58. NUESTROS

66 9 6
                                    

GINEVRA AVOLA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

GINEVRA AVOLA

Me mantuve con vida durante los últimos diez años por el amor y la esperanza. El amor por mi hijo Amadeo y la esperanza de que en algún momento la pesadilla iba a terminar y volveríamos a ser felices. Por supuesto que más de una vez me rendí, tiré la toalla, grité, desee morir e incluso rogaba a Dios una muerte rápida para mi hijo, él no era culpable de nada de lo que estaba sucediendo, solo era una víctima de la situación.

Noah se dedicó a golpearme desde el primer momento en el que se enteró que estaba embarazada. El consejo intervino, pues iba a ser sospechoso un aborto en medio de todo lo que estaba ocurriendo alrededor, el exilio de Giovanni, mi complot inexplicable. Así que, el abuso fue trascendiendo, ya no eran solo golpes, también infringía psicoterror, me mantenía en el sótano por días, mientras amenazaba con torturar a mi hijo. Lo único que le agradezco es que su ensañamiento siempre fue conmigo o al menos intenté que fuese así la mayor parte del tiempo, hubiese soportado mil torturas más, solo por tener mi mente en paz y saber que Amadeo estaba bien.

Jamás olvidaré el rostro de Giovanni al pasar a su lado mientras me suplicaba que me quedara con él. Sentí una daga atravesando mi pecho al ver el dolor reflejado en el rostro del hombre que más amaba en la vida. Acababa de traicionar nuestro juramento, nuestro amor, me había rendido sin antes dar la pelea, no era digna de estar a su lado. Es por eso que no me extraño que no intentarán averiguar mi paradero o buscarme, mi traición fue más allá de lo que teníamos Giovanni y yo, le falte a nuestra familia, a sus hermanos por elección, tome una decisión en el apuro de querer salvarnos y en medio del infierno arrastré a todos los que amaba conmigo.

—¿Giovanni? —un sollozo escapó de mis labios

Este hombre había estado en el momento en el que Fabio me encontró, no podía ser él, sus facciones ahora eran más rudas, una barba cubría parte de su rostro, usaba un corte bajo y tatuajes se asomaban por su cabeza, recorriendo la línea del cuello hasta perderse con el resto de la tinta. Una cicatriz estaba en su rostro. Sus manos, acariciaban el dorso de la mía, eran ásperas, con algunos cortes que intentaban esconder algunos tatuajes.

Todo comenzó a darme vueltas, ellos estaban aquí, mi hermano, Mikhail, Alek, Mattia, Enzo, Natasha. Noah estaba muerto o al menos eso entendía. Flash backs comenzaron a invadir mi mente.

Eres una perra

Vas a morir

Dejaré que te desangres aquí

Luego mataré al bastardo

Fueron muchos golpes, patadas, usó una navaja, estaba molesto por un mal negocio, creo que mi mente suprimió todo lo que pudo para poder resistir, hasta que ellos llegaron... él.

Asintió y busqué el único lugar que sabía que podría encontrarme, su mirada. El tiempo se detuvo, quizás una o dos respiraciones, eran sus ojos, era él, estaba aquí conmigo, con Amadeo, aunque físicamente no lo encontraba, sus ojos no mentían, ese azul era el mismo azul que amaba ver en los ojos de mi hijo, ese azul era el que me mantenía serena en medio de la tormenta. Y aunque esperaba encontrar odio en ellos, solo había mucho dolor y preocupación. Ambos estábamos lo suficientemente rotos como para fingir que no nos llegamos a odiar por instantes, estábamos tan vacíos que no existía la posibilidad de que una disculpa llenará el espacio que solo un te amo podría ocupar.

—Ya no eres tú —susurré refiriéndose a su aspecto

—No tienes idea de cuánto agradezco ya no ser yo —respondió con tanta calidez que mi corazón volvió a latir—, estaba tan errado, yo...

—Ya habrá tiempo —interrumpí, no quería dañar el presente trayendo el pasado a colación

—Mamma —Amadeo me hizo aterrizar y recordar que él estaba allí—, papá ahora se llama Sköll y es el jefe de la mafia turca, el tío Hati me dijo que se ganó su puesto en peleas clandestinas donde tenían que matar al oponente —¿peleas clandestinas? ¿muerte? Dios mío— la tía tashie no le cree y por eso van a tener una pelea, pero la tía tendrá muchas armas y papá no

—¿Peleas? ¿muerte? ¿armas? —estaba shockeada por la forma en la que Amadeo se desenvolvió sin problema alguno relatando una historia completamente aterradora

—Jefecito, creo que mamma necesita descansar y luego podemos contarle todo lo que ocurrió ¿te parece? —ambos compartieron una mirada de complicidad y luego algo inesperado, Amadeo le dio un abrazo y le susurró algo al oído antes de salir de la habitación

—¿Qué te dijo? —pregunté un poco ansiosa

—Me dijo que Fabio lo estaba esperando para ir a conocer a Dmitry y a Alessia —hizo una pausa para leerme el rostro y continuó— el niño es el hijo de Enzo y Tashie y la niña es tu sobrina —Fabio era padre

—Nuestros —corregí— nuestros sobrinos


¿Será este el final? ¿qué dicen ustedes?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Será este el final? ¿qué dicen ustedes?

¿Nos despedimos de Gin y Gio?

¿CÓMO SE TRADUCE EL AMOR? | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora