Después de esa noche hubieron muchas más, salían y casi todas las noches Ambrosius se quedaba a dormir, con los días Nimona se había dedicado a burlarse pero Bal sabía que estaba preocupada, preocupada porque ella era la única que conocía su historia.
—¿Cuántas plumas tendrá un pato?
Mire extrañado a Ambrosius, estaba sentado en la cama con la espalda en el cabezal y una libreta apoyada en las piernas, llevaba toda la mañana haciendo el mismo boceto.
—No sabía que te pones tan filosófico por las mañanas.
—Es curiosidad mañanera.
Ambos reimos y dejé el escritorio donde había estado completando información para el colegio y me tumbe junto a el, su mano derecha ahora me acariciaba el pelo, había descubierto hace poco la facilidad para usar las dos manos que tenía Ambrosius y desde entonces le encantaba mostrármelo.
—No creo que alguien se haya parado a contar pero si tuviera que adivinar diaria que entre tres mil y cinco mil.
—Son muchas.
—Yo creo que es la cantidad perfecta.
—¿Has terminado con tu trabajo?
—Si
Dejo a un lado la libreta y los lápices y se abrazo a mi, como un niño abrazaría su peluche favorito.
Esos se habían vuelto sus momentos favoritos, después de las citas en coche.
Las noches eran más fáciles y los pensamientos menos críticos, pero había algo que le pinchaba en el pecho porque tarde o temprano Ambrosius tendría que conocer su pasado y algo le decía que será mas antes que después.
•••
El sol brillaba con fuerza como si quisiera derretir al hombre que salía de esas paredes de ladrillo y hierro.
—¡Benjamín!— Grito el hombre que parecía medir 2 metros vestido con ropa de hace mucho tiempo que le quedaba apretada y una caja llena de trastos entre los brazos habían pasado 20 años de visitas ocasionales pero nunca había esperado poder liberar a ese hombre, estaba destinado a perpetua pero había hecho bien su trabajo y aquí estaba dos décadas después, un asesino en las calles de nuevo.
—Michael, tenemos que hablar.
—Siempre.
🙊🙊🙊
Espero y tengan unos buenos días, buenas tardes y buenas noches.
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•In Your Arms•
FanficDurante toda su vida solo había tenido 2 reglas. -No dejar a Nimona cometer un crimen -No dejarse engañar por ningún alfa. Eran simples reglas muy fáciles de seguir Solo había un pequeño obstáculo, un obstáculo con nombre y apellido.