Co-parenting || Satoru Gojo

Shibuya

—Me voy a casar con ese hombre.

Saori casi escupió el café cuando escuchó las palabras de su amiga. Quiso reír un poco, pero se veía demasiado decidida.

—Solo tuvieron una cita.

—¿Sabes cuántas primeras citas he tenido en los últimos años?

—Dieciocho, contando a Nanami.

—¡Dieciocho! Y es la primera vez en tres años que sí disfruté cada segundo —suspiró emocionada—. Es perfecto. Es un caballero. Estaba tan nerviosa que pensé que arruinaría todo, pero cuando lo vi, la forma en que me hablaba, su mirada... ¡Es perfecto! ¡Lo quiero para siempre!

Saori soltó una dulce risa, mientras le daba golpecitos en la espalda a su eufórica amiga.

—Estoy muy feliz por ti, Hina.

Saori había vivido todo ese proceso. Dieciocho primeras citas en las que tuvo que ayudar a Hina con su ropa, maquillaje y los nervios pre-cita. También, diecisiete veces la había visto decepcionada mientras le relataba los hechos. Era la primera vez que la veía tan contenta.

—Me dijo que estará fuera de la ciudad esta semana pero que podríamos volver a vernos el siguiente fin de semana. ¿No es perfecto? Sin rodeos y sin intentar hacerse el interesante. Le debo gustar, ¿verdad?

—Por supuesto que le debes gustar, y mucho. Sería un idiota si no le gustaras, y estoy segura de que no lo es. Además, no parece del tipo que solo ilusiona a las mujeres.

—Tienes razón.

Saori miró la hora y terminó su café rápido antes de apagar el teléfono para entrar a clases.

El otoño comenzaba a hacerse más notorio con los árboles que desprendían sus secas hojas. Shoko dio una larga calada conteniendo las ganas de lanzarle el cigarrillo en el rostro a Satoru.

—Solo digo que si no encuentras novio pronto, te quedarás solterona, y nos obligarás a comprar una casa con una habitación extra para ti. El profesor de Megumi parece un buen partido, insisto. O quizás... Podría pedirle a Saori que te presente alguno de sus amigos.

—¿Por qué asumes que busco un hombre?

—Oh, pensé... Bueno, así es más fácil, Saori tiene más amigas. —Hizo una breve pausa—. Mhm, eso explica porque nunca te interesamos Suguru ni yo.

Rodó los ojos con el cigarrillo entre los labios.

—No, eso es porque eran idiotas.

Expulsó el humo del cigarrillo mientras se inclinaba en la pared.

—Además, no me refería a que no me gusten los hombres, sino a que no busco pareja. No necesitas hacer de cupido conmigo solo porque lo de Nanami funcionó.

—Pero no quiero verte sola.

Se estiró, desechando la colilla mientras tocaba su cuello. El tono serio de Satoru decía mucho más en aquella frase.

El teléfono interrumpió antes de que Shoko pudiera agregar algo. El ceño de Satoru se frunció al ver que llamaban de la escuela.

—¿Satoru Gojo?

—Sí, ¿qué ocurre?

—Soy el profesor Kimura, el maestro de Megumi Fushiguro.

—¿Ocurrió algo con él? —preguntó preocupado.

—No exactamente.

Le explicó rápidamente la situación, y Satoru no demoró en dirigirse a la escuela. Asumió que debieron llamar a Saori primero pero si estaba rindiendo su examen, no contestaría.