Capítulo 39 •¿Lo extrañaste?

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Este capítulo es corto pero vale la pena.

Pequeña recomendación: Léanlo escuchando Besos en guerra de Morat ;)

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Aidan.

Voy a matar a alguien.

Y por lo visto, ese alguien será Zachary o como sea que se llame el amiguito de T/n. Más le valía que se escondiera antes de que le pusiera las manos encima.

Cuando Leslie me dijo que había visto a T/n y que la invitaría a nuestra mesa para ayudarme a hablar con ella, olvidó el pequeñísimo detalle que venía con su amiguito.

No voy a negar la gran satisfacción que sentí al ver las marcas que había dejado en su cuello, pero dicha satisfacción desapareció cuando empezamos a jugar ese estúpido juego y luego ella se fue con el idiota ese a bailar.

Había accedido a jugar para fastidiarla un poco, pero el más jodido terminé siendo yo.

Muerto por su propio veneno.

Tomo la botella de whisky que pedí y sirvo un poco en mi vaso, para luego tomarlo de un solo trago mientras veo a T/n y Zahir desde mi lugar, deseando arrancarle las manos de la cintura de T/n a ese idiota.

—Ya, deja eso —Leslie trata de quitarme el vaso, pero le dedico una mirada fría antes de volver a servirme otro.

Al diablo lo de no emborracharme hoy.

—Eres imposible. Yo solo quería ayudar ¿De acuerdo? Cuando la ví salir, no había notado a Zack.

—Lo sé, no tienes que disculparte —le respondo y sigo viéndolos mientras bebo.

—Gracias. Iré al baño —avisa.

Espero que se vaya y tomo lo que me queda del trago antes de levantarme y dirigirme hacia T/n, esquivando a las personas que se encuentran en la pisa de baile.

Reparo las manos de él en la cintura de ella y los celos van aumentando a medida que me acerco. No puedo permitir que siga tocando un centímetro de su cuerpo.

—Suéltala —le exijo, dedicándole una mirada mortal cuando estoy junto a ellos y ambos dan un respingo al escuchar mi voz.

—Tranquilo —Zacarías levanta las manos en señal de rendición—. Solo bailamos.

Lo ignoro categóricamente tomando a T/n del brazo.

—Tú te vienes conmigo —le digo mientras la saco del local, sin darle oportunidad de replicar.

—Ya, suéltame —ella se zafa de mi agarre y me mira hastiada una vez estamos fuera—. ¿Cuántas veces más harás esto?

—Las veces que sean necesarias. Y ahora me contestarás a qué estás jugando.

—Yo no estoy jugando a nada. ¿De qué hablas?

—Dices que me odias, y lo entiendo, pero el querer ponerme celoso, la manera en que me miras... —voy avanzado lentamente hacia ella a medida que voy hablando y ella retrocede, hasta que su espalda choca con la pared del local. Pongo mis manos a los lados de su cabeza, dejándola encerrada entre la pared y mi cuerpo—. Lo que pasó aquella noche, la manera en que tu cuerpo se retorcía de placer bajo el mío, la pasión y ansia de tus besos... Y puedo seguir describiéndolo, cariño... —hago una pausa—. Todo eso me gritaba lo contrario.

—Fue un error... —musita con la voz ahogada y puedo notar su respiración pesada—. Olvida todo.

—Oh, vamos, princesa... —sonrío de lado, bajo mis manos hasta su cintura y acerco mi boca a su oído, susurrando—: ¿Vas a negar que extrañaste todo eso? Los besos, las caricias, el amanecer juntos y abrazados...

Roomies • Aidan Y T/n • [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora