HADES (Hyunlix)

19

Las emociones que sentían con aquel beso, iba más allá de cualquiera que hubieran experimentado antes.

La luna era la única testigo de aquel beso inocente de dos almas enamoradas que volvían a reencontrarse en su nueva vida.

El pelinegro despego lentamente sus labios de los de Felix para ver directamente sus ojos verdes con la poca luz que entraba por la ventana.

Con la yema de sus dedos limpió gentilmente las lágrimas que empezaban a caer de las mejillas de Felix.

Aquel beso les había traído dos emociones contradictorias; alegría y tristeza.

Sus corazones se sentían tan plenos, pero sus almas se sentían rotas, sintiendo un vacío inexplicable, aquel sentimiento de haber perdido algo importante.

—No llores, Felix —Hades trataba de entender que era lo que estaba sintiendo, y por qué él también quería llorar, por qué sentía un nudo en su garganta, por qué se sentía tan triste.

Ambos no comprendían de dónde venía aquel sentimiento de nostalgia, pero algo era claro: era que ambos tenían una conexión que ni la muerte podía romper.

Sus destinos se habían entrelazado una vez más

Felix sollozaba en silencio mientras Hades limpiaba las lágrimas que caían por las mejillas del rubio.

—¿Esto es a lo que llaman amor? —Susurro al sentir su corazón acelerado y las mariposas en su estómago

—¿Amor? ¿Sientes amor por mí?—Felix sentía confusión de sus sentimientos, pues no era algo que había sentido. Claramente, tuvo su primer amor, pero no se comparaba con lo que estaba sintiendo por el pelinegro y más al ser correspondido.

Había alguien en ese universo que lo amaba.

—Si amor, significa tener estos sentimientos intensos y necesidad de querer verte, estar a tu lado y anhelar que sientas lo mismo por mí. Entonces sí, siento amor por ti, Felix

Aun en su confusión por lo que sentía por el pelinegro, Felix sabía algo, que esa confesión lo hacía inmensamente feliz, aquella tristeza y soledad que había estado albergado en su corazón, se había ido, pues solo bastaba tener el amor de Hades para sentirse completo.

Pero aquella pequeña felicidad duró poco.

El rostro del pelinegro se desfiguró cuando vio cómo la fecha de muerte de Felix empezaba a cambiar drásticamente entre sus emociones que cada vez eran más claras.

—No... —Salió un susurro tembloroso al ver cómo rápidamente se desvanecían los años de vida y empezaba a disminuir hasta meses, luego semanas.

"Hago esto, por el bien de los dos, un día lo entenderás". 

Las palabras de Zeus venían a su cabeza y la ansiedad empezaba a consumirlo al igual que la tristeza

En ese momento todas las advertencias de su hermano venían como bombas a su cabeza. 
Las piezas empezaban a encajar una por una hasta darse cuenta de que su hermano algo sabía y por esa misma razón lo había intentado alejar de Felix con tanta insistencia. 

—¿Hades? —Felix se desconcertó al ver el miedo en su mirada y su respiración agitada. Sintió cómo una lágrima que caía de aquellos ojos negros golpeaba contra su mejilla —¿Hades? —Volvió a susurrar con desesperación. Desde su interior sabía que algo estaba mal y presentía que lo perdería. —¡Hades! —Lo sacó de su trance y el miedo lo invadió al ver aquella mirada en el pelinegro. Sabía que Hades iba a borrarlo. —No lo hagas. 

—Olvídalo todo lo que dije hoy Felix, olvida que te he confesado mi amor 

Y así Hades borró esos recuerdos de Felix causándole un gran dolor.