59. ECLIPSE

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SKÖLL

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SKÖLL

Dos semanas después...

—Ya estoy mejor —se quejó la madre de mi hijo

—No lo estás —gruñí

—El médico me dio permiso de levantarme de la cama

—No me importa —la corté—, ¿tienes idea de cuantos golpes tenías?

—No lo suficientes como para haber muerto —la fulminé con la mirada y ella sonrió—, vamos desaparece unas dos horas, recuerda viejos tiempos —ella sabía que esa clase de chistes me hacían retroceder

—Bien —cedí— adelante, pero por favor con cuidado

—No soy de cristal Giovanni ¿se te olvida quién parió a tu hijo?

—Lamento interrumpir su no romántica escena —por supuesto que era Enzo—, ya estamos reunidos como lo pediste

—Estoy allí en dos minutos —respondí manteniendo la mirada en mi ¿esposa?, mierda, debemos tener esa conversación

—¿Solicitaste una reunión? —preguntó curiosa

—Sí —me limité a responder mientras la sostenía mientras caminaba

—¿Pasó algo? —insistió

Estaba realmente cansado, en los últimos tres días no había dormido nada, Hati había estado viajando entre Turquía e Italia para mantener nuestros negocios en orden. Mientras que cuidaba de Ginevra e intentaba conocer más a mi hijo, también tenía que mantener un perfil bajo, no podía dejar ningún cabo suelto sobre quién era, eso solo traería muchos más problemas de los que tenemos con los albaneses.

—Debemos poner muchas cosas en orden, los albaneses ya se habrán enterado de que sus marionetas están fuera de juego, así que vendrán por quienes metieron sus narices en la red que habían construido

—Te irás —vi como las lágrimas se formaban en sus ojos

—Recuerda que soy otra persona —susurré—, mi anonimato es más necesario de lo que pensaba

—¿Y Amadeo? —su voz se quebró

—Qué te parece si al terminar la reunión hablamos sobre nuestro futuro y sobre lo que necesitas —pasé mi pulgar por su mejilla limpiando la lágrima que se había escapado

—Quiero estar en la reunión —no fue una petición

La miré un par de segundos, asentí y la ayudé a caminar hasta el salón principal donde se encontraba mi familia, esa que ahora constaba de la Cosa Nostra, la Bratva y los Lobos Grises.

Ayudé a Gin a tomar asiento, aún tenía dolor y no era para menos. El doctor dijo que era un milagro que hubiese resistido a la golpiza que recibió.

¿CÓMO SE TRADUCE EL AMOR? | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora