Imagina que te encuentras en un limbo emocional, lleno de dudas, lágrimas y vacío sin respuestas y recibes un llamado desde otro continente para anunciar la muerte trágica de un ser querido...
Imagina que la pérdida de tus padres, no solo traería so...
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SKÖLL
9 años después...
—Mattia —extendió el teléfono Hati, así era conocido ahora Kadir entre el mundo de la mafia
—Creo que si no ejecutas tu plan de mierda rápido, la mansión se convertirá en un psiquiátrico —realmente estaba cabreado y saber que era el único que sabía de mí me hizo sentir un poco culpable por la responsabilidad que recaía sobre sus hombros
—Matt, —tomé un largo suspiro— eres el jefe, no puedes perder la cabeza tan rápido
—Tu eres el jefe —este era más un tono de frustración—, este es tu puesto, no el mío
—Eres el Capo... —sabía que me encontraría, lo hizo justo un año después de mi llegada a Turquía, fue allí cuando le presenté mi plan y lo hice mi cómplice
—Kanka —hermano resopló—, este es un puesto de mierda, incluso Tashie la pasa mejor —parecía un chiquillo adolescente quejándose
—Por lo que sé estás haciendo un excelente trabajo —no era un simple elogio, Mattia había tenido una preparación similar a la de los chicos y la mía, además de que era un genio hacker y especialista en planes de emergencia. Estaba muy orgulloso del hombre en el que se había convertido
—Cómo coño me espías sin dejar rastro —esta vez usó nuestra lengua materna
—Ventajas de estar muerto —me burlé—, ya el plan inició —volví al tema—. Hati te enviará toda la información que necesitas por el momento, dobla la seguridad de todos y borra este rastro
—Fratello —luego siempre venía una estaca al corazón—, Ditta no para de llorar, me duele mentirle y me duele aún más que sufra por esa mentira
Sabía que el equipo me buscaría, ellos moverían el mismo infierno para llegar a mí. El que lo logró fue Mattia, así que allí ideamos un plan para mantener al resto a salvo, cambié mi identidad, mi aspecto físico también había cambiado debido al arduo entrenamiento para los encuentros de dioses y que ahora había tinta por toda mi piel, dejando atrás aquel aspecto empresarial, para convertirlo en uno un poco menos amigable. Fingir mi muerte fue muy fácil, nadie iba a dudar de Mattia, mucho menos llevando como prueba un rastro de mi ADN.
—Hablamos pronto —corté
—Falta menos, pronto estarás junto a ellos —escuché a mi segundo al mando
—Espero que haya espacio para nosotros —intervino el viejo Ayaz y sonreí
—Siempre habrá espacio para un par de Lobos —afirmé
—No me metan en su mierda —Ayaz se había mantenido al margen de todos mis negocios, sin embargo nunca me negó un consejo. Aún cuando tomé el poder de los Lobos Grises hace un par de años tras asesinar a su líder