HADES (Hyunlix)

16

Felix despertó pasadas las horas y los recuerdos de esa madrugada vinieron a su mente, haciéndolo esconderse bajo las sabanas ante la vergüenza.

—Otra vez lloré delante de él —pataleó al darse cuenta de que no podía ocultar sus lágrimas de él. —¿Por qué hice eso? —Se lamentó una vez más el haber abierto su corazón ante él.

Sus pensamientos vagaron al momento en que Hades limpió sus pies y cómo su corazón se agitó, pero rápidamente dispersó esos pensamientos al no querer darle importancia.

Su vista viajó a la mesita de noche donde vio el diario que había estado leyendo: —¿Cómo llegó esto aquí? —Tomó el libro en sus manos —¿Lo habrá traído Hyunjin?

El llamado en su puerta lo hizo despegar sus ojos del libro para ver al pelirrojo entrar por la puerta —Ya despertaste —Se acercó a la cama para sentarse en la orilla —¿Dormiste bien? —En cuanto vio la mano del pelirrojo dirigirse a sus cabellos lo detuvo ante el nerviosismo; el pelirrojo solo respondió con una sonrisa para después dirigir su vista al diario que descansaba en las piernas de Felix —Lo traje por qué creí que estabas curioso sobre este

—¿Lo leíste? —Expectante estaba sobre su respuesta y quería saber más sobre el pasado del Dios.

—No. —Respondió en seco a lo que el rubio estaba a punto de replicar antes de que fueran interrumpidos.

—Señor Hades. Se requiere de su inmediata ayuda —El pelirrojo suspiró ante la presión.

—Sí, ya había dicho que ya iba. Primero quería saludar a mi invitado antes de irme.

Los ojos cafés viajaron a los del pelirrojo —¿Te vas?

—No realmente. Tengo asuntos que resolver aquí mismo en el inframundo. Si quieres quedarte aún, solo llama a Elora, ella aparecerá ante tu llamado. Pídele lo que desees, ella lo hará. —Tomó desprevenido al rubio y logró su cometido, despeinar aún más su cabello —Dejaré esto aquí por si tienes hambre. —Dejo una charola con un plato y un vaso con comida —Nos vemos.

El rubio solo se despidió con su mano para luego tomar la bandeja —¿De verdad no lo leyó? —dirigió su vista al diario —¿no sintió curiosidad por ver lo que había escrito en el?—Con su mano libre agarro el libro —¿o lo habrá leído y finge no saber que había escrito en el? —Trato de pensar en su comportamiento de hace unos momentos y buscar si había algo inusual en él —¿Cómo no pudo leerlo? —para él era impensable que no lo hubiera hecho.

Abrió el diario una vez más para seguir en donde se había quedado mientras comia.

"Hoy terminaron las primeras habitaciones, estoy emocionado por ver su reacción cuando vea que su castillo poco a poco dejará ese semblante gótico y ahora lucirá más brillante y armonioso como el olimpo. Ya quiero que regrese de sus deberes para que vea mi obra maestra".

"Ya pasó una semana y Hades no vuelve aún de sus deberes. ¿Cuándo lo hará? Estoy desesperando aquí"

"Han pasado quince días desde que él se fue. Todo está tan tranquilo, he hecho lindas amistades en el castillo. No me había dado la oportunidad de interactuar con los otros y, ahora que lo he hecho, realmente son muy agradables, en especial Elora".

—¿Elora y Persefone se hicieron amigos?

"Ya son veinte días desde que se fue. ¿Cuándo piensa volver? Estoy muy molesto de que se fuera tantos días. No es como que lo esté extrañando"

"Ya pasó un mes desde que se fue y no hay señales de él"

"Estaba durmiendo cuando Hades había llegado, me despertó solo para avisarme que había vuelto. Fue tan extraño el cómo me sentí al verlo. Yo creo que estaba feliz de verlo de vuelta. Por un momento quise saltar a sus brazos. ¿Qué me está pasando?"