•In Your Arms•

28

Ballister miraba a Ambrosius en silencio, el muchacho estaba igual de hermoso que la ultima vez y estaba tan distraído con su bloc de dibujo que no lo noto a él, parado enfrente, después de tanto tiempo.

Se aclaro la garganta, y eso llamo la atención de Ambrosius, el muchacho se congelo, su bloc cayo sobre las mantas con un ruido sordo.

Ballister no se movió, tan solo espero a que el otro hiciera algo.

Después de lo que parecieron años Ambrosius hablo.

—Estoy soñando

Ballister no pudo evitar reírse un poco.

—No, no estas soñando.

—Es imposible que estés aquí.

—¿Lo es?

Algo en la expresión de Ambrosius pareció cambiar, como si se acabara de dar cuenta de algo y un puzle que había estado demasiado tiempo con una pieza faltante por fin estaba completo.

Ballister no estaba seguro de cuando había ocurrido, pero, Ambrosius estaba encima suya y ambos estaban en el suelo. Si era sincero, no le importaba en absoluto donde estaba o como estaba, lo único que le importaba en ese momento era el hecho de que estaba con Ambrosius y que todo lo que podía ver era a Ambrosius y todo lo que podía oler era a Ambrosius y todo su mundo se revolcaba a Ambrosius entre sus brazos.

—¡Maldita sea, Bal! ¿Porqué no me han avisado que habías despertado?

—Por que quería darte una sorpresa, y, nadie le niega algo a una persona que se acaba de despertar de un coma.

—¡Yo creo que el simple hecho de que ya no estas en un coma es suficiente sorpresa!

—Discrepo.

Ambrosius parecía estar apunto de decir algo, quejarse o rebatir, pero, ¿Porqué demonios lo haría si tenia a quien más quería de vuelta con él? Se aseguro de estar bien pegado a Ballister, como si todavía no se creyera que el otro estaba aquí con el, y se conformo con eso.

A Ballister no le importo que el otro le estaba quitando el aire, ya se lo quitaba sin siquiera estar cerca de el. Había sido tanto tiempo, tantas noches que podrían haber pasado juntos, tantos días perdidos que regalaría todo el aire del mundo si a cambio podía recuperar todos esos días que ya no eran suyos. Pero si de algo estaba seguro, era de que de alguna forma o otra los iba a recuperar, y que a partir de ese momento no lo dejaría ir nunca.

BUENAS BUENAS.

Podría ser este un buen final?

O no?

Seguirán felices?

O ocurrirá otra tragedia?

Pues, si lo que buscaban era respuestas, no las tengo.

Asique ahora si que si, por ultima vez, o tal vez no, les deseo unos buenos días, buenas tardes y buenas noches.