Capitulo 40 •Oportunidad•

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☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

T/n.

Me siento en shock.

He tenido demasiadas emociones juntas en lo que va de la noche y algo me dice que esto apenas empieza.

Todavía no tengo en claro que me marcó más, si la expresión de horror en el rostro de Aidan al oír que su padre estaba en el hospital, o lo que pasó antes de eso.

Sus manos acariciando suavemente suavemente mi cintura, su respiración en mi oído, haciendo la mía alterarse y mi piel se erizara mientras me susurraba, luego su pulgar tocando esa parte sensible de mi cuello, donde mi pulso me delataba, subiendo por mí mandíbula hasta detenerse en mis labios para acariciarlos con suavidad. Todo eso me hizo perder el control, fue poco y demasiado al mismo tiempo... Provocó ciento de cosas en mí, pero me pareció que no era suficiente, me hizo desear más...

No pensaba, solo sentía. No fue hasta que sentí sus labios sobre los míos que logré despertar de ese ensueño, y mi primera reacción había sido morder su labio inferior fuertemente, empujarlo y luego propinarle una cachetada.

Sí, no fue mi mejor reacción. Me arrepentí al segundo de haberlo hecho, y aún más cuando vi el hilito de sangre que salía de su labio... Me había pasado un poco.

¿Un poco?

Vale, si me había pasado mucho.

—T/n —doy un respingo cuando alguien me toca el brazo, sacándome de mis pensamientos.

Volteo a ver a Zack, quien está frente a mí y me mira con preocupación.

—Ten, te estás congelando —me tiende mi abrigo y le agradezco en voz baja mientras me lo coloco. Luego me tiende mi bolso—. ¿Estás bien?

—Sí, sí —asiento—. Ahm... Iré al hospital, puedes irte a tu casa.

—Te acompaño —se ofrece.

—No es necesario.

—Quiero hacerlo. Tampoco es que tenga mucho que hacer —se encoje de hombros.

—Está bien, vamos —le sonrío y empezamos a caminar.

A medida que vamos avanzando, saco mis cigarrillos, pero el mechero no enciende, al parecer se quedó sin gas.

—¿No tienes fósforos o algún encendedor que me prestes, por favor? —le pregunto a Zack.

—No. No fumo, lo siento.

—Mal día para salir con un amigo no fumador —murmuro, volviendo a guardar los cigarrillos. En verdad necesitaba uno.

Él solo ríe y seguimos caminando. Tengo que agradecer que el hospital no esté muy lejos, así que alrededor de quince minutos, ya estamos frente a éste.

Un escalofrío me recorre la espalda mientras nos adentramos en él. La última vez que pisé este lugar no resultó nada bueno de eso. No me trae ningún buen recuerdo.

Entramos al área de urgencias y desde la entrada puedo ver a Aidan discutiendo con un doctor, con Leslie —quien se fue tras él— a su lado. En la sala de espera veo a la señora Lauren, quien solo ve a su hijo de forma ansiosa.

Me acerco hasta ella y levanta la mirada cuando estoy a su lado y una gran sonrisa cubre su rostro.

—T/n, querida —me envuelve en un abrazo maternal y se le devuelvo—. Que alegría volver a verte.

—Igualmente, señora. Aunque lamento que sea en esta situación —me separo de ella—. Siento mucho no haber ido a visitarlos antes.

—No te preocupes, lo entendemos —sonríe comprensiva y lo agradezco. Posa la mirada en Zack—. ¿Quién es él?

Roomies • Aidan Y T/n • [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora