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Se preguntó que si en su próxima vida podrían estar juntos. Para luego soltar una risa débil por lo tonto que sonaba eso cuando ni siquiera podía creer que lo amaba realmente.

Se empezó a sofocar por el humo y su conciencia se fue debilitando.

Eras sus últimos momentos de vida y no podía creer que sus últimos pensamientos fuera sobre él

—Hades. —Pronunció con las pocas fuerzas que le quedaban.

El pueblo observaba cómo el fuego empezaba a volverse más intenso hasta que las llamas impidieron divisar al rubio.

Empezaron a festejar que habían terminado con el mal y ahora estarían a salvo.

—¿Qué es eso? —Una sombra entre las llamas captó la atención de todos a la fogata.

Y entre el fuego salió Hades cargando a Felix en sus brazos. —¿Hyunjin? —Felix débilmente abrió sus ojos para observar al pelinegro.

—Descansa, Felix, ahora estás a salvo.

El rubio apretó en sus brazos el cuerpo sin vida de su gato y cayó inconsciente, agotado por sus heridas y el humo que había intoxicado su cuerpo.

—¿Hyunjin? —Pronunció el panadero —¿Que haces? Aléjate de él. Es un demonio. No te dejes engañar por qué fue tu pareja. Todos hemos visto su verdadero ser.

Hades caminó entre la multitud sin prestarles atención, solo veía el rostro de Felix. Sus ojos estaban inflados, su cuerpo lleno de heridas y de sangre que brotaba de ellas.

Pero lo que más lamento más allá de sus heridas físicas fue aquellas que le habían causado en su alma. Conocía su pasado y se lamentó el haberlo animado a intentarlo una vez más.

—Hyunjin escucha, Felix es un demonio. —El panadero tomó su brazo para detener su paso

—Él no es un demonio. Solo es un dulce chico que buscaba amor y aceptación —Apretó su mandíbula al ver cómo aún inconscientemente en el rostro de Felix había dolor —Felix, está lejos de ser un demonio, pero, en cambio, yo si lo soy —Su apariencia cambió dejando que los presentes vieran su apariencia de Dios, pero una apariencia que iba más allá a lo aterrador

En ese momento todos sintieron temor. Nadie siquiera pudo pensar en tratar de atacarlo por el miedo que sintieron. —Los condenó a arder por la eternidad en lo más profundo del inframundo, siendo eternamente atormentados por mis sirvientes.

La gente intentó huir despavorida, pero en cuanto Hades dio un paso, toda Atenas ardió en llamas.

El pelirrojo caminaba entre ellos para satisfacer su necesidad de verlos sufrir. Escuchó sus gritos de agonía, al ser quemados vivos. Agonía que los perseguiría después de la muerte.

Al volver al inframundo, Ares y Aquiles se sorprendieron cuando vieron al pelirrojo cargando a Felix en un estado lamentable.

—¿Por todos los Dioses qué pasó? —El rubio mostró su preocupación por Felix, pero Hades no respondió, solo siguió su paso hasta llevarlo a su habitación.

Con cuidado lo dejó en la cama y observó nuevamente todas sus heridas. Se lamentó por no haber llegado antes, pero no sabía que eso estaba pasando. Si no fuera porque Felix aún portaba su collar y lo mencionó por su nombre de Dios, probablemente se hubiera dado cuenta hasta que ya fuera demasiado tarde.

Tomó con cuidado sus dos manos y las puso en su frente —Lo siento, Felix —Una vez más se lamentó el haberlo animado a hacer amigos —Lo siento —. Se recostó sobre su regazo y le pidió perdón una y otra vez

HADES (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora