Co-parenting || Satoru Gojo

¡Nieve! (★)

-Muy bien, Megumi, escucha atentamente.

Gojo estaba inclinado, rodeando al pequeño por los hombros mientras observaban ambos fijamente su objetivo.

Megumi asintió concentrado en el tema.

-Enfócate, moldea... Apunta -indicó moviendo ligeramente el brazo del niño, quien cerraba su ojo derecho para enfocar mejor-, ¡y lanza!

Megumi no dudó en seguir sus órdenes, lanzando la bola blanca directamente hacia el muñeco de nieve frente a ellos, haciéndole perder la cabeza. Gojo corrió hacia el muñeco y rió, alzando su pulgar.

-¡Oigan! -se quejó Saori al ver decapitado el muñeco que tanto le había costado mantener en pie.

-No te quejes, le hicimos un favor -dijo señalando la nieve bajo él.

Ella frunció un poco el ceño pero no protestó ya que el muñeco había quedado bastante deforme en primer lugar.

-¡Megumi! -exclamó Tsumiki y lo siguiente que sintió el pequeño fue un tirón que lo dejó en el suelo-. ¡Haz ángeles de nieve conmigo!

La niña reía mientras movía sus brazos y piernas recostada en la nieve.

Megumi se limitó a observar, recostar su espalda en la nieve no era algo que le llamase la atención.

Saori estaba demasiado ocupada intentando formar una nueva cabeza para el pobre muñeco decapitado, pero sus esfuerzos eran inútiles ya que recibía constantemente bolas de nieve por parte de Satoru.

-¡Satoru! -se quejó frustrada y lanzó un buen montón de nieve a su cara, mas fue un acto inútil ya que él no tardó en detener el impacto con su técnica-. Eso es trampa.

Satoru enseñó su lengua cual niño pequeño y rió.

-Ayúdame con esto, mejor -dijo empeñada en darle un mejor aspecto al muñeco.

-Lo estás haciendo mal.

Satoru se agachó a su lado y comenzó a ayudarla. A la chica le resultó un poco irritante cómo en cuestión de segundos él había perfeccionado el muñeco. No entendía cómo podía ser bueno en todo, no parecía justo.

Suspiró algo cansada. Intentando decir algo, quejarse, preguntar cómo lo había hecho, pero se limitó a negar con la cabeza.

-Pudiste ayudarme antes.

Él se encogió de hombros.

-No pediste mi ayuda -dijo acercándose ligeramente a ella con una sonrisa.

Ella entrecerró levemente sus ojos y miró hacia el lado, cruzando los brazos. Satoru soltó una risilla y le picó la mejilla. Saori sonrió un poco.

-¡Tsumiki-chan! -la llamó y señaló el muñeco.

La niña levantó su cabeza del suelo y ahogó un grito asombrada.

-¡Ahora sí es bonito!

Tsumiki gateó un poco y luego se puso de pie para correr hasta el muñeco. Sus piernas se habían entumecido un poco por el frío y los movimientos.

-¿Cómo que ahora sí es bonito? -murmuró despacio Saori alzando una ceja.

Pero en el fondo no le importaba, le bastaba con la enorme sonrisa que Tsumiki le estaba regalando.

-¡Megumi! ¡Megumi! ¡Ayúdame a decorarlo!

El niño la observó serio desde donde estaba sentado, no quería moverse de donde estaba, menos para eso, mas en cuestión de segundos se sintió flotando en el aire en dirección a Tsumiki. Levantó la mirada y vio a Gojo sujetándole meramente por la chaqueta, llevándole hasta su hermana.