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Habían pasado meses desde el primer encuentro con el hermano mayor de Gloria y desde entonces no había dejado de venir, todos los dias antes de irse con Gloria intentaba hablar con el y Bal se dedicaba a ignorarlo, pero cada vez que lo hacía Ambrosius se esforzaba mas en hacerlo hablar, con los días ya no se ponía nervioso estando cerca de él, ahora solo le exasperaba. El viernes le había dicho que si no le respondía empezaría a decir poemas, cuando se fue rio como un loco hasta que se lo contó a Nimona pero solo Dios sabía lo que le esperaba el lunes.

—No es alcohol, no es cerveza, eres tú, que se me ha subido a la cabeza!

Vale eso no se lo esperaba. Se dio la vuelta y vio a Ambrosius con Gloria en brazos mientras reía y una larga lista en la mano, Bal solo aguanto dos poemas antes de suplicarle que parara.

—Ves no era tan difícil.

—Vete a la— se paró a si mismo cuando se dio cuenta de que Gloria seguía ahí y se mordió la lengua.

— ¿Como te llamas?

No respondió.

—¡Oh vamos! ¿Que es esto un paso adelante y dos atrás?

Silencio era lo único que había entre ellos.

—Te voy a llamar Twilight Sparkle si no me respondes.

Más silencio.

—Tengo más poemas.

—¡BALLISTER!

—Ves así si, Soy Ambrosius.

—Ya lo se.

—Era por si acaso, si no podías hablar tal vez tampoco podías recordar.

Ya había hablado con el demasiado y por hoy ya estaba bien, lo tenía que soportar lo que quedaba de semana y se volvería loco.

—¡No te vayas!

No se dio la vuelta solo camino y una vez dentro de la oficina se atrevió a mirar por la ventana, Ambrosius estaba ahí con Gloria dormida y la larga lista colgándole del bolsillo, caminaba despacio y de espaldas a la salida, esperando a que el saliera de nuevo, rio ante la situación y lo ridículo que de veía, pero fue un error porque de alguna manera lo había visto desde la ventana y sonreía mientras lo veía reír, cerró la cortina y se tiro al otro lado del despacho.

El corazón le iba a mil y esa sonrisa se lo había acelerado más.

Tal vez era un Alfa pero no actuaba como uno, en el no estaba esa altanería que parecía tener, era pura apariencia, esa noche tendría una sería conversación con Nimona sobre este individuo.

•••

No podía creer que se estuviera marchando, Gloria estaba frita entre sus brazos y el no podía moverse del sitio, poco a poco comenzó a caminar pero en ningún momento dejo de mirar a la puerta, eso no fue hasta que juro oír algo melodioso a la distancia y dios le dio el mejor regaló de todos cuando vio a Ballister riéndose en una ventana.

No pudo evitar sonreír y desear poder oir ese sonido desde cerca.

Pero antes de lo que hubiera querido Ballister ya no estaba en esa ventana, pero ahora tenía un nuevo propósito y una semana entera para completarlo.



Es un capítulo corto pero no me esperaba este resultado, empecé a escribir esta mañana y no creía poder hacer algo coherente pero me ha sorprendido el resultado.

Lamento mucho la espera.

Espero y tengan unos buenos días, buenas tardes y buenas noches.


•In Your Arms•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora