Ninguno de los tres entendía por qué teníamos de regreso los recuerdos de nuestras vidas anteriores, pero todos sabíamos que, de alguna manera, Alatus existía nuevamente. Vi a mi pequeño en brazos y lloré con más fuerza que nunca. Incluso caí de rodillas al piso. Era un alivio enorme para mí el saber que mi hijo había existido nuevamente.
—Hijo, —acaricié su cabeza mientras lo acercaba más a mí—, gracias hijo, gracias por regresar a mí. Esta vez será diferente, te lo prometo. Te amaré siempre y siempre te lo diré.
—Aether, Alatus regresó. —Xiao lo miraba aliviado—. Nuestro pequeño regresó.
—¿Por qué dicen que regresó? ¿Cómo conocían de Alatus? —preguntó Noelle—. Yo… sé que morí cuando él era un niño en mi otra vida, pero él realmente jamás conoció a Xiao. ¿Qué pas…? ¡Espera! Había un chico con Mika hace no mucho, y él se llamaba Alatus, ¿acaso él…?
—Él vino del futuro a nosotros. El chico que viste… era nuestro hijo.
Noelle parecía conmovida. Miró a su bebé y comenzó a llorar con una sonrisa en el rostro. Extendió los brazos para que se lo diera, y así hice. Lo veía con mucho amor. Acarició su frente con ternura mientras lo veía.
—¿Él… regresó a su tiempo?
—No.
—¿No? ¿Qué pasó con él?
—Él fue mi héroe, Noelle. —Xiao sonaba triste al decirlo—. Él salvó la vida de muchas personas y cambió el futuro para siempre.
—También fue mi héroe.
Todos nos giramos al escuchar aquella voz femenina. No podía creer lo que veía, era mi hermana. Me pregunté si le habrían dado un permiso especial por el nacimiento de mi pequeño. Le había preguntado a la Gran Maestra Intendente Jean si había alguna posibilidad, y me había comentado que vería la manera de hacer una excepción, pero no creía que sí lo aceptarían.
—Lumine —sonreí al verla.
—Alatus era un ángel, y fue mi ángel. De alguna manera, arregló mi vida. —Se quedó mirando al piso nostálgica—. Yo sé que no estaría aquí de no ser por él. No puedo creer que lo haya olvidado por tanto tiempo…
—Sí, él definitivamente cambió nuestras vidas y nuestros destinos.
—Lamento que haya tenido que morir en el proceso. —Era algo que quería omitir para evitarle dolor a Noelle, pero ya no había marcha atrás. Lumine ya lo había dicho—. Desde un inicio pude ver que estaba dispuesto a todo por verte feliz, hermano. Así que no fue sorpresa para mí.
—¿Mi hijo… morirá en el futuro?
—No, el futuro cambió y la línea temporal también, así que ya no será el mismo destino para Alatus. —Xiao parecía muy seguro de su respuesta—. Esta vez no encargaremos de proteger a Alatus de todo mal, Noelle.
—Sé que no soy una persona confiable, pero yo también haré todo lo que esté en mis posibilidades. —Lumine le hizo una reverencia.
—Díganme que es verdad por favor. —Una voz agitada hablaba del otro lado de la puerta… Mika, quien seguramente venía corriendo—. ¿Es cierto que Alatus está vivo? Acabo de recuperar mis recuerdos y yo…
—Es verdad. Acaba de nacer.
Mika parecía tan aliviado que me brindó tranquilidad. Se acercó a Alatus lentamente, y después de mirarlo, sonrió con un suspiro. Parecía tan feliz que me di cuenta lo mucho que amaba a mi hijo. De pronto comenzó a llorar, pero era algo tranquilo. Creo que a todos nos brindaba paz el saber que Alatus tendría un nuevo inicio y un final diferente.
—Noelle, te prometo que protegeré a Alatus con mi vida de ser necesario, así que no tienes que preocuparte. No permitiré que el destino se repita nunca más. —Después de pronunciar esas palabras Mika se giró hacia Xiao y hacia mí—. Aether, Xiao, les prometo lo mismo… y también quiero pedirles un favor.
—¿Qué sucede?
—Por favor, cuiden de Alatus mientras yo esté en el bucle temporal.
—¿Bucle temporal? —preguntó Xiao dudoso.
—Mika quedará en un bucle temporal durante 13 años, dentro de poco tiempo, pero él conservará su misma edad, y cuando Mika regrese, tendrá 15 todavía, mientras que Alatus tendrá 13. Se conocieron así por primera vez… —Lo miré recordando lo duro que había sido con él—. Así que… a Alatus le gustará Mika desde un inicio, pero un año después se da cuenta que lo ama en realidad… al punto de hablar conmigo sobre ello. O cuando menos así fue en la línea anterior.
—¿Crees que esta vez también se enamoren? —preguntó Xiao repentinamente.
—No lo sé, pero es lo más seguro.
—Aether, por favor, Mika es un amor. —Noelle hablaba, pero parecía hacer demasiado esfuerzo, parecía más débil ahora—. Si mi hijo lo ama tanto… prométeme que los dejarás intentarlo. Sé que serán muy jóvenes… pero también sé lo que es no poder estar con el ser que uno ama, así que por favor, Xiao y Aether, permitan esto.
—Está bien. —Xiao y yo nos tomamos de la mano y ambos asentimos con la cabeza—. Te lo prometemos.
—Gracias. —Noelle respiraba con dificultad—. Por favor, cuiden a mi pequeño ricitos de oro por mí, ¿sí? Yo… ya no podré cuidarlo.
—¿Noelle? —le pregunté con miedo—. ¿No te sientes bien? Deja que llame a alguien…
—No, por favor. Es inútil. Xiao… —Xiao se acercó y Noelle le entregó a Alatus, pero sin aún permitir que se despegara de ella—. Gracias por amar y aceptar a mi pequeño. Y… Alatus, por favor perdona a tu madre por no poder darte todo el amor que mereces, pero tendrás a dos padres maravillosos que te amarán y protegerán por siempre. Te amo.
Noelle se recostó con dificultad y dolor después de decir estas palabras y me miró. No dijo nada, pero me sonrió, como si fuera una forma de decirme que estaba agradecida y que se iría tranquila al dejar a su hijo con nosotros. Después de algunas respiraciones agitadas, dio su último suspiro, y finalmente su corazón dejó de latir.
—Gracias, Noelle. —Me puse junto a ella y lloré mientras sostenía su mano—. Gracias por darme el mejor regalo del mundo entero. No sabes lo eternamente agradecido que estoy… Gracias.

ESTÁS LEYENDO
Daga Fragmentada || Xiaother AU || TERMINADA
Hayran Kurgu(Actualización los sábados) "El pasado está pisado", suele decir la gente, pero si tienes una oportunidad de corregir todo aquello que lastimó a alguien que amabas, ¿lo harías? Si pudieras regresar en el tiempo y cambiar el rumbo de la historia, ¿lo...