Imagina que te encuentras en un limbo emocional, lleno de dudas, lágrimas y vacío sin respuestas y recibes un llamado desde otro continente para anunciar la muerte trágica de un ser querido...
Imagina que la pérdida de tus padres, no solo traería so...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maratón 1/2
FABIO DI FRISCO
—El cargamento ya está listo —me dijo Mikhail
—¿La ruta ya está segura? —pregunté mientras mi mente se encontraba en Florencia
—Lo está, los camiones salen en dos horas... si quieres preparo el jet para que salgas hoy mismo, porque un minuto más acá y siento que explotarás —me conoce muy bien
—No he tenido noticias de mi hermana... —no era de la única que necesitaba noticias pero eso no debía saberlo Mikh
—Necesito que tomes las cosas con calma —lo miré confundido—, hubo un atentado en Zucchero
—¿Quién hace un atentado contra un club nocturno? —pregunto intentando mantener la calma
—El imbécil de Dubois... —agrega
—¡Oh! el hijo de puta se arriesgó a invocar su muerte... —sabía que Giovanni estaba esperando este ataque para poder justificar la masacre que tenía en mente
—No es todo —vi como su rostro se endureció
—Ok... —respondí de forma cautelosa, pero sentí como mi corazón se aceleró ante lo que se aproximaba
—Seré rápido... el muy cabrón tomó a Ginevra como rehén, cuando Giovanni llegó al lugar donde la habían arrastrado, uno de los tipos que se la llevó tenía los pantalones abajo y estaba intentando que tu hermana le hiciera una mamada... —un latido, dos latidos, mi vista se nubló y la irá empezó a crecer—, Giovanni llegó justo a tiempo, el cabrón está muerto y tu hermana está a salvo... solo un poco golpeada
—¿Golpeada? —pregunté mientras todos mis músculos se tensaban
—Sí...
—Prepara el jet —ordené
—Vamos hermano, sé cómo te sientes, pero debes controlarte o la asustarás... recuerda que para ella eres su hermano, no un asesino
Llamada entrante...
Principessa
—¿Qué pasa? —muy tarde para remediar el saludo
—¿Estás molesto? —ella sabía que sí
—No contigo... del todo
—Supongo que Mikhail ya habló contigo —¿ella lo mandó?
—Sí... salgo en un par de horas... ¿qué ocurre?
—Yo... emmm... no sé... yo —estaba por llorar
—Dime por favor... —hice una pausa— ¿qué ocurre principessa?
