
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HADES (Hyunlix)
FanfictionHades es el Dios del inframundo. El resto de Dioses lo describen como arrogante, egocéntrico y maníaco. Lee Felix un simple mortal, del cual Zeus el hermano de Hades estaba enamorado. Lo que empezó por diversión para molestar a su hermano Zeus, term...