Daga Fragmentada || Xiaother AU || TERMINADA

Capítulo IV: El Objeto Más Valioso

(⚠️Nota: Este es el penúltimo capítulo que subiré en caso de que siga sin apoyo el AU. Si sigue así el siguiente será el último, lamentablemente. Espero lo disfruten <3)

    —Bueno, eso parece. —No quería mentirle a Xiao, pero no tenía otra opción frente a Aether—. No recuerdo mi nombre y tengo algunas lagunas mentales.
    Xiao me veía con una expresión bastante fastidiada, era obvio que sabía que mentía. Estaba sentado en el mismo sillón que yo. Quedábamos frente a frente, lo cuál era aún más intimidante. Aether, por su parte, estaba recargado en el marco de la entrada al balcón. Observaba a Xiao con cierta preocupación. Se notaba cierta tensión entre ambos. Xiao ni siquiera lo miraba, todo el tiempo le estaba dando la espalda.
    —Aether, déjanos un momento a solas, por favor.
    —¿Qué? —Aether parecía tan preocupado al escuchar esas palabras que incluso se acercó y se puso frente a él para mirarle—. ¿Para qué? Xiao, por favor no vayas a hacer algo precipitado.
    —Tranquilo, no mataré a este viajero, sólo quiero usar mis habilidades elementales para ver qué está mal en su mente. —No lo había mirado cuando dijo esas palabras, pero, después de inhalar y exhalar como si no tuviera otra opción, lo miro—. No es seguro para ti quedarte aquí si uso mi habilidad.
    —Sabes bien que a mí no me afecta que…
    —Aether, ¿puedes hacerme caso por una vez en la vida, por favor?
    Mi mirada iba de uno a otro sin poder evitarlo. Era obvio que había una tensión muy fuerte en el ambiente, y no era por lo que pasaba ahora. Si podía leer bien la situación, diría que ellos habían peleado antes y eso no se había arreglado en ningún momento, pero ahora, de alguna manera, esta pareja disfuncional me había “adoptado”, y su máxima prioridad era saber qué sucedía conmigo.
    —Bien. —Aether caminaba sumamente molesto—. Me iré por unos días a Liyue, si es que aún te interesa saber a dónde voy.
    —Aether… —Xiao parecía querer detenerlo, incluso se levantó, pero era tarde. Aether se había teletransportado con su mapa.
    Estaba siendo un cobarde, pero quería gritarle: «¡No te vayas, por favor! No me dejes con este lunático que te ama y seguro piensa que soy un peligro para ti así que me matará». Quería correr tras mi padre que ahora no era mi padre y suplicarle que me recordara porque estaba asustado y ya no sabía qué hacer para seguir fingiendo.
    —Bien, estamos solos. —Xiao me tomó del cuello de la camiseta, me levantó del sillón y me aventó contra la pared. Después me apuntó con su lanza—. ¿De qué demonios se trata todo este juego? Y más te vale decirme toda la verdad, porque si algo le pasa a Aether, te prometo que suplicarás la muerte y jamás la obtendrás.
    —¡Por Dios! —No sé de dónde había sacado valor para darle una respuesta tan cortante, pero ya había empezado, así que continuaría—. De haber sabido que mi padre estaba enamorado de un sanguinario no haría la lucha por cambiar la historia. Sin embargo, creo que eres discreto, y lo que te diga no saldrá de aquí. Te diré la verdad.
    —Si no lo haces, lo sabré en seguida, y me encargaré de sacarte la verdad. —Xiao bajó su lanza, pero no la guardia. Seguía con esa pose erguida y su mirada escéptica ante cualquier cosa que le dijera—. Bien, te escucho.
    —Vengo del futuro, Xiao. —Se sentía raro hacerlo, decir la verdad. Tenía miedo de alterar tanto el curso del tiempo que el futuro quedara destruido—. Un futuro donde Aether, mi padre, jamás sonríe porque ha perdido a todo ser que ama. Un futuro que no pudieron tener juntos por culpa, en cierta manera, de la tía Lumine y del alcoholismo de mi padre. Un futuro en el que no supiste quedarte a su lado, quieto, intentando comprender y por culpa de ello, moriste.
    Xiao me miró un tanto sorprendido por lo que le acababa de decir, pero yo estaba más sorprendido por mi tono al decir las cosas. Nunca había notado la rabia que había acumulado este tiempo al saber la historia de mi papá y pensar cómo todo se hubiera podido evitar si la demás gente hubiera aguantado un poco más. Estaba mal justificar a mi padre, pero lo amaba, y eso haces cuando amas algunas veces.
    —¿Por qué no sonreiría si te tiene a ti? Vi cómo te cuidaba, ¿crees que ese Aether protector no amaría a su hijo que vio desde pequeño?
    Abrí la boca, quería contestar, pero no podía responder a eso. ¿Mi padre me amaba? Bajé la mirada y tragué saliva. No había respuesta para esa pregunta, ya que el que debía contestar no se encontraba entre estas paredes. Mis ojos se llenaron de lágrimas. No me importaba llorar frente a extraños. Mi madre me había enseñado que las emociones humanas eran hermosas, y estaba bien sentirlas, en el momento y lugar que fueran.
    —Tal vez él no me ama. —Una lágrima rodó por mi mejilla—. Él nunca sonríe, y yo sólo fui el producto de un matrimonio que él creía sería su salvación. Él quería llenar el vacío que le había dejado la partida de su alma gemela… El vacío que le dejaste tú al morir.
    —Esos vacíos no se llenan así.
    —¿Puedes culparlo? —Mis lágrimas de tristeza se tornaron en lágrimas de enojo—. Lumine lo traiciona, intentando acabar con los siete arcontes, dándole igual tomar la vida de su hermano para lograr su objetivo. Él la mata, no intencionalmente, pero igual lo hace, y a causa de ello cae en el alcohol. ¿Entonces qué pasa? Pasa que tú lo abandonas y mueres en el maldito proceso.
    —Está bien, entiendo. —Xiao me detuvo antes de que pudiera seguir—. Pero, ¿por qué no te amaría? ¿De quién eres hijo?
    —Mi madre era Noelle, y ella también murió cuando yo tenía 7 años. —Me recargué en la pared nuevamente. Sentía que mis piernas no tenían tanta fuerza ya—. Sé que mi padre la quería mucho como a una amiga, pero jamás la amó. Llegué a escuchar a mi madre hablar con algunas personas sobre eso algunas veces. Pero era un niño, quería creer que mi madre lo imaginaba y que en realidad mi padre sí la amaba, como en los cuentos.
    Xiao dejó su mirada de escepticismo, pero ahora había sido reemplazada por una de pena, supongo que pena por mi padre o por mí. ¿Qué era peor? No lo sabía, pero cuando menos ahora me creía. Aunque parecía tener muchísimas más dudas. Esperaría a responder todas y después le pediría ayuda para cambiar el futuro ligeramente. Era codicioso de mi parte querer la felicidad de mi padre y que fuésemos una familia feliz, tal vez incluso junto con Xiao, pero debía intentarlo. Quería ser codicioso por una vez.
    —¿Cuál es tu nombre?
    —Alatus. —Xiao me miró con evidente sorpresa—. Mi padre escogió mi nombre, y la noche antes de llegar aquí, me dijo que el nombre que portaba era uno de los nombres de su alma gemela, el amor de su vida.
    Bajó la mirada, parecía conmovido, ansioso y triste. Él también parecía haber pasado por mucho. Dos almas torturadas y masacradas por este horrible mundo, y aún así, cuando ambas se juntaban la vida era mejor, y todo era brillo y amor. Ahora yo lo miraba con pena. Había simplemente asumido que él era un psicópata sin pensar en su pasado. Muy mal de mi parte, pero ahora podría corregir.
    —Eres el único en quien puedo confíar ahora mismo, y el único que me puede ayudar.
    —¿Ayudar a qué? —Ahora me miraba molesto.
    —A que mi padre sea feliz. —Me acerqué a él lentamente—. Xiao, tenemos que cambiar el futuro si queremos que mi padre sea feliz, y eso sólo se puede lograr si tú estás en ese futuro. Así que a eso debes ayudarme.
    —¿A cambiar el futuro? —Hizo una mueca de molestia— ¿Siquiera eso se puede?
    —No lo sé. —A ciencia cierta, no lo sabía, pero tenía que intentarlo.
    —¿Y cómo te ayudaré?
    —Lo primero es bastante simple. —Lo tomé por los hombro y él me miró sorprendido—. Pase lo que pase, no puedes morir.
    —Bien —giró los ojos y dejó un suspiro enfadado salir—. ¿La segunda?
    —Necesito saber en dónde se reunirá Lumine con Aether, y si es posible, saber en dónde se encuentra Lumine.
    —¿Para qué quieres saber eso? —Xiao me inspeccionó de arriba a abajo—. ¿Te unirás a ella?
    —No precisamente. —Parece que mi osadía le parecía mucha, pero no estaba entendiendo mi punto—. Xiao, no pienso unirme a ella, pero no puedo ponerme de lado de Aether. Intentaré entender ambos puntos de vista e intervendré. No quiero que Aether y ella peleen de ser posible, porque entonces ella morirá, él se volverá un alcohólico, tú te irás de su lado, tú morirás, él se casará…
    —Bien, bien, ya entendí. —Me interrumpió antes de que pudiera seguir—. ¿Y por qué no preguntaste más? Ahora tendríamos las respuestas que necesitas y no estarías perdiendo el tiempo.
    No podía argumentar nada contra su lógica, porque tenía razón. Pero ahora no estaba con mi padre ya y no podía preguntarle en dónde demonios estaba su hermana que quería acabar con todo Teyvat. Tenía que pensar en un plan bien elaborado y en el menor tiempo posible. No podíamos perder el tiempo, y cada segundo importaba más que nunca.
    —¡Maldición! —Me rasqué la cien mientras intentaba pensar—. Ni siquiera sé qué fecha es aquí, y mi padre no me dijo cuándo se reunió con ella con exactitud.
    Empecé a caminar por el lugar de un lado a otro mientras Xiao me miraba con los brazos cruzados. Parecía harto, cansado y preocupado. Sabía que su prioridad era Aether, pero no parecía estar batallando mucho en pensar en una solución, cuando menos no tanto como yo.
    Quería salvar a todo el mundo, a la tía Lumine, a Xiao… a mi padre. Quería que todos fueran felices. ¿Era eso mucho pedir? Me sentía tan frustrado de tener esta oportunidad en mis manos de cambiar el destino de todos ellos y no ser capaz de hacer algo. Me senté en el piso, con los codos recargados en mis rodillas y mi cabeza hundida en mis manos. Sólo quería ser tan mágico como mi padre y salvar a todo el mundo.
    —Alatus, deberías darte una ducha, cambiarte de ropa por algo más cómodo para explorar, y después pensaremos en un plan. —Xiao me había puesto la mano en el hombro—. No debes cargar tanto peso sobre tus hombros, aún eres muy joven, más joven que tu padre y yo en esta época, estoy seguro. Así que haz lo que te digo.
    —¿Ahora eres mi padre adoptivo? —Me reí mientras me levantaba del piso.
    —Eres el hijo de la persona que amo, ¿por qué no adoptarte durante unos días?
    Abrí la boca sorprendido, ni siquiera podía creer que a este tipo le pudiera agradar un poco, pero ahora oficialmente estaba adoptado, cuando menos de palabra. Quería sonreír y agradecerle, pero a la vez sólo quería seguir sus órdenes para que no se enfadara y me viera nuevamente como una molestia.
    —¿En dónde puedo tomar una ducha?
    —Arriba puedes encontrar la ducha que tengo exclusivamente para mí, bueno, y para Aether. —Xiao me guió hasta donde era, algo sonrojado después de su comentario—. Debes dejar tu ropa aquí, porque dentro acabará completamente mojada e inservible debido a los microorganismos que deja mi habilidad elemental.
    —Bien —comencé a quitarme la camiseta—. Muchas gracias, Xiao.

    Hice tal y como Xiao me dijo, dejé caer toda mi ropa sobre el piso y me metí al baño. Me encargué de que eso no fuera una simple ducha para despejarme, sino que también sirviera para idear un plan. Aether debía saber en dónde y cuándo se reuniría con Lumine. Tener esa información era tan valiosa ahora mismo como encontrar agua en un desierto.
    No sería fácil sacarle la información a Aether, pero seguro serviría de algo. Tal vez podría ser sutil y sacar la información lentamente. Pero él era inteligente, así que sería muy difícil que no notara que tenía segundas intenciones con tanto cuestionario. Esto sería mil veces más difícil de lo que podría imaginar.
    Salí de la ducha y miré mi ropa tirada en el piso y algo de ropa nueva sobre la banca que estaba fuera de la ducha. Era ropa nueva, parecía de este mundo. Ahora parecería que hacía cosplay, y no cualquier cosplay, sino uno en el que había invertido bastante dinero. La verdad, no me desagradaba la idea.
    Me puse la ropa nueva y bajé con Xiao. En un principio no me desagradaba tanto la idea, pero ahora me sentía muy incómodo por la cantidad de piel que quedaba expuesta con ella. Mi cintura, estaba casi tan descubierta como la de Aether. El diseño era muy bonito, pero no podía evitar sentirme algo expuesto.
    —Xiao, ¿qué hago con esta ropa?
    —Debemos llevarla con Verr para que la lavandería se encargue de ella.
    —¿Verr?
    —Sí, la jefa de la Posada Wangshu. Sólo ve con ella y dile que quieres mandar la ropa a la lavandería.
    —Bien, lo haré.
    Continué caminando para poder bajar, pero escuché un golpe seco, y luego vi a Xiao mirar cerca de mis pies y acercarse a toda velocidad. Tomó algo en sus manos, pero la ropa no me dejaba ver qué era, y aparentemente se me había caído a mí. Me asomé un poco para intentar ver qué era.
    —No creo que a Aether le guste que andees fisgoneando entre sus cosas personales. —Xiao se levantó con una mirada un tanto amenazante y un cuaderno en su mano—. Él notaría de inmediato que lo tomaste y más por lo gastado que luce ahora que lo tuviste en tu poder.
    —¡Xiao! —Deje caer mi ropa al instante y lo tomé en mis manos—. ¿Cómo llegó esto aquí?
    —No lo sé, —me lo arrebató—, pero lo regresaré a su dueño. Estaba prácticamente nuevo y ahora está muy desgastado, ¿qué hiciste?
    —¡Espera! ¿No lo ves? —Volví a arrebatarle el cuaderno y lo abrí en donde había un separador con una imagen de caracolas y algún tipo de cristal extraño—. Mira lo que dice esta página.
    —Este es…
    —Xiao, en este momento tenemos el objeto más valioso de Teyvat y la solución a nuestros problemas. Tenemos el diario de mi padre.