☆゜・。。・゜゜・。。・゜★T/n.
D
ejo pequeños besos sobre de la mandíbula de Aidan y poco a poco bajo por su cuello, su piel se eriza mientras su mano acaricia mi espalda.
—¿Verás la película? Siempre que miramos una te pones así y me desconcentras —murmura divertido.
—¿Te estás quejando? —levanto mi rostro y lo miro—. Si es así, puedo dejar de hacerlo.
—No, no me quejo. Tú sigue —sonríe.
Le devuelvo la sonrisa y vuelvo a lo que estaba. Sigo dejando besos por su mandíbula, su escasa barba me pica pero no me quejo, se ve muy guapo con ella, espero se la deje crecer. Me detengo un momento al escuchar la lluvia caer.
—Mmm... Amo la lluvia —susurro acomodando mi rostro en el cuello de Aidan, acomodándome a su lado.
—Ven, se me acaba de ocurrir algo —me aparta con cuidado y se levanta de la cama.
—¿El qué? —me enderezo.
—Vamos afuera —me extiende una mano.
—¿Quieres que nos enfermemos? ¿Para qué iríamos? —le pregunto confundida.
—Si vienes conmigo te lo dire —sonríe sin apartar su mano, invitándome a tomarla.
Me quedo unos segundos viendo su mano, pensando en si seguirlo o no, pero no lo pienso mucho. La verdad, iría con él donde me lo pidiera.
—Está bien, vamos —sonrío tomando su mano para levantarme de la cama.
Él me devuelve la sonrisa. Apaga el televisor y me saca del apartamento. Al llegar al vestíbulo, Mark nos mira con extrañeza al notar que saldremos del edificio bajo la lluvia y sin, siquiera, abrigos. Aidan lo saluda con un asentimiento de cabeza, gesto que él corresponde con el ceño fruncido pero sin comentar nada.
La lluvia nos empapa inmediatamente una vez estamos fuera del edificio. Me estremezco un poco ante la sensación fría.
—Hay un leyenda —empieza diciendo Aidan— que dice que si una pareja baila bajo la lluvia, esa pareja estará junta por siempre y será felices —pone sus manos en mi cintura, tirando suavemente de ella para pagarme a él.
—Eso te lo acabas de inventar tú ¿No? —río leve ante su ocurrencia, aunque romántica.
—Si, pero ese no es el punto. La cosa es, princesa, ¿Aceptas bailar conmigo bajo la lluvia?
—Claro que si, cariño —sonrío aceptando su propuesta pero hago una mueca al recordar algo—. El único detalle es que no sé bailar.
—Yo tampoco, pero haremos lo que nos salga ¿Si? Lo importante es disfrutar del momento.
—Está bien —acepto.
Coloco mis manos sobre sus hombros y al reafirma su agarre en mi cintura. Empieza a moverse lentamente y yo lo sigo. Nuestros movimientos son torpes y ambos reímos ante ello.
Apoyo mi cabeza en su pecho y él apoyo su barbilla sobre mi cabeza.
—Baby, I'm... —lo escucho cantar despacio—. Dancing in the dark, with you between my arms. Barefoot on the grass, listening to our favorite song. When you said you look at mess, I whispered underneath my breath but your heard it, darling you look perfect tonight...
Envuelvo mis brazos alrededor de su torso, pegando mi oreja a su pecho, que vibra con suavidad mientras termina de cantar. Perfect... Una canción tan perfecta como esta noche.
—De verdad, amo como cantas —levanto mi cabeza para verlo.
—Y yo te amo a ti.
Mi respiración se detiene y mi corazón se acelera ante sus palabras. Quiero responderle algo pero no me da tiempo de hacerlo, toma mi rostro entre sus manos y me lleva hasta su boca, besándome con suavidad y yo le respondo enseguida. Un cálido beso en medio de la fría lluvia.
—Creo que deberíamos volver adentro —dice él, separándose un poco.
—Sí, ya me estoy congelando del frío —confieso riendo leve.
Aidan toma nuevamente mi mano y me lleva adentro del edificio.
☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
Termino de peinar mi cabello luego de cambiarme la ropa mojada por una seca. Veo a Aidan usando su teléfono por el reflejo del espejo de mi tocador y se me viene a la mente hacerle una pequeña broma. Súper pequeña. Sonrío traviesa ante la idea que se me acaba de ocurrir.
Oh no, querida. Esto saldrá muy mal.
Vamos, será divertido.
—Carlos, amor —empiezo diciendo y Aidan levanta la cabeza de golpe al escuchar el nombre que he usado para llamarlo—. ¿Sabes dónde dejé...?
—Espera —me interrumpe— ¿Cómo me llamaste?
—Pues amor ¿De otra manera te iba a llamar? —me hago la inocente.
—No, no, me llamaste Carlos —me mira con el ceño fruncido—. ¿Quien es ese?
—No, mi amor, no te he llamado así —hago un esfuerzo sobrenatural para no reírme de sus celos.
—No, te escuché bien ¿Quien es ese? ¿Acaso es el otro?
—De verdad, no sé de qué estás hablando, cariño.
—¿Sabes qué? —se levanta de la cama—. Puedes dormir sola esta noche —y sale de la habitación dando un portazo.
¿Ves lo que te dije?
—No. Cariño, espera —también salgo de la habitación yendo tras él.
—No me hables —se sienta en el sofá cruzándose de brazos.
—Cariño, no te enojes —me siento a su lado—. Solo fue una pequeña broma.
—¿¡Una pequeña broma!? —me mira con indignación— ¿De verdad esto te parece gracioso?
—Es que te ves muy lindo cuando estás celoso —sonrío con inocencia.
—En serio, eres insoportable.
—Pero así me amas —tomo su rostro entre mis manos y le sonrío con orgullo antes de besarlo.
Al principio se resiste, pero al final termina cediendo. Empieza a mover sus labios sobre los míos y rápidamente encontramos un compás en el que ambos encajamos a la perfección.
Pero, de un momento a otro, siento un fuerte mareo y dolor de cabeza azotar mi cabeza. Me separo con suavidad de Aidan. Mi cabeza da vueltas y siento que me falta el aire.
—Cariño... No me siento bien —susurro con la poca fuerza que me queda.
—Mierda, tu nariz está sangrando otra vez —la voz de Aidan se escucha a la lejanía.
—Me duele la cabeza... Siento que me voy a desmayar...
—Recuéstate en el sofá —apenas soy consiente de que me acomoda con suavidad—. Iré a ver si puedo conseguir algo para ayudarte.
Lo siento levantarse e ir hacia la cocina pero no logro distinguir lo que hace. Mi vista de vuelve cada vez más borrosa y los párpados se me cierran aunque trate de evitarlo.
Lucho lo más que puedo por mantenerme consiente, pero en cuestión de segundos, todo se vuelve negro.
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Roomies • Aidan Y T/n • [En proceso]
Fanfiction"Del odio al amor hay un solo paso" Una frase muy popular que, para T/n Castañeda, no tenía sentido ¿Como ella iba a amar a aquel chico que tanto odiaba desde la niñez? Aidan Gallagher era como su nemesis. Gracias a que la familia Gallagher y la fam...