20
Al llegar a mi departamento comenzamos a besarnos apasionadamente. Ella recorrió casi todo mi cuerpo con sus manos.
—Hoy no me puedo quedar hasta tarde. La excusa de mi trabajo en la universidad no va a funcionar.
—Podemos hacerlo rápido... y yo te llevo —le dije.
—Me parece una gran idea —dijo tomando mi pene erecto.
—¿Dónde prefieres que te lo haga? Hay muchos lugares que me excitan, señora Russo.
—Dame tus opciones, Jones. A mí me excita la mesa. ¿T e gustaría cogerme ahí?
—Me encantaría cogerte en cualquier lugar.
Ella caminó hasta la mesa y se subió.
Me puse delante de ella y comencé a bajar sus pantalones, luego hice lo mismo con su camiseta y la lancé a un lado.
Comencé a hablar:
—¿Podrías acostarte?
Lo hizo mientras yo me subía encima de ella. Estando ahí comencé a desabrochar su sostén para introducir sus pezones a mi boca. Ella gritó de placer e imploró que continuara. Pasaron algunos minutos y continúe bajando por su cuerpo jugando con mi lengua. Al llegar a su entre pierna, tomé sus bragas y comencé a bajarlas con mi boca.
—¡HAZLO! —ordenó.
Obedecí, saqué mi lengua y comencé a introducirla en su vagina, lentamente. Sus gemidos eran cada vez más fuertes. Estaba igual o más excitada que yo.
—Creo que ahora si te queda bien el apodo de señorita cachonda.
Se rió y dijo:
—Creo lo mismo, Marcís Jones.
—¿Estas preparada para la siguiente fase?
—¿A qué te refieres?
—Creo que vas a preferir que sea una sorpresa. Cierra los ojos y disfruta —la miré con malicia.
—Creo... que es bueno obedecerte. No me vayas a decepcionar.
—Jamás lo haría, leona. Sabes que puedes confiar en mí. Cierra los ojos, no planeo repetirlo.
Ella lo hizo.
Me levanté de la mesa y fui a lavarme las manos.
—¿A dónde fuiste? —exclamó nerviosa— ¿Qué estabas haciendo?
—No puedo decirte. Es tu turno de disfrutar. Dime cuando estés lista para gritar.
—Siempre estoy lista.
—¿Segura?
—¡QUE SI, JODER! ¡HAZ LO QUE SEA QUE VAYAS A HACER AHORA MISMO! —continuaba con los ojos cerrados.
Moví mis dedos hacia su vagina, comencé a introducirlos y sacarlos en repetidas ocasiones. Ella ya me había masturbado antes, esta era su recompensa por ese momento.
—Considéralo como un pago por lo que hiciste por mí la semana pasada.
—Creo que te voy a seguir haciendo ese tipo de favores si este va a ser el pago —gimió y yo reí.
Estuve haciendo la misma acción por varios minutos hasta que un líquido blanco comenzó a empapar mis dedos.
—¿Te gustó?
—Me encantó.
—¿Crees estar lista para volverlo a hacer, pero ahora sin la ayuda de mis dedos? —mi voz sonaba bastante maliciosa—. Si la respuesta es sí... siéntate.
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Bajo las Luces del Club: Luces 1 ©
RomanceTener que trabajar para cumplir tu sueño universitario, ser echado de casa, enfrentarse a la vida de un adulto luego de ser mantenido por tus padres, y un romance ¿Podrá Marcís lograr sus sueños? (Novela con escenas +18) LOS PERSONAJES SON MAYORES...