☆゜・。。・゜゜・。。・゜★Aidan.
Desde el umbral de la habitación, observo a T/n dormir plácidamente sobre la cama. Me acerco y, con cuidado, me acuesto de lado junto a ella, apoyando mi cabeza en mi mano.
La observo detenidamente; su cabello desordenado y esparcido sobre la almohada, su respiración tranquila y acompasada, sus labios un poco entreabiertos. Detallo cada parte de las fracciones de su rostro, queriendo grabar cada mínimo detalle en mi mente.
Con delicadeza, paso mi dedo por los contornos de su cara, acariciando con dulzura la suavidad de su piel.
«¿Cómo esta mujer tan hermosa puede ser mi novia?» Me pregunto internamente, mientras retiro mi mano de su rostro y empiezo a acariciar su cabello sedoso.
Y no me refiero solo a su belleza física, porque no habrían palabras para describir lo loco que me tiene con su hermosura, sino que también hablo de su interior. Tanto tiempo lejos, tan idiota que he sido, pero ella decidió perdonarme y seguir a mi lado, decidió volver a intentarlo conmigo. Y ni hablar de su inteligencia, de lo que ha logrado por su propia cuenta, me sentí tan orgulloso de ella cuando la noche anterior me contó sobre lo de su productora, la admiro como no tiene una idea. Por lo fuerte y valiente que ha sido. Por todo lo que ella es.
T/n se remueve sobre las sábanas y lentamente abre la ojos, levanta la mirada hacia mí y sonríe cuando me enfoca.
—Buenos días, bella durmiente —le correspondo la sonrisa.
—No me despertaste con un beso, príncipe ojiverde —murmura con la voz adormilada—, pero buenos días.
—Lo siento.
Acerco mi rostro al suyo y uno nuestros labios en un suave beso. Ella lo corresponde de inmediato, moviendo su boca sobre la mía, rápidamente encontramos esa sincronización y ritmo perfecto que siempre hemos tenido. Ella sube su mano hasta mi nuca y juega con mi cabello mientras profundiza el beso. Nos apartamos un poco, vuelvo a dejar un beso casto en sus labios y ella sonríe.
—¿Me estabas viendo mientras dormía? —pregunta, sin retirar sus dedos de mi nuca.
—Sí, me gusta verte dormir —confieso.
—¿Ahora eres Edward Cullen? —bromea y yo río leve.
—Edward se iba antes que Bella se despertara. Yo prefiero verte en todo momento —elevo mi mano y acaricio suavemente su mejilla, rozando su labio inferior con mi pulgar. Acerco mi boca a su oído y susurro—: Especialmente en otros momentos —digo de forma sugerente, solo para molestarla, pero disfrutando como su respiración se altera.
Me alejo y río un poco al como todo su rostro de torna rojo.
—Era broma —sonrío divertido.
—Idiota —murmura, empujándome levemente por el hombro, pero sonriendo divertida. Se sienta y yo también lo hago.
—Idiota... —repito sin dejar de verla—. Que rara forma de demostrarme tu amor.
—Es mi love language —se encoge de hombros sin dejar de sonreír, robándome también una sonrisa.
—Ayer te pasaste un poco con los tragos ¿Cómo te sientes?
—Uf, me duele la cabeza —bufa negando—. Siento que me va a explotar. No vuelvo a beber.
Una sonrisa divertida cubre mi rostro al oír eso.
Ni ella misma se lo cree.
—Te preparé el desayuno —le informo—. Come y luego te tomas una pastilla.
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Roomies • Aidan Y T/n • [En proceso]
Hayran Kurgu"Del odio al amor hay un solo paso" Una frase muy popular que, para T/n Castañeda, no tenía sentido ¿Como ella iba a amar a aquel chico que tanto odiaba desde la niñez? Aidan Gallagher era como su nemesis. Gracias a que la familia Gallagher y la fam...