Capítulo XII: Pecados Antiguos

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    El resto de la tarde Aether y Xiao habían salido por algo de comida para traerme. Mientras tanto, yo buscaba fechas en el diario de mi padre. Mi padre no era precisamente conocido por ser constante o ser alguien organizado, pero tenía la esperanza de que al menos habría un aproximado en cuanto a la fecha de la muerte de Lumine y de Xiao.
    «... Han sido días difíciles después de la muerte de Lumine. La vida se tornó oscura para mí y no entiendo el porqué de su manera de actuar. ¿No pudo dejar todo de lado? ¿Acaso todo aquello era más importante que ella y yo? ¿Es egoísta haberlo querido todo? Tal vez fui muy ambicioso al creer que la haría reaccionar con unas simples palabras. Debí hacer más. Debí ser yo quien diera su vida».
    Las palabras del diario de mi padre eran duras de leer. En cierta manera me identificaba mucho con él. Ambos estábamos dispuestos a entregarlo todo por la persona que amamos, por nuestra familia. Si la tía Lumine debía morir, debía ser entre la última fecha en la que hablaba de la plática con la tía Lumine, en la cual acordaron el lugar y fecha. Si no me equivocaba en cuanto a estas extrañas fechas, habían pasado aproximadamente 3 días entre la última conversación con ella y su batalla. Y, si Xiao me había enseñado bien, en una semana sería la fecha del primer día entre todo lo que pasó.
    En el diario, en una página anterior, explicaba cómo mi padre había salvado a una persona en Sumeru durante su visita a Nahida. No conocía a Nahida, pero no había escatimado con los detalles de quién era ella, la arconte dendro. Entonces lo supe, si mi padre no iba a Sumeru, ya que ya no necesitaba la ayuda de Nahida, esa persona que fue empujada a un precipicio por un yak de carga moriría. La vida reclamada en intercambio por la vida de Lumine sería pagada y habría un equilibrio en la línea de tiempo.
    —¿La persona tendrá familia? No dice su nombre, pero… me gustaría saber esto primero. Tal vez si es una persona buena será difícil, pero si es un criminal supongo que… ¿está bien?
    —¿De qué hablas?
    Era Xiao. Era una fortuna que fuera él y no mi padre. El Aether de este tiempo parecía ser más correcto en muchos aspectos y no entendería mi plan si simplemente lo presentaba como un sacrificio a cambio de su felicidad. Pero ahora me preguntaba si Xiao lo entendería. Honestamente, parecía un poco suicida y parecía que su única razón para vivir era mi padre. ¿Podría entender que yo también estaba dispuesto a sacrificar algo a cambio de su vida?
    —Yo… es sobre mi plan para la nueva línea temporal. —Evadí tanto su pregunta como me fue posible, contestando sin tanto detalle pero con la verdad—. Sólo ajustes por aquí y por allá.
    —Bien. —Se sentó en la cama, de una manera un tanto intimidante—. ¿Y por qué una persona buena sería difícil pero un criminal estaría bien?
    —Lo siento, Xiao. No quiero ser grosero, pero no puedo darte detalles.
    Esto sería algo con lo que yo tendría que lidiar por mi cuenta. Nadie podía saber la atrocidad que estaba por cometer con tal de proteger a mi padre. No podía permitir que mi plan se arruinara por algo así. Ya había llegado hasta este punto, así que tendría que llevarlo a cabo hasta las últimas consecuencias. No importaba si tenía que llevar esta carga sobre mis hombros yo solo, tenía que asegurarme de que se llevara a cabo sin trabas.
    —Pareces muy angustiado por eso. —Xiao suspiró decepcionado—. Deberías preocuparte por tu pierna ahora mismo y por recuperarte. ¿No podrías dejar eso para otro día?
    —Ya he llegado más lejos de lo que esperaba como para echar a perder todo, Xiao. —Cerré el diario de mi padre y lo coloqué bajo mi almohada nuevamente—. No puedo perder ni un segundo más, ya perdí bastante tiempo a causa de la herida. Si no aprovecho el poco tiempo que tengo… habré hecho el viaje para nada.
    —Lumine está siendo enjuiciada, así que ella y Aether no pelearán. Si ellos no pelean, Aether no se vuelve alcohólico y yo no muero. —Xiao posó su mano en mi hombro—. Eres muy joven para estar con una carga tan pesada. Así que descansa, ¿quieres?
    —No, no sé qué está pasando, pero el diario no ha cambiado, y mi padre debe seguir siendo infeliz. —Intenté levantarme de la cama, pero mi esfuerzo fue en vano porque el dolor era mayor a lo que esperaba—. Xiao, si mi padre estuviera feliz, yo… yo ya no debería existir.
    —¿Y por qué no deberías existir? ¿Crees que tú haces infeliz a Aether? —Xiao se notaba muy molesto—. Aether estaba más preocupado por ti que por él mismo o que por su propia hermana. ¿Crees que él no te quiere? Yo no lo creo. Es un adulto, Alatus, y los adultos a veces no saben cómo manejar sus emociones porque son humanos. El que haya actuado de manera incorrecta no significa que no te ame. Sólo tiene que sanar muchas heridas en el futuro.
    —Lo siento, no quise sonar egoísta. Sé que mi padre tiene muchas heridas, pero yo también las tengo. —Xiao parecía arrepentido de haberme hablado así—. Ambos tenemos heridas por sanar. No quise decir que mi padre es infeliz a mi lado, sólo que…
    Lo miré fijamente. No podía decirle que al  cambiar el futuro yo desaparecería. No sabía a ciencia cierta qué tan posible era, ya que en realidad no sabía mucho de viajes en el tiempo. Lo único que sabía era que, basándome en las películas y libros que había leído, mi padre seguiría con Xiao, evitando así que se case con mi mamá. Si él no se casaba con mi mamá… bueno, creo que era muy obvio.
    —¿Qué quisiste decir?
    —Nada. —Preferí ocultarlo—. Tienes razón. Lo siento.
    —Alatus, yo… —parecía querer decir algo, pero sólo me vio como si intentara descifrarme, hasta que se rindió y miró hacia abajo—... iré Aether. Descansa, ¿de acuerdo?
    —Sí, está bien.
    Xiao salió de la habitación cabizbajo. Parecía que algo lo atormentaba, pero no me atrevía a preguntar qué, ni tampoco si podía ayudar. Sabía que Xiao estaba atormentado por muchas cosas, pero todo parecía indicar que esta vez estaba atormentado por mí.


Daga Fragmentada || Xiaother AU || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora